Cada vez estaban más cerca las vacaciones de navidad, apenas quedaban unas semanas y yo estaba ansiosa por ver a mis padres.
Estaba echada en el sofá viendo un capítulo de Stranger Things.
Junto con mis mejores amigas, evidentemente.
-Joder con el demogorgon. - dijo Mia.
-Oye, cuando se acabe este capítulo me toca la tele. Necesito el final de Merlí ya. - anunció Marta.
-Estoy de acuerdo.- concluí.
Algunas horitas después....
-Me muero.- concluyó Marta después de terminar su serie.
-Me uno a ti. - añadí.
Mía se había ido a su habitación ya que esa serie no le gustaba demasiado. Y de paso aprovechó para comenzar ese nuevo libro al que tenía tantas ganas.
Después, yo también me fui a mi habitación dejando a Marta en el salón comenzando otra película.
Hacía mucho tiempo que no llamaba a mis padres, así que cogí el móvil y me disponía a llamarles cuando me di cuenta de que tenía una perdida de Gonzalo. Pero pospuse esa conversación.
1 tono, 2...
-Hola mamá, ¿Cómo estáis?- dije.
-Cariño, no te lo vas a creer. Aprovechando que tenemos unos días libres en el trabajo vamos a ir a verte. Quería que fuese sorpresa, pero no podía aguantar. -comentó entusiasmada.
-En serioooo!??- no cabía en mí de la ilusión que tenía en ese momento.
-En una hora estaremos ahí cariño, te queremos. - dijo.
-Aquí os espero, adiós mamá. -y les tiré un beso telefónico.
Después de colgar llamé a Gonzalo.
-Hola, he visto tu perdida. ¿Querías algo?- dije.
-No lo sé, quizá verte. Llevo sin verte varios días, sé que estás ocupada pero me apetece verte. - comentó.
-La verdad es que no he estado haciendo nada. Pero hoy no voy a poder quedar contigo me vienen a ver mis padres unos días.- le dije.
- ¿Y qué pasa?- comentó extrañado.
-Que aún no les he dicho que tengo novio.- contesté.
-Vaya, ¿Tan pocas expectativas tienes en la relación que ni se lo has dicho a tus padres?- dijo con un tono de decepción.
-No es eso, simplemente quería esperar a decírselo en persona.- dije.
-Vale, lo entiendo.- dijo relajado.
-Y a todo esto, ¿Se lo has dicho tú tus padres?- le pregunté.
Esperé que dijera que sí.
-Claro, y por eso te llamé porque creí que ya era tiempo de decirles que tenía novia.- dijo.
-¿Y qué te dijeron?-pregunté.
-Que se alegraban mucho y que estabas invitada a venir a casa cuando quisieras.- dijo.
-Vaya, gracias.- me sonrojé sin darme cuenta.
-¿Cuándo podré verte?- me preguntó.
-Pueees, no sé. Mis padres estarán aquí tres días.- anuncié.
-Vale, ¿pues te quieres pasar por mi casa el Viernes?-preguntó.
-Trato hecho, te tengo que dejar. Te quiero.- dije.
-Te quiero.- contestó.
Colgué el teléfono y me di una ducha.
Cuando terminé miré la hora y pensé que mis padres estarían al llegar así que me senté en el sofá a esperarlos.
Ahora era yo la que estaba sola en el salón ya que mis amigas estaban haciendo sus tareas.
Y por fin, llamaron a la puerta.
-Mamá, papá.- y me lancé a sus brazos.
-Alba, te hemos echado mucho de menos. ¿Qué tal?- preguntó mi madre.
-Os he echado muchísimo de menos.- dije.
-Nosotros también a ti cariño.- añadió mi padre.
-Bueno, tu padre y yo vamos a dejar las maletas al hotel y después te vendremos a buscar para salir a dar una vuelta.- dijo mamá.
-Valeeee.- añadí.
Nos encontrábamos dando un paseo por Madrid, cuando decidimos parar para tomar algo.
-Buenoo, ¿Qué tal la universidad?-dijo mi madre.
-De momento bastante bien.- les dije.
-Bueno, ¿Hay alguien especial o algún amigo o amiga?- me preguntó mi madre.
-Bueno, sí. Hay un chico, se llama Gonzalo.- dije cortada.
-¿Es tu novio?- me preguntó mientras mi padre escuchaba atentamente.
-Eehh, sí.- dije.
-¿Tienes fotos?- preguntó.
Mi madre tan curiosa como siempre.
Pero la verdad era que no tenía ninguna foto con él. Dios mío, que penoso.
Nota mental: Sacarme alguna foto con mi novio.
-Mmm, no.- dije.
-Bueno, ya nos lo presentarás.- dijo mi padre.
-Claro.- dije.
Después de casi dos horas, decidimos ir a cenar todos juntos y después mis padres me dejaron en casa y se fueron al hotel.
Mañana era Miércoles y tenía clase, así que preparé todo y me fui a la cama.
Pero no sin antes escribir a Gonzalo.
-Hola, acabo de llegar a casa ¿Tú que tal?
-Hola, básicamente me he tirado todo el día estudiando para el exámen del Jueves.
-Planazo.
-Si eeh, ¿entonces bien con tus papis?
-Genial, les había echado mucho de menos.
-¿Más que a mí?
-Mira que eres tonto!
-Y lo que me quieres...
-Ya. Bueno te dejo descansar que ya es tarde.
-Ojalá aquí conmigo ahora.
-Te quiero mucho, buenas noches Gonzalo.
-Te quiero.
Y me puse a pensar.
Y de lo poco que sé de amor, supongo que son esas pequeñas cosas, el día a día, la complicidad el uno con el otro...
Ay Gonzalo, quién diría que un concierto nos traería tantas sorpresas...
Eso sí, esperaba que nuestro amor durase mucho más que una canción.
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Cariño, te quiero.
RomanceUna chica de lo más normal. Sacaba buenas notas, vivía en el pueblo más monótono del mundo y mi vida era el día de la marmota constante. Pero todo eso cambió