Prólogo

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— Eren.

El aludido alzó una ceja al oír el llamado de su hermanastra, Mikasa se encontraba detrás de un sofá viéndole de una manera extraña.

— ¿Qué pasa? —Le respondió a la par que lavaba un par de trastes. Aunque la rara mirada de la chica le seguía inquietando.

Mikasa parecía estarle analizando lentamente, no asomaba ninguna parte de su rostro que se encontraba detrás de aquel sillón más que sus ojos. Eren jamás lo diría pero estaba extrañamente aterrado, esa mirada de su hermanastra le helaba la sangre además de que no tenía idea de qué podía estar pasando por su cabeza, la mente de Mikasa era un misterio para todo el mundo.

Pronto el castaño pudo ver como los labios de la pelinegra se movían lentamente formando una extraña pregunta, una que lo dejó completamente anonado.

— ¿Te gusta Armin?

Eren soltó el plato que se mantenía en sus manos al oír aquellas palabras salir de la boca de Mikasa, ¿De qué hablaba? Aquello lo había tomado por sorpresa. 

— ¡Eren! ¡¿Qué rompiste mocoso?!

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Eren al oír el llamado de su madre, rápidamente pateó los restos del plato por debajo de la mesa que se encontraba en la cocina en caso de que Carla bajara para así evitar un terrible regaño —Eren estaba seguro de que a su madre le daría un infarto si se daba cuenta de que había roto algo de su preciada vajilla por un descuido—. Mikasa únicamente miraba atentamente sus acciones, como si estuviera analizando todos y cada uno de sus movimientos.

— ¡No fue nada, mamá! —Gritó mientras miraba con molestia a su hermanastra la cual seguía mirándole furtivamente—. ¿De dónde sacaste esa tontería, Mikasa?

Tan pronto como dijo aquello la aludida asomó una libreta la cual segundos después abrió y empezó a leer de ella.

— Sábado dieciocho de agosto, Eren se sonrojó luego de que Armin le diera un cumplido por el terrible dibujo que hizo, ese mismo día Eren pasó todo el día tomando la mano de Armin y fueron al cine juntos. Eren no estaba viendo la película, estaba más pendiente de lo que Armin hacía —Leyó Mikasa a la par que el castaño le miraba con intriga—. Lunes veinte de agosto, luego de Reiner empujara a Armin, Eren se dispuso a atacar a Reiner a pesar de que no tenía oportunidades de ganarle, tuve que ayudarle después de ello, fue una suerte que no nos mandaran a detención. Martes veintiuno de ag...

— ¡¿Eso es lo que estuviste haciendo todas las vacaciones?! —Gritó con molestia el castaño, Mikasa simplemente negó mientras daba vuelta a las páginas de su cuaderno.

— No, casi un semestre, las vacaciones únicamente me ayudaron con mi investigación.

— ...—Eren guardó silencio ante aquella confesión, en realidad no sabía de qué manera tomar las acciones de la chica, había estado espiando muchas de las salidas que había tenido con Armin, salidas a las cuales ella no había estado invitada—. ¿Por qué razón has estado haciendo eso? —Preguntó enfadado, sabía que su hermanastra era algo rara, pero no a ese nivel.

— Tú responde, ¿Te gusta Armin?

— Tú responde primero, ¿Por qué has estado haciendo eso?

Mikasa soltó un suspiro y volvió a abrir su libreta.

— Desde hace más de un año has estado actuando extraño cuando estamos con Armin—Murmuró la de cabellos negros mientras escondía su rostro en aquella bufanda roja que siempre portaba—. Así que decidí investigar y llegué a la conclusión de que gustas de él.

Team Eremin! [Eremin] [SNK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora