El Recuerdo de tus ojos

Epílogo

"Hola diario, tiempo sin que llenara tus páginas, estos dos últimos año he vivido el más dulce de los sueños...  Y lo mejor de todo es que es mi realidad.   Para comenzar te cuento que ya no vivo en América,  junto a mi esposo nos hemos mudado a un país maravilloso.  

Hace dos días cumplimos dos año de casados ¿Puedes creerlo?  Ahora soy la nueva duquesa de Granchester y a pesar de todo lo que he tenido que aprender, las reglas, etiqueta y el riguroso protocolo inglés, debo decir que ha sido increíble la aventura de estar viviendo cada día junto a mi esposo e hijo. 

 De principio fue muy difícil el hacer las cosas de acuerdo a todo lo que se me exigía, adaptarme a sus reglas, cambiar mi vestimenta y peinado, pero mi esposo ha sido tan paciente conmigo y me ha llevado de la mano como si fuese su mas preciada obra de arte.

Terry hace que cosas tan sencillas, él las convierte en inolvidables.

El ha creado en mí nuevos recuerdos que llenan mis días y mi vida de inmensa alegría con cada momento vivido a su lado.  Y aunque no temí a dejar en el pasado todo aquello que mi mente había querido olvidar; su luz llenó la oscuridad que arropaban mis recuerdos y los cuales surgieron logrando brotar en mí mucho más amor  en este hombre que con sólo mirarme transforma mi existir.

 Recuerdo como hace dos meses en nuestras vacaciones en Strafford Upon Avalon, la casa que él me regaló para mi cumpleaños,  me levanté con un fuerte dolor de cabeza y entonces como si fuese un destello de luz todos aquellos recuerdos de mi pasado llegaron a mí.

Ver mi vida como si fuese un libro y poder ser espectador de cómo sucedieron las cosas y  como mi destino había cambiado, me dio una nueva perspectiva de como debía de ser y cuidar a aquellos seres tan importantes para mi y no dejar jamás que nada, ni nadie nos separará.

Ese día me encontraba sola en estudio, a oscura sólo con la luz de la luna y en espera de su llegada. Nuestro hijo dormía, había jugado y correteado por el jardín de Narcisos, hasta que no pudo más del cansancio.  Me encontraba revisando las cartas que había escrito para mi familia, las que tenia guardadas y aquellos tesoros que tenia junto a ellas, donde el protagonista era sin dudar Terry.  Estos eran mis tesoros, Albert me había devuelto mi diario y Annie había guardado el álbum de recortes lleno de fotos de Terry desde la primera vez que subió a un escenario.

El día que me llevó por primera vez a aquella enorme casa me di cuenta que seria nuestra casa, era hermosa y su vista aún mas.  Sean adora montar caballo con su padre y recorrer el campo junto a él. Para nosotros Strafford Upon Avalon es un escape a la rutina de ser los duques de Granchester y aquí éramos sólo Terry, Candy y Sean, aquí es donde nos olvidábamos del protocolo, subimos a los arboles, corremos por el campo y jugábamos como si fuésemos niños.  

No creo poder pedir más felicidad al mundo.  Bueno si creo...  

Esa, nuestra casa de Strafford, estaba llena de él,  en ella guardaba aquellas obras de Shakespeare que le recordaban tanto una de sus grandes pasiones y aunque ahora sólo disfrutaba con mirar, leernos, aunque sé que aún guardaba sentimientos encontrados por la actuación, también sé que él jamás dejaría lo que hace ahora. 

Miro a mi derecha y colgado en la pared, justo en el lugar que se puede apreciar desde cualquier lugar está  el cuadro de mi hogar.  Recuerdo cuando una tarde, luego de sus reuniones parlamentarias, llegó  sonriente y diciéndome que había encontrado un pedacito de mí en la calle.  Al abrirlo sonreí, frente a mí el cuadro del Hogar de Ponny.  

Son tantas cosas que me gustaría contarte diario, tantas que he vivido junto al hombre cuyo ojos ya no dibujo, pues ahora los tengo junto a mí.   

Ese día en el estudio, al llegar Terry me miró con aquella sonrisa especial que sólo guarda para mí y entonces se acercó suavemente mientras yo le miraba aun más enamorada de lo que estaba esa mañana antes de él partir.  Siempre he estado enamorada de él, de sus ojos, su rostro, su pelo, su cuerpo, en fin de todo él. Desde el barco, en el colegio, en la segunda colina de Ponny, esa noche donde por primera vez supe lo que era el amor y aún más de esos ojos que me acompañaron durante el tiempo que no recordaba nada.

Se acercó a mí  me besó y acarició mi abultado vientre dandole suaves caricias y haciendo que nuestro hijo se moviese dentro de mi en respuesta a sus manos.  Algo que sí debo confesarte diario y es que mi esposo no ha perdido el tiempo y ha recuperado el pasado.  Sabes a lo que me refiero ¿Verdad?

El estaba seguro era niña y debo confesar que sí, tuvo razón.  Ellie Ann Marie Granchester nació hace 5 meses.  Ese día le miré y entonces le confesé que esa mañana mis recuerdos habían vuelvo y que le amaba más que a nadie en este mundo y con un suave beso me afirmo que también me amaba y que así como yo era su vida; él también era la mía.

Hoy querido diario, luego de tantas páginas en blanco que he dejado en ti, quiero decirte que soy feliz, que aquel joven engreído  mal educado del que te hablé y con el que tanto peleaba hace ya tanto años, es ahora mi esposo amado y que soy inmensamente afortunada de tenerlo.

Mis hijos son muy felices, Sean es la copia fiel de su padre en todo, la pequeña Ellie Ann es tan traviesa y estoy segura será la que hará que su padre tengas bellas canas antes de tiempo. 

No le digas a Terry, pero es como yo.... ¡En todo!

Y hoy debo confesarte querido diario que me acabo de enterar que tendremos nuevo miembro en nuestra familia y que sólo espero la llegada de Terry para decirle que la cigüeña pronto nos visitará.  Era lógico, desde que nos casamos mi esposo es fiel en su desempeño de hacerme la mujer más feliz del mundo en todo la extensión de la palabra.

Debo irme, creo que ha llegado, disculpa si casi no escribo en ti, pero quiero que sepas que soy feliz y que ahora ya no sólo tengo el recuerdo de sus ojos, sino que tengo todo de él."

C.W. G.

Fin!!!

Cortito lo sé... Pero quería  terminar esta historia con esto.  Espero les haya gustado!!!

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