AMOR

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 CABA, Argentina. Martes 1 febrero 2022. 17:48 horas (GMT-3)  

Con una lagrima rodando por la infinidad y plenitud total de la belleza de su mejilla, me tomó de ambas manos y caí en la vastedad de su mirada. No tenía voz, estaba haciendo un inmenso esfuerzo por no romper en llanto pero logro decírmelo en un susurro que se desvaneció en el silbido del viento.

- Te Amo.

De no ser por la xeroftalmia seguramente hubiera llorado. Aunque lo hacia en mi interior, le respondí con una mirada de desprecio tan grande como el afecto que contenía, luego de un abrazo apretado me dí la vuelta y sin más me fui.

Lo lamento mucho, pero si quiero llegar con vida no debo pensar en mi sentimientos... mi mente y cuerpo deben estar enfocados en una sola cosa: matar; Entonces salí de nuestro muy elaborado refugio; se trataba de un conjunto residencial bloqueado y armado hasta los dientes, con una multitud de rutas de escape y trampas de fuego, incluso poseíamos una pequeña huerta de la que sacamos la mayor parte de nuestro alimento, muñecos que hacían parecer que había francotiradores apuntando a cada posible entrada, teníamos un elaborado plan para cada posible situación, aunque esto ultimo no significaba que las cosas no pudieran salir mal...

Me dirigía a un punto clave en la historia, un lugar concreto del que no tenia ni idea su ubicación. sin rumbo, con una Famas F1 (dotada de supresor, mira de precisión y empuñadura) , muchos cartuchos, una espada doble hoja de mi invención, un par de pistolas (una con supresor), varios cuchillos karambit, linternas e incluso unos lentes de gama espectral realzada y algo de comida, me encontré a la deriva. El sol se apaga y debo tener cuidado pues lo único que me guía es mi intuición a la espera de aquella sensación.

mi corazón se agita, la presión arterial aumenta, los latidos son cada vez mas resonantes dentro de mi, el pulso sube... tengo miedo, siempre lo he tenido. Intento calmarme y seguir caminando sutilmente, mientras escucho diversos ruidos; gritos de auxilio junto disparos y explosiones, no me importa de quien se trate pues hace mas seguro mi camino.

me detengo en seco al escuchar un respiro entrecortado proveniente del otro lado del automóvil del que me protejo, agudizo mis oídos y noto que no se trata de una unidad sino de multiplicidad, sin ver es difícil determinar de cuantos objetivos se trata así que preparo mis manos en los mangos de dos cuchillos sin hacer ruido, las armas de fuego son de lejos mi ultimo recurso, hecho una leve mirada y hago una aproximación no contada; son por lo menos unos 50 objetivos. Me escabullo entre los escombros buscando una ruta alternativa, de momento mi destino es la Av. 9 de julio, C1043, lo que antes era el hermoso obelisco de buenos aires, pues allí fue la ultima vez que me sentí así.

En un abrir y cerrar de ojos y sin saber como, me encontré de espaldas a la manada de objetivos que había avistado, no hay problema. Cual es el problema? por alguna inexplicable razón la alarma de un auto a un par de metros de mi ubicación comenzó a sonar lo que no solo llamo su atención, sino que revelo para ellos mi presencia. podría ser mi fin, no valía correr, no valía esconderse, no había cavidad para ninguna alternativa que no sea pelear. Por mi mente pasaron todo tipo de posibilidades y no importa lo que haga, la probabilidad de morir aquella noche era total, así que decidí pelear de la forma mas prudente posible.

*swinnn...

todo sucedió muy rápido, desenvaine mis largos y afilados cuchillos mientras se acercaban los condenados. Comencé a bailar en medio del caos  mientras los cuchillos hacían su trabajo; perforando corazones, cortando yugulares y cartílagos, descabezando con muchos cortes en combinación de patadas y volteretas, era todo un baño de sangre inexistente, el aire se tornaba de un color azul verdoso, era putrefacto y letal. los gritos de aquellas bestias desalmadas, sus llamados silenciosos y el aire me indican la hora de salir a correr así que rápidamente llegaré a mi destino. No seria en vano de no ser porque este parecía ser (por lo menos de noche) el concejo superior de imbéciles infectados. debía morir como el destino me lo propuso, el objetivo de vida que tenia y sus aspiraciones eran nulas, mi muerte no podía ser sin antes cargarme una buena horda de humanos sin sangre. Lo ultimo que se pierde es la esperanza, la esperanza de que alguien cometa un acto tan inútil como el suicidio, una muerte voluntaria de la portadora del arma cuya bala paso frente a mi a 853 metros por segundo, atravesando los cerebros de por lo menos 5 objetivos y causando su muerte instantánea.

No esperaba nada y aun así logró decepcionarme.


Destello de VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora