Me encontraba volviendo de una de mis últimas clases de lo que yo llamaba el infierno interminable, aunque otros prefieren llamarlo segundo de bachillerato.
Caminaba por la calle en la que apenas se veían niños arrastrando sus pesadas mochilas, mientras escuchaba una playlist de mi querida Ariana Grande de vuelta a casa para quitarme las integrales de la cabeza.
Llegué a casa y mis padres me preguntaron por mi día a lo que yo les contesté con mi habitual "como siempre".
El día pasó con increíble rapidez aunque pudo deberse a que me tiré todo el día en la habitación estudiando como una loca y sin tener contacto social. Así que para despejarme me coloqué los auriculares, me puse a escuchar ASMR y después de eso no recuerdo nada más aparte de quedarme sopa con el móvil en la mano.
7:45 am
Me levantaba con apenas ganas aunque con mejores ánimos ya que era Viernes y no quedaban más que unas semanas para nuestra esperada graduación.
Comenzamos el día con Nietzsche y Kant aunque no me importó demasiado ya que filosofía me gustaba bastante. Sin embargo no faltaron las típicas miraditas al reloj intercaladas con María y Mia (mis dos mejores amigas que me aguantan en lo malo y en lo peor ) deseando que se acabase esa pesadilla.
El resto del día se desarrolló sorprendentemente ligero y llegó la hora de irse. Mis amigas me comentaron que iríamos a un concierto que se celebraba en una de las facultades de la universidad (yo ni siquiera me negué porque la verdad que tenía ganas de socializar con personas y no con libros y filósofos fallecidos hace siglos )así que simplemente solté un "guaaaaaay"
Horas después de prepararme y ponerme algo cómodo Mia nos recogió primero a mí y luego a María. Llegamos a la facultad después de casi tres cuartos de hora buscando un sitio donde aparcar y estaba más lleno de lo que imaginábamos. Con gente de entre 18 y 26 años y un escenario increíble.
Durante el concierto conocimos a varias personas, entre ellas algunos chicos que nos sacaban alrededor de tres años
Yo era la más tímida del grupo así que me limité a contestar con monosílabos y alguna que otra frase corta. Del resto de la conversación se encargaron mis amigas en la cual estuve prestando gran atención para captar cualquier dato relevante sobre ellos.
Pero hubo uno que llamó especialmente mi atención.
Gonzalo
Ese era su nombre.
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Cariño, te quiero.
RomanceUna chica de lo más normal. Sacaba buenas notas, vivía en el pueblo más monótono del mundo y mi vida era el día de la marmota constante. Pero todo eso cambió
