1.- El Portal

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Empezó a escucharse un intenso ruido. Después comencé a ver oscuro, Carolina estaba desvanecida en la butaca, llegó un momento en el que sentí un fuerte golpe en la cabeza. Después de eso, no logré recordar nada más.

Todo el grupo se despertó en un lugar extraño, rodeado de bestias y personas. Cuando me estaba levantando, un soldado fue disparado y cayó frente a mi.

-Ayuda... debo... aniquilarlos... descubrir... la verdad...-

El hombre se desvaneció en mis brazos.
Luego, otro soldadi se acercó hacia el cadáver del hombre y dijo:

-¡Alex! ¡No!...

-¿En dónde estamos?- Pregunté nervioso.

-¡¿Otro grupo?! Vengan todos, intentaré cubrirlos hasta un sitio seguro.

Todos íbamos cubriendo nuestras cabezas mientras corríamos siguiendo a el soldado.

¿Dónde está Carolina? Mi mente se bloqueó con esos pensamientos. Llegamos a un sitio tranquilo, con árboles alrededor. El soldado se aseguró de que no hubieran "bestias" que nos vieran.

-Veo que ustedes cayeron en una de las trampas...-

-¡¿Trampas?! ¡¿De qué estás hablando?!-

-Mira, hace mucho tiempo, los profesores empezaron a proyectar "videos" con el supuesto motivo de que íbamos a mejorar de notas. Una vez que lo reproduce, se emite un fuerte sonido que hace que los alumnos caigan desmayados, después de eso, desconocemos qué hacen, pero terminamos en este sitio en el que debemos enfrentarnos con los profesores que fueron desterrados y enviados a este infierno, con el único objetivo de asesinarnos y evitar de que descubramos su verdadero origen-

En ese momento, me quedé sin palabras... simplemente no sabía que responder.

-Pero... ¿Cómo las vamos a derrotar, si parecen bestias del infierno?-

-Con el armamento que tenemos en el refugio- Respondió con un tono relajado.

Nos llevó a un sitio lleno de armas, equipamiento, y repleto de cosas raras.

-Tomen lo que consideren suficiente, pero también tengan en cuenta que no pueden llevar mucho armamento, ya que reducirá su movilidad-

Todos comenzamos a ver que tipo de armas eran adecuadas para nosotros; unos tomaron armas largas, otros tomaban armas pesadas, pero sin considerar lo que el soldado nos había advertido.

Yo, decidí tomar una katana, una pistola pequeña y una especie de "escopeta", creo que llevaba lo necesario...

Ya una vez fuera, una fuerte explosión se escucho a lo lejos.

-¡Corran!- Dijo el solado. -¡Huyan por detrás del refugio!-
No veía a Carolina por ningún sitio, me estaba preocupando por ella.

¿Dónde estará? ¿Le habrá pasado algo? Preguntas y preguntas pasaban por mi cabeza, y sin duda, todas eran relacionadas con Carolina.

"Querido Maestro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora