03: Qué pequeño el mundo es

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Camila Cabello:

—¿Por qué no me dijiste que me conocías?— le pregunté a ________ quién comía su helado de chicle. El mio es de chocolate con galletas.

—Pues nuestra conversación iba increíble, quería que fuera normal entre dos personas que se conocen por primera vez
—Gracias— le sonreí
—Espero no cambie nada ya que se quién eres
—No lo creo. Tú y tus amigos son increíbles, espero volverlos a ver

Mi celular empezó a vibrar dándome a entender que me llamaban. Saco aquel aparato viendo la llamada de Natalia quién contesta antes que yo:

¡Karla Camila, soperra!— reí —Te dije que salieras pero tampoco que te escaparas
¿Lo siento?
—¿Dónde coño estás?
—A dos cuadras en el parque, ya voy para allá
Ven con cuidado. Te espero

Terminé la llamada y miré a los chicos que jugaban como pequeños niños en los juegos mientras _______ me hacía compañía.

—¿Debes irte?— asiento —¿Quieres que te acompañe?
—No, ya hiciste mucho por mí —nos sonreímos —Me iré antes que mi prima me mate. Un gusto conocerte a ti y a tus amigos

Ambas nos pusimos de pie y me despedí a lo lejos de aquellos chicos que hicieron lo mismo.

—Ve con cuidado
—Tú también cuídate— le dije para luego depositar un beso en su mejilla helada por el frío e irme.

_______ Castillo:

—¿Te vas a casar?— dijo Samantha que había llegado a mi lado mientras mirábamos a la famosa caminar alejándose cada vez de donde estábamos.
—Definitivamente.

Luego de aquel loco momento fui a mi casa para poder almorzar algo antes de que empezaran mis clases de la tarde.
Mi tío había cocinado su rica lasaña había llegado a tiempo pues la casa olía de aquel rico aperitivo recién caliente.
Mi tía me había pedido que ayudara a mi primo Xavier con su tarea mientras que ella ordenaba la mesa y así fue, aunque aveces daba miedo pues las ocurrencias de mi primo era difícil darle una respuesta que él entendiera o quisiera.

—No entiendo porque debo saber cuántos caramelos se reparten los amigos de Pedro. ¿Por qué no se los come él solo y ya?
—Porque son sus amigos— hablé mientras reía —¿Tú no compartes con tus amigos?
—No, ellos tienen su comida, ¿Por qué debería darle de la mía?
—¿Por qué los quieres?
—Entonces se nota que no es así— se excusa

Aquel niño en el futuro sería muy difícil romperle su corazón, lo contrario de mi por supuesto y era una gran ventaja que yo envidiaba de él. Era cruel la manera en que la vida te enseñaba más del amor cuando no querías recordarlo en ése momento.

Habíamos almorzado tranquilos mientras platicamos de como iba nuestro día. No les conté sobre lo de Camila pues quizás no me lo creerán y tampoco sabrían a quién me refería. Había muchas probabilidades de que no me vuelva a cruzar con aquella mujer y era mejor no ilusionarme contándole al mundo.

Cuando esperaba a la hora adecuada para irme de nuevo a la Universidad fueron publicadas fotos de Camila en la cafetería y vídeos, sí, en las mayorías salía yo hablando con ella pero no se notaba mi rostro sólo mi espalda por suerte. Y si no me equivocaba de éste fandom la mayoría buscaría información de aquella chica que hablaba con su cantante favorita.

—Adiós, pequeño— le alboroto el pelo a mi primo —Dile a mi tía que regreso luego
—¡Vale!

Por todo lo sucedido hoy se me había olvidado que ésta clase la tenía junto con Esther y era lo mejor y peor para mí. Tenía dos horas para estar a su lado pero ahora resultaba incómodo tanto para mí como para ella.

Conceptos de Amor: Camila Cabello y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora