Sensaciones mágicas

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Me encontraba rodeada de sábanas que olían a Gonzalo y en una habitación que no era la mía por lo que recordé que me encontraba en la habitación de invitados de la casa de Gonzalo.

Me vestí con la ropa de la noche anterior, recogí la habitación y salí para dirigirme hacia la cocina.

-Buenos días dormilona- dijo mientras preparaba unos deliciosos gofres.

-Buenos días, bueno yo me voy ya. Gracias por dejar que me quedara- dije.

Se levantó del sofá y se dirigió hacia mi dirección.

-Te quedas a desayunar- y me plantó un beso en la boca.

Así que no dije nada más.

Después de acabarnos el increíble desayuno que  había preparado, llegó el momento de irme.

-Bueno ahora sí, tengo que irme- dije.

-¿Tan pronto?- me contestó con ojos de cachorrito.

-Sí y no me retendrás más- dije con una sonrisa burlona.

-Ya veremos... - dijo.

Nos despedimos con un afectuoso beso.

Llegué a mi casa y me la encontré vacía con una nota en la nevera, que decía:

"Por si pisas por casa, hemos ido de compras. Si te animas, búscanos por Fuencarraaaaal. Te queremooos"

Primero decidí darme un baño ya que ayer no pude darme ese placer. Una bomba de baño de Lush, música relajante, agua caliente y relajación en 3, 2, 1....

Después de darme un baño y vestirme, decidí reunirme con las chicas por lo que les mandé unos mensajes.

-Holaaaa chicaas- dije.

-Heeeey- dijo Mia.

-¿Vamos a una cafetería a que nos cuentes cómo te fue la noche o qué?-dijo entusiasmada.

-Vaya vaya, ¿para eso queríais que viniese?- dije riéndome.

Minutos después en el Starbucks...

-Tía, ¿dormiste en la habitación de invitados?- dijo Mía.

-No le veo el problema- dije un poco molesta.

-Joder, no te enfades pero si te ofreció dormir en su cama...-dijo.

-Simplemente no quería ir tan rápido, y él tampoco tuvo inconveniente en que me quedase en la habitación de invitados- dije.

-Vale vale, no más preguntas- dijo Marta.

El resto de la tarde estuve metida en mi cuarto haciendo trabajos y estudiando. Aunque en uno de mis "breaks" recibí un mensaje de Gonzalo.

-Igual esta noche te hago una visita...

-¿No puedes vivir sin mí o qué ? 

-Algo así.

-¿Puedes pasarte a las 9 ?

-Allí estaré.

Y depués de eso seguí con mis interminables tareas.

Unas horas más tarde.....

-Holaaa, vaya vuestro piso es genial.- dijo.

La verdad que yo también tenía suerte, ya que nuestro piso era bastante grande y muy moderno. Llegamos a mi habitación para tener más privacidad.

-Graciias- sonreí.

-¿Bueno qué es lo que estabas haciendo antes de que llegase?- dijo.

-Unas trabajos y estudiar- añadí.

-Vaya, menudo planazo. Aunque mola que seas tan aplicada, la verdad que yo hago lo mismo.- dijo.

-Buenoo, ¿qué quieres hacer?- estaba nerviosa y no sabía por qué.

-¿Quieres dar una vuelta?- preguntó.

-Perfecto- añadí.

Nos despedimos de mis amigas y nos dirigimos hacia ninguna parte. Simplemente caminábamos.

-Me lo pasé muy bien anoche.- dijo

-A mí también me gustó.- sonreí.

-Aunque te voy a confesar que me hubiese encantado que durmieses conmigo. Sabes, ayer te observé un rato mientras dormías y joder estabas guapísima.- dijo  mientras me miraba.

-Vaya, no sé si alegrarme o preocuparme por el hecho de que me espiases mientras dormía.- dije.

Le volví a hacer reír y nuestras risas terminaron expandiénsose por todo Madrid.

Después de un rato, decidimos volver a mi casa. Llegamos a mi habitación y se acomodó en un sofá que tenía en una esquina.

-¿Qué me dirías si me quedase a dormir?- dijo-

La verdad que no había barajado esa opción así que le contesté con lo primero que se me ocurrió.

-¿Por qué, quieres quedarte?- dije directa.

Mi respuesta pareció sorprenderle por la forma en la que me miraba.

-Bueno, no tengo pijama. Simplemente quería ponerte a prueba. -dijo.

Me reí por su broma del pijama por lo que le dije:

-Como si te importase el pijama....

-¿ Por qué en tan poco tiempo me has llegado a conocer tan bien?-preguntó.

-Pues no lo sé, simplemente eres una persona transparente ante mis ojos, nada más.- dije.

-Eres increíble Alba.- dijo admirado.

-Gracias, yo también te quiero.- dije lanzándole un beso al aire.

-Bueno, es hora de que me vaya. Ya es bastante tarde.- dijo mientras se levantaba del sofá.

-¿Tan pronto?- dije.

-Sí, ahora soy yo el que se va- dijo, intentando imitarme.

-Ohh de acuerdo señorito- dije- pero luego no me vengas diciendo que me echas de menos..

Y me besó. Así que con eso fue una respuesta más que suficiente.

Le acompañé hasta la puerta y nos despedimos.

-Te quiero Alba.- dijo.

-Yo también.- añadí.

Después de que se fuese, me preparé para irme a dormir, di las buenas noches a Marta y Mia y me metí en la cama.

Me puse a pensar en cómo me había cambiado la vida al trasladarme a Madrid, aquel concierto y Gonzalo.

Jamás me había alegrado tanto de haber ido a una fiesta/concierto, porque sino no le hubiese conocido a él.

Y entre tanto navegar por pensamientos, mi cabeza puso el modo avión y me quedé dormida.









Cariño, te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora