5.-Último entrenamiento y ¿la primera salida?

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Narra Carolina

Desperté gracias a la luz que entraba por la ventana, me intenté levantar de la cama pero me di cuenta de que Ezequiel estaba sosteniendo mi mano; no pude evitar sentirme avergonzada por lo que sucedió ayer por la noche, realmente estaba triste y a la única persona que yo conozco de aquí es a Ezequiel, bueno también a Yahir pero ese es otro asunto.

Realmente Ezequiel se veía tranquilo estando dormido.

-Vaya, así que no eres tan hiperactivo como pareces, ¿eh?...- susurré acariciando su mejilla.

-Hey, Ezequiel levántate ya es tarde- dije con una voz suave mientras movía su hombro. Todo esto sin soltar su mano.

-5 minutos más por favor mamá- contestó adormilado.

-Ya quisieras que tu madre estuviera aquí, así que levántate o sufrirás las consecuencias...- contesté con un tono más firme.

Ezequiel solo levantó su cabeza con una sonrisa, -¿Qué clase de consecuencia?- pregunto acercándose cada vez más a mí.

-Y-yo... emm pues... solo levántate que tenemos entrenamiento- mientras decía eso me alejaba más de él.

- Bien pero antes suelta mi mano, cómo quieres que me apure si no me sueltas...-

Dicho esto solté su mano y me levanté de la cama, - Esto no se queda así Ezequiel, ya lo verás- dije mientras reía y tomaba mis cosas para alistarme.

Narra Ezequiel

Después del encuentro tan extraño que tuvimos Carolina y yo en la mañana, ya estábamos en el lugar del entrenamiento.

Todos estábamos calentando un poco antes de que nos dieran indicaciones.

La puerta del hangar se abrió y entro el comandante con un soldado siguiéndolo.

-Muy bien chicos, hoy tendrán el combate cuerpo a cuerpo, los jóvenes que logren pasarla ésta misma tarde se les darán indicaciones para el ataque de mañana; necesito jóvenes que puedan defenderse por si solos, quiero saber qué los chicos que saldrán mañana podrán deshacerse de las bestias sin la necesidad de que me preocupe por ustedes. Necesito soldados capaces de enfrentarlo todo. Espero que la mayoría pase esta prueba.- dijo el comandante.

El soldado que lo acompañaba nos comenzó a repartir unas cadenas con nuestro nombre y edad, ya saben si algo nos ocurre nos puedan identificar.

Cada uno se las colocó en el cuello.

-Bien la dinámica del enfrentamiento será así, pelearán dos de ustedes, serán iguales hablando de fuerza y altura para que sea justo.- nos dijo el comandante.

-El primero en derribar a su contrincante gana.-

Debo admitir que mis compañeros son buenos en las peleas, vaya que se tardaron su tiempo en pelear.

Llegó mi turno; mentiría si dijera que no estoy nervioso, pues nunca he peleado con alguien, mucho menos en una situación así.

Uno de los factores que hace que los nervios se agranden es la mirada de Carolina sobre mí.

Tranquilo Ezequiel, todo va a estar bien.

Respiré hondo y esperé a la indicación del soldado para comenzar.

-Espero haber aprendido algo después de todas las peleas en la secundaria.- dije en mi mente.

Esperé a que mi contrincante diera el primer golpe, vaya suerte la mía que logré esquivarlo, este tipo si es rápido; espero que mis reflejos ayuden en esto.

Después de un rato esquivando todo lo que hace, se notaba un poco cansado, aproveché el momento para pasarme detrás de él y tirarlo al suelo.

- Listo, terminamos con esto- dije mirando hacia el soldado.

Caminé fuera del hangar y caminé hacia las habitaciones me senté en la orilla de la cama.

Muchos pensarán que soy un cobarde por tirarlo de esa manera tan delicada pero simplemente no puedo golpearlo, mucho menos cuando no me ha hecho nada el tipo.

- Bueno, al menos pasé el combate- pensé.

Pasado un rato decidí volver a él entrenamiento, al parecer todos ya habían terminado.

Demonios, no pude ver el combate de Carolina...

- Bien chicos, noté que muchos dieron sus mejores esfuerzos en la batalla, por lo tanto todos irán al combate- dijo el comandante.

Vaya... Esto es raro, pero al menos tenemos oportunidad de igualar la fuerza de esas bestias.

-Muy bien he cambiado de opinión ataqueremos hoy mismo, por lo tanto, en este instante preparen sus armas en un instante saldremos- dijo el comandante.

No entiendo nada de lo que está ocurriendo, ¿Por qué cambiaría repentetinamente de opinión?, pero todos tendremos que seguir esas órdenes.

Todo pasó tan rápido, que de un momento a otro ya estábamos formados en la salida principal del refugio para atacar.

- Hey tú Ezequiel, necesito que vayas a la oficina de el comandante por el mapa de la torre principal de las bestias- me ordenó un soldado.

- Claro que sí, pero... no sé dónde queda- mencioné un poco apenado.

- Yo lo puedo llevar, regresaremos rápido- dijo Carolina, mientras me tomaba por el brazo y me llevaba dentro del refugio.

- ¿Y tú cómo sabes dónde queda esa oficina?- le pregunté.

- Solo cállate y camina- respondió.

Llegamos a una puerta de madera negra, parecía antigua.

Carolina giro la chapa y entramos, más que una oficina parecía un tipo salón.

El mapa estaba sobre el escritorio, me senté en la silla para poder observarlo mejor.

Me sorprendió que sea un mapa con muchos detalles, pero hay algo que no cuadra. ¿Cómo tienen un mapa tan detallado si las bestias no los permiten avanzar mucho?

- Ezequiel...- dijo Carolina.

- ¿Qué sucede pequeña?- un pequeño apodo que se ocurrió decirle.

- Mira, es como el proyector que tiene el maestro Pascual..., el mismo que nos trajo aquí.- me comentó.

- Es cierto, ¿Deberíamos encenderlo?- pregunte.

- ¿Qué tal si nos envia a otra dimensión?- cuestionó.

- Dudo que haya algo peor que esto pequeña- dije mientras lo encendía.

El mismo sonido agudo se hizo presente,antes de perder la visión completamente, divisé a lo lejos a el comandante entrar a su oficina con... ¿Otro maestro?

Abrí los ojos.

-¿Dónde estoy?- pregunte en voz alta.

- No te hagas el gracioso Ezequiel, ya levántate que se te va a hacer tarde para ir a la escuela-

¡¿QUÉ?!...

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2019 ⏰

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