Luna llena

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La semana se desarrolló bastante lenta ya que habían terminado las clases y no tenía nada productivo que hacer. Así que mi semana se basó en levantarme bastante tarde, ir a la piscina y salir alguna noche de fiesta con mis amigas.

Viernes por la mañana.

Ese día no me había hecho falta despertador para despegarme de la cama ya que de los nervios que tenía en el cuerpo me levanté automáticamente.
Decidí ir de compras y comprarme algo bonito para ponerme esa noche.
Recorrí varias tiendas hasta que algunas horas después me encontraba  en casa con mil bolsas encima de mi cama barajando las opciones sobre qué ponerme.

Como quedaban bastante horas para las 8 decidí ir a ver a mis amigas para pasar la tarde con ellas y aprovechar para decirles lo de mi cita con Gonzalo.
Me dirigí a casa de Mia y seguidamente llamamos a Marta para que viniese también.

-Qué dices tíaaaa - comentó Mia sobre "la noticia".

-Pero si el tío es de Madrid, ¿viene solo para una cita?- dijo Marta.

-Eso parece- dije orgullosa.

-¿Cómo no nos lo has dicho hasta ahora? - agregó Marta.

Esperaban mis respuestas como agua de Mayo.

-Bueno - les dije - No os lo dije porque igual los planes cambiaban o me echaba para atrás pero como os acabaríais enterando pues os lo prefería decir ya - agregué.

-Bueno te entendemos tranquila - afirmó Mia - Pero tíaaaa que has quedado con un chico (gritaba mientras agitaba las manos por el aire).

-¿Y qué tienes pensado ponerte? - me preguntó Marta.

- Pues la verdad que no lo sé, esperaba que me pudiéseis dar algún consejo.

Nos dirigimos a mi casa para enseñarles a mis amigas todo lo que me había comprado.

-Vayaaa, ¿pero te has llevado toda la tienda o qué? -dijeron sorprendidas.

- Buenoo, es que no me decantaba por una sola cosa así que... - dije.

Después de decidir lo que me pondría mis amigas se fueron ya que me tenía que preparar para la noche que me esperaba.

Al terminar de ducharme me empecé a maquillar, aunque tampoco demasiado ya que me gustaba ir lo más natural posible.
Me coloqué mi vestido blanco y mis sandalias de plataforma con el bolso que me compré a juego y como toque final me pulvericé mi colonia favorita.

Algunos minutos después...

Gonzalo me mandó un direct diciendo que me esperaba fuera. Llegó justo a la hora punta.
Salí de mi casa y me encontré con un BMW X6 negro y a Gonzalo dentro sonriéndome.
Le devolví el gesto y moví la mano a modo de saludo.
Entré en el coche, noté una sutil fragancia masculina que me inundaba las fosas nasales pero no me importaba, de hecho me gustaba y Gonzalo me dijo :

-¿Lista? - dijo mientras sonreía.

- Claro - contesté.

Arrancó el coche y nos dirigimos a un paradero desconocido ya que no tenía ni idea de hacia dónde nos dirigíamos.

Después de casi 20 minutos nos encontrábamos delante de un restaurante que tenía pinta de ser bastante caro aunque no me importó demasiado ya que afortunadamente en mi familia el dinero  nunca había  sido un problema y supongo que para él tampoco pero deduje que era pronto para hacer especulaciones de ese tipo.

-¿A nombre de quién tiene la reserva?-   preguntó la chica del restaurante  que no sobrepasaba la treintena.

-Gonzalo - dijo él.

-Gonzalo, Gonzalo.... Sí aquí está, pasen por aquí por favor.

Nos abrió paso ante una gran sala en la que se oían los murmullos de la gente y tenedores que chocaban contra los platos.

Cuando nos quedamos a solas en la mesa comenzamos a hablar.

- ¿Estás nerviosa? - me preguntó.

La verdad es que no entendía cómo sabia leer tan bien mis emociones en todo momento.

-Un poco la verdad, pero bueno , ¿la única manera de solucionarlo es hablando no?

-Tienes razón, pues déjame hacerte una pregunta. ¿Alguna vez has tenido novio?

Empezábamos fuerte y la verdad que lo que son novios nunca había tenido,  simplemente los típicos rollos de una adolescente por lo que le contesté:

-Pues novios no, simplemente algún lío  adolescente pero nada más. ¿Y tú?

-Nada serio, la única que creía que empezaba a ser de verdad terminó por ser la mayor decepción amorosa que me llevé.

-Perdón por lo que sea que te pasara.

-Tranquila, fue hace bastante tiempo. Ahora simplemente es un recuerdo.

La camarera vino para preguntarnos por lo que queríamos pedir, se lo dijimos y seguimos hablando.

-Así que este año empiezas la universidad - dijo Gonzalo.

-Sí, tengo muchas ganas de empezarla.
En cierto modo porque me iré de casa y viviré con mis amigas.- dije.

-¿Vais a un piso o a un internado?- preguntó.

-Aún no estamos muy seguras, pero creo que nos decantaremos por un piso.- contesté.

-Buena elección. Al fin y al cabo en los internados te acabas cansando de la gente.- dijo.

Acabamos de cenar y nos trajeron la cuenta la cual pagó Gonzalo al rechazar mi oferta de que yo también pagase parte de ella.

Volvimos al coche y como el camino era bastante largo pues seguimos hablando.

-Me lo paso muy bien contigo Alba, no sé,  desde que cenamos los seis el otro día me pareciste una chica interesante además de inteligente, y no lo digo porque quieras estudiar ingeniería claro. Bueno aparte de que eres una chica guapísima.

En ese momento me puse como un tomate y me replanteé decirle lo mismo a él así que tuve valor y lo solté:

-Gracias, tú también me pareces un chico muy interesante además de guapísimo.

- Vaya, gracias (se mostró sorprendido), ¿te estás relajando o me lo parece a mí?mí- preguntó.

- Puede - dije mientras sonreía.

El viaje se me pasó bastante rápido y cuando me quise dar cuenta estábamos en frente de mi casa.

-Te quería comentar, ¿me podrías dar tu número de teléfono? - dijo - el rollo Instagram me cansa un poco.

-Claro (le sonreí y se lo enseñé).

-Perfecto.

- Me lo he pasado muy bien contigo esta noche - le dije.

-Yo también - añadió con una sonrisa muy tierna.

En ese momento me se acercó a mí y me besó.
Al principio me quedé sorprendida pero luego me dejé llevar por su lengua y por los movimientos acompasados que nuestras bocas llevaban. Sus manos se dirigieron hacia mis caderas y mis pómulos.
Seguidamente  me confesó algo que hizo que mi corazón estallase.

-Te quiero Alba.

Estaba cansada de ocultar mis sentimientos por lo que le dije lo que yo sentía por él también.

Después de eso me acompañó a la puerta y me volvió a besar a la luz de la gran luna llena que había esa noche.

- Adiós Alba.

Le contesté con una sonrisa sincera y entré en casa sin reaccionar a lo que acababa de pasar.

Gonzalo me ha besado y me ha confesado que me quiere.

Entré en casa,  mis padres estaban en la cama ya que al día siguiente trabajaban.
Después de ponerme el pijama y lavarme los dientes me metí en la cama y me disponía a dormir cuando de repente recibí un mensaje de Gonzalo.

-Buenas noches princesa, te quiero.

Cariño, te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora