III

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A la medianoche me puse mis pantalones negros y mi sudadera blanca que cada vez se estaba tornando más y más roja por la sangre de mis victimas, ¿por qué no lo lavo? cada gota, cada salpicadura, cada mancha es como una medalla para mi, una medalla con una historia detrás que comparto orgullosamente con Jeff quien ya estaba preparado para ir juntos de cacería.

- Vamos a hacer así, me dices el número que quieras y nos fijamos en mi libreta quien tiene ese número, si? No me gusta matar por matar, los que están aquí - señalé la libreta - se lo merecen.

+ Jajaja que tontita eres, si es así quiero el 75

- 75… - busqué en mi libreta - Ruben Doblas Gundersen pero vive en España, la semana que viene me encargo después de la mudanza… Elije otro.

+ ¿Mudanza? ¿A España? ¿La próxima semana? - gritó enojado - ¿ Cuándo pensabas decírmelo?

- Me enteré hace unos días, mi hermano me necesita y yo lo extraño demasiado - susurré llorando - Luego de lo que me dijiste ayer no quería decírtelo, no sabía como reaccionarias… Creeme que no quiero dejarte sólo - fui corriendo a sus brazos, lo abracé con fuerzas y comencé a llorar como no lo hacía desde hace años - Perdón pero yo no viviré por siempre y cualquier mañana puede que simplemente no despierte estando lejos de la persona que más quiero en el mundo, mi hermano Franco .

+ “…la persona que más quiero en el mundo, mi hermano Franco” - susurró - ¿ y yo que soy? - una lágrima se escurrió por su mejilla - Te creía diferente, ¿sabes?

- Jeff no me mal intérpretes por favor, a ti te amo pero se que te tendré eternamente, a Fran no.

+ Tienes razón, yo no importo porque nunca me acabo, siempre seré una buena segunda opción - se calló por unos minutos hasta que finalmente susurró tristemente - Tal vez nunca tuvimos que estar juntos, somos muy distintos por lo que ambos saldremos perjudicados si seguimos con esto.

- ¿QUÉ? No no no, no quiero - grité entre sollozos - Tu puedes ir a España y vivir conmigo, visitarme o tener una relación a distancia.

+ No Jenn, ya está. Tu misma lo dijiste, soy eterno y me dolería perderte o anclarte a una vida de constante adolescencia. Vos vas a enamorarte, casarte, crecer, formar una familia con hijos, nietos y mascotas; todas cosas sencillas que mereces pero no puedo darte.

- No me importan esas cosas, yo te quiero a ti y solo a ti porque te amo

+ No, no me amas me idólatras. Soy un simple capricho del que te aburrirás al pasar los años - suspiro - va a ser mejor que me vaya, fue un placer haberte conocido y nunca olvidaré todo lo que hemos vivido juntos. A partir de ahora ya no me verás pero seré tu ángel guardián.

- ¿Puedo hacer algo para impedirlo?

+ No pequeña, ya está decidido. Adiós

En ese instante desapareció de mi departamento, de mi vida. Abracé mis rodillas y comencé a llorar otra vez. Cuando me quede sin lágrimas me dirigí a la cocina y me serví una copa de mi resiente cosecha, disponiéndome a armar la valija luego de terminarla ya que adelantaría el vuelo, cuanto menos tiempo pase sola mejor.

Dos días después ya me encontraba en el aeropuerto esperando mi vuelo para ir a España…

Rubén Doblas, la victima más difícil de matar (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora