35: Dos Opciones

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A penas había despertado la prima de mi novia ya estaba preparando el desayuno, el hombre mayor de la casa aún no había despertado pero era normal en él por lo que me dijo la otra chica. Ambas desayunamos tranquilas y a los pocos minutos ya estábamos en su auto para ir al hospital.

Entramos sin ningún problema y nos dirigimos hasta la habitación correspondiente. Afuera de allí estaba una tía con el primo de ______ hablando tranquilamente mientras tomaban un café. Ambas saludamos amigablemente y de pronto la señora me tomó de la mano haciendo que la mirara:

—Ella está dormida adentro. Ayer no cenó nada, ¿Podrías ver si quiere algo?— yo asentí con gusto y me aproximé a la puerta blanca para abrirla.

Al entrar la mamá de mi novia abrió los ojos y me sonrió, devolvía aquel gesto y miré a mi novia que estaba en un sofá incomodo en donde se encontraba dormida. La señora me hizo un gesto de no hacer bulla y asentí para luego acercarme a ella.

—¿Cómo está?— hablé bajo

—Muy bien— dio unas pequeñas palmaditas en un espacio de la camilla—Siéntate. ¿Tú estás bien?

—Lo estaré cuando ella lo esté— miré a la menor que tenía un rostro angelical combinado con amargura por la incomodidad.

—Aún no puedo creer que estés aquí— susurró y la miré con una pequeña sonrisa—Con ella sobre todo. Esa chica loca de allí siempre te ha amado, no sabes cuánto tiempo me tuvo hinchada con "Camila Cabello" por aquí "Camila Cabello" por acá— soltamos una pequeña risa juntas—Y ahora estás acá, en carne y hueso, al frente de mis ojos.

—Lo sé, para ella también es algo loco

—Claro que lo es. Has cumplido un sueño imposible para mi hija, ¿Te das cuenta de la grandiosa que has vuelto su vida? Por favor, no le hagas daño

—Claro que no, señora— la miré sincera—Eso nunca

—No te conozco, cariño, pero puedo ver que eres grandiosa
Le di una sonrisa y ella presionó un botón para que la camilla se doblara y ella pudiera estar sentada.

—Escúchame— asentí—No se cuánto tiempo dure aquí, Camila. Sé que me iré, eso está muy claro para todos aquí. Así que debo decirte esto... Cuídala y ama por mi, pero no más de lo que yo lo he podido hacer.

—Lo haré, créame que si— la mano de la mayor se posó encima de la mía mientras me miraba con los ojos un poco cristalizados

—Recuerdo... esos días donde colocaba tus canciones a todo volumen en la casa, creo que todos ya sabíamos perfectamente cuál era tu voz— rió—Esa niña siempre estuvo loca por ti, ella decía que serías su futura novia pero nunca imaginé lo posible que eso iba hacer. Mi hija es grandiosa y no lo digo por ser su madre—asentí—Ella a pasado por cosas que una niña de su edad no merece, y ahora supongo que su relación cada día será más complicada... pero les tengo toda mi fe. Camila, puedo ver que ustedes estarán juntas por el resto de sus vidas, terminaran muertas sí pero juntas— sonreí—No dejes que esté triste cuando me vaya, por favor

—Lo prometo, señora— sonreímos y miré a mi novia que seguía dormida pero frunciendo las cejas.
—¿Quieres que te prometa algo yo a ti?— la miré confundida—Hay algo que te asusta, lo puedo ver en tus ojos— suspiré y asentí

—En dos días debo irme, tengo una presentación obligatoria y aún no se lo he dicho. Yo sé que ella está con el dolor acumulado pero no sé que debo hacer para que sepa que no tengo ninguna intención de dejarla. Mucho menos ahora.

—Aveces en la vida tenemos dos opciones, hija. Arriesgarse por la persona que amas o arriesgar a la persona que amas. 

_______ Castillo:

Conceptos de Amor: Camila Cabello y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora