-Se lo conté y no me cree- le dijo Virginia a Julián el domingo por la tarde ¿Cómo que no le creía? ¿Eso era bueno o malo? Esas y muchas más eran las preguntas que se hacía en su cabeza, a ver la miraba, le sonrió, pero Julián no creía merecer que una chica como ella pudiera estar interesada en alguien como él, al fin y al cabo su consolidada relación con Matías y la aparente buena relación con Teodoro no lo alentaba a creerlo. Toda esa noche Julián, estuvo pensando en que pasaría el dia siguiente, el cuál era su último día.
Lunes al mediodía, llegó lo más temprano que alguna vez llegó a la escuela, alentado por Miranda.
Llegaron, buscó a Charo, pero ella no había llegado aún. Llegó el primer recreo y ve que Virginia, Charo y Valentina lo miraban, fué la primera vez en mucho tiempo que no estuvo cerca de ese grupo, y no sabía que hacer, la chica misteriosa, su enamorada se estaba fijando en él, evitó todo contacto visual con ellas, no porque no estuviera incómodo, sino porque no sabía que hacer. Al toque del timbre subió lo más rápido que pudo a su aula, ya que no sabía que hacer si tenía que hablarle, pero todos sus esfuerzos por evitar la situación, fueron en vano por que en un momento, Miranda le dijo -Mirá quien está en la puerta-, sí, indudablemente estaban las 3 paradas en la puerta de su aula. Salió, las saludo y conversaron, si, al fin Julián pudo hablar con la chica que hacía meses estaba obsesionado, no podía creerlo, no sabía que hacer, los nervios lo consumían.¿ Cómo actuamos cuando lo que más queremos se nos presenta?
ESTÁS LEYENDO
La Estación de las rosas.
Teen FictionUn amor imposible, un chico que nunca creyó en el amor y muchas trabas harán que la vida de Julián cambie por completo