Team Eremin! [Eremin] [SNK]

Capítulo 21

Los rayos del sol pegaban levemente contra su rostro. Sentía un peso sobre su cuerpo, sin embargo era algo cálido y bastante placentero, como si una persona le estuviera protegiendo.

Alzó la mirada y pudo ver como Eren dormía plácidamente mientras le abrazaba, sus ojos estaban completamente cerrados y podía escuchar como su respiración subía y bajaba. Tenía una suave sonrisa en su rostro, algo raro de ver en él... Normalmente cuando dormía parecía tener un gesto de enfado, sin embargo, ahora él se veía bastante feliz... Complacido.

El rubio sonrió ligeramente y se acomodó de mejor manera entre los fuertes brazos de su mejor amigo. Eren al notar aquel movimiento comenzó a abrir poco a poco sus ojos, observando la pequeña melena de cabello rubio debajo suyo. Parpadeó levemente para luego depositar un pequeño beso sobre la cabeza del chico. Armin sintió aquel gesto, sin embargo no dijo nada, simplemente se escondió en la cobija que cubría a ambos. El castaño soltó una ligera risa ante aquella inocente reacción que su compañero había tenido.

— Buenos días, Armin —La gruesa voz de Eren impactó contra su oído, el rubio sonrió ligeramente mientras sentía como un pequeño sonrojo se aprisionaba de su rostro. Amanecer junto a Eren... Había descubierto que era una sensación que deseaba sentir todas las mañanas de su vida.

— Buenos días —Respondió de vuelta. El castaño tomó las pequeñas palmas de su amado y paseó su mano por ellas. La idea de pronto ver aquel anillo en su dedo anular, le hacía sentir una inmensa felicidad. Todo comenzaría con esa pequeña joya y quién sabe, en un futuro sea una argolla de compromiso o un anillo de matrimonio que compartiría junto a él—. ¿Qué haces? —Musitó soltando una pequeña risa. Eren simplemente sonrió y acarició los cabellos de su amado.

— No es nada —Armin sonrió una vez más y dejó que su mejor amigo continuara con sus caricias. Le parecía algo bastante tierno, esperaba que en un futuro todo aquello siguiera.

Un silencio se formó entre ambos, sin embargo no era nada incomodo, al contrario, los dos amaban oír la respiración del contrario, sentir sus cuerpos pegados el uno al otro, algo simple... Tranquilo, que les llenaba de tanta paz. Era un momento hermoso a consideración de ambos.

Eren aún seguía preocupado por lo que había sucedido la noche anterior, haber visto a Armin llorando le había partido el alma. Detestaba que lo hicieran sentir mal, eso era algo que siempre había estado presente en él, desde que era niños, no soportaba que nadie le tocara un solo pelo, que lo hirieran y lo golpearan, por eso desde pequeños siempre había sido una persona muy conflictiva debido a que terminaba metiéndose en problemas intentando defender a su mejor amigo.

Deseaba preguntar qué era lo que le tenía tan afligido, pero ahora lucía tan calmado... No deseaba arruinar toda esa paz.

— ¿Crees que pueda ser así por siempre? —El castaño volteó a verle en cuanto escuchó aquellas palabras, no obstante, antes de que pudiera preguntarle a Armin a qué se refería sobre eso, el rubio volvió a hablar—. Me refiero a en un par de años —Soltó una risa nerviosa—. Cuando vayamos a la universidad, ¿Aún sigue en plan lo de ser compañeros de cuarto? —Pudo ver como el menor trataba de abrazarle, se veía sumamente tierno... Y feliz—. La idea de que podamos vivir juntos me emociona desde que empezamos la secundaria, sería como un sueño hecho realidad... Luego de terminar la universidad, podemos comenzar con nuestro plan de conocer el mundo, juntos.

Eren pasó saliva luego de escucharle decir aquello.

¿Cómo se lo decía?

Él también deseaba eso... Llevaban planeándolo desde que tenían al menos doce años, era uno de sus más grandes sueños, vivir junto a Armin, cumplir sus sueños al lado del otro. Simplemente era algo que deseaba con toda su alma, sin embargo... Si se quedaba junto a él, no podría vivir como deseaba... No podría darle a Armin la vida que deseaba para ambos.