Bluff (Death note Fanfic)(Light, L y tú)

Póker

Advertencia: si eres sensible a los siguientes temas no leas la novela: sexo, apuestas o juegos de azar, muerte y distintas formas de criminalidad. Esta novela tiene escenas de sexo y lenguaje obsceno, por favor se les recomienda discreción.

Ella iba caminando revisando que todo estuviera en perfecto estado. Las máquinas de mil colores listas para atrapar al que se sentara. Las mesas completamente lisas y sin una sola mancha de la noche anterior, perfectas para sacar de quicio a las personas. Revisó todas las barajas en la caja fuerte, selladas, listas para un nuevo juego. Luego subió a las salas privadas revisando que estuvieran limpias, organizadas y relucientes. Todo lo revisaba con guantes de seda blancos para captar cualquier mínima mota de polvo y miró con suficiencia a los yakuza que se encontraban detrás de ella. Sabía bien con quien se estaba metiendo y no tenía una pizca de miedo, después de todo ella ya era una profesional. Se voltea sonriente y los saluda con una reverencia.

Los señores altos, un poco pasados de peso, calvos y posiblemente llenos de tatuajes al estilo japonés que eran cubiertos por sus finos trajes. Ella, una pelinegra de ojos grandes pero casi tan negros como su pupila, pómulos alzados, rasgos finos y maquillada a la perfección dando una ilusión natural, vestía un chaleco rojo, una camisa blanca, pantalón negro y unos zapatos de tacón negro con suela roja. Claro, jamás faltaría su sombrero top hat, era un estilo comúnmente usado por los directores de los circos, donde la distancia entre el ala y la copa de sombrero era más de la común de los otros, tal vez de unos 20 o 30 cm. Claro, al momento que hace la reverencia su sombrero cae pero ella lo recoge justo antes que toque el suelo. Se queda de esa manera, en su reverencia y sosteniendo el sombrero boca arriva dejando ver el oscuro final del mismo. Los señores sonríen confiados pues la joven no pregunta sus nombres y francamente no le importa. Ellos sacan unos sobres y se los dejan en el sombrero a lo que ella sonríe feliz y satisfecha, pensar que antes no se imaginaría ganar tanta plata en toda su vida. Vuleve a colocarse el sombrero, da una vuelta alrededor de la mesa roja decorada con oro puro y de asientos de terciopelo. Va a salir por la puerta trasera de la habitación pero antes de hacerlo les advierte.

—Esta puerta lleva a las escaleras de emergencia, pero el repartidor sabrá por donde llevarlos después de eso si necesitan escapar, si desean que esto pase solo digan "Killer Queen" —habla y se escucha como se cierra la puerta.

Inmediatamente va hacia la derecha y abre una puerta secreta en la pared completamente blanca, nadie jamás sospecharía de aquello. Entra en una habitación y ve un montón de pantallas trasmitiendole absolutamente todo lo que debe saber sobre esos señores. Ve como inspeccionan la habitación, buscan por cámaras y micrófonos pero jamás lo encontrarán. Inspeccionan todo meticulosamente, hasta levantan las sillas y mueven un poco las lámparas, por supuesto todo con guantes. Una vez se encuentran satisfechos salen del casino, no les despega la mirada hasta que salen. Luego se fija en la entrada y ve a un chico de no más de 25 años vestido de jeans, una camiseta blanca, cabello negro, desordenado, largo y con ojeras que llegaban al piso. Bueno, era de esperarse ver al mejor detective del mundo en el caso más extraño del mundo, Kira.

Ella baja por las escaleras con calma, sabe porque L está aquí y no perderá la oportunidad para volverlo a atrapar. Sin duda ella sabe que ahora será más difícil pues ya cayó una vez y no caerá dos veces, o al menos eso es lo que él cree. No había un mejor pasatiempo para __________, engañar y jugar con las personas le parecía algo tan peculiar y tan difícil, sobretodo cuando eran como él.

Lawliet se estaba mordiendo el pulgar cuando llegó al casino. Juzgaba las apariencias de los que salieron y dedujo que  _______ no había dejado sus juegos. Suspiró algo decepcionado, no quería volver a abrir las heridas del pasado. Se quedó ahí, detallando el casino y mirando a todo el mundo, jamás entendería porque las personas disfrutan de perder su dinero; bueno, a excepción de _________ que jamás perdía. Esperó a que llegara pues bien sabía que su casino estaba lleno de cámaras y que no había un solo punto siego, así era como ella operaba, agresiva pero también sabía cuando retirarse. Ella ha sido el criminal que L jamás ha podido atrapar, sabe quien es pero jamás ha logrado encontrar evidencia contundente en su contra entonces es fácil para los abogados argumentar lo circunstancial. Además, siempre que está cerca de atraparla desaparece sin ningún rastro, siempre ha estado dos pasos adelante de él y eso es algo que le encantaba. Aunque odiara admitirlo, _________ era alguien excepcional y muy inteligente. Siempre le gustaba perseguirla pues había algo en ella que lo llamaba a ir, no sabía exactamente qué era, bueno, sí lo sabía solo que se negaba a aceptarlo. L estaba tan confundido respecto a esta decisión pero sabía si alguien podía hacer las cosas de la manera más oculta posible era ella, además, con la reputación de Kira quien de verdad sabría si ella estaba a salvo y esa era la verdadera prioridad del detective con aspecto de vagabundo.