El Banco

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Cinder-Wolf se encontraba colgando sobre una antena. Desde allí podía ver toda la ciudad. Queenline era realmente enorme. Los edificios eran excepcionalmente altos, y la belleza de sus parques era de ensueño. Su gente llevaba vidas tan ajetreadas como en cualquier otra ciudad.

Cuka se quedó observando y dio un salto hacia el techo de el banco. Se deslizó al interior y entró con cautela.
Había seis hombres, solo uno de ellos armado. Los demás traían un aparato de corte muy avanzado. Con él abrieron la bóveda ya sacaron el dinero en efectivo. El que tenía el arma comenzó a hacer llover los billetes sobre sí, para posteriormente meterlos en una bolsa.
Cinder-Wolf encendió su camuflaje. Se acercó al sujeto del arma. Lo hizo tropezar y le quitó esa arma. Luego lo dejó atado de pies y manos.
Siguió con los demás. Era un asunto sencillo. A menudo los ladrones no eran muy inteligentes y no organizaban bien sus estrategias de robo. Por eso, era fácil atraparlos si mucho esfuerzo. En menos de veinte minutos, los seis hombres se encontraban atados de pies y manos, apilados en una montaña de ladrones. Cuka se echó a reír. Le causó mucha gracia la escena.

De pronto. Cuando estaba en medio de su carcajada sintió que algo la empujaba hacia un lado. Fue a chocar con la pared metálica de impacto que ese algo le había dado. Luego de hacer un esfuerzo para levantarse, logro ver qué lo que la había empujado no era algo, era alguien.

Frente a ella se encontraba un chico como de su edad, quizás un poco mayor. Estaba vestido con un traje azul marino, que al parecer era bastante avanzado. No llevaba máscara. Se podía ver perfectamente su simétrico rostro y su sonrisa maliciosa.

-Disculpe mi brutalidad, Señorita -dijo cortésmente- pero lamentablemente usted le hizo lo mismo a mis compañeros. Ahora, si me permite debo retirarme.

-Oh, ¡no irás a ningún lado!- dijo Cuka, lanzándole una granada cegadora-

Pero en vez de dejar “ciego” a su objetivo, la cortina de humo solo la confundió a ella misma.

-¿Dónde estás? ¡Muéstrate cobarde!

-¡Estoy aquí!...no ya no. Ahora estoy aquí.

-¡¿Tienes poderes?!!!!

-Puede ser…

-¡Sabía que no era la única! -dijo sonriendo- por fin alguien que entiende lo que es poseer este poder.

-Me alegro de a verte dado un motivo para sonreír-dijo el chico-

La franja del traje de Cinder-Wolf comenzó a iluminarse.

-¿Y por qué te dedicas a robar en vez de ayudar a las personas?

-Es complicado.

-Nunca es fácil hacer lo correcto…pero si pudieras usar esos poderes para el bien yo podría ayudarte.

-No lo creo, Señorita. Deberías estudiar psicología, eres muy persuasiva. Suerte con mi sesión de rehabilitación...ya me siento una persona nueva -dijo sarcástico- Ah, y sigue sumergiéndote en tus sueños de niña inocente… solo no te entrometas en mis asuntos.

-Lo que haces está mal. Y si no quieres cambiar…tendré que hacer esto – dijo sacando sus varas de gimnasia-

-No te recomiendo hacer eso - dijo esquivando el ataque de Cinder-Wolf-

-Con poderes o no, yo no soy tan fácil de derrotar…

El chico la esquivó y desapareció.
Cinder-Wolf  buscó movimiento en el techo. De pronto algo la derribó. Ella sintió vibraciones adormecedoras en todo su cuerpo. Era una sensación similar a la electricidad, pero sin dolor. El sujeto quería dejarla inconcieniente.

-¿Ves lo que pasa? No deberías entrometerte. Ahora me veo obligado a lastimarte.-dijo el chico disparando de sus manos algo similar a unos rayos verdes-

Las vibraciones continuaron y dejaron a  Cuka inconcieniente.
El joven se acercó a Cinder-Wolf.

-Vamos a ver quién eres- dijo a punto de quitarle la máscara-
Su mano ya estaba sobre la máscara cuando se arrepintió de lo que quería hacer.

-No. Esto es demasiado sencillo para mí. Mejor que tú seas quien me revele su identidad sin que nadie te obligue. -le dijo al cuerpo inconciente-

Después de eso se marchó, pero antes dejó una nota escrita pegada a la frente de la chica.

Cinder-Wolf se despertó. Lentamente sus ojos se fueron abriendo tiempo después. Se sentía desorientada. Cuando recuperó la conciencia, se vio encerrada en la bóveda del banco. Tocó su frente y encontró la nota que decía:
~No te asustes, no sé quién eres. Eres muy buena en lo que haces, pero tienes mucho que aprender, para lograr vencerme. Y te recomiendo que salgas de allí antes de que la policía te encuentre.
Fue un placer conocerte, Cinder-Wolf. Espero nos volvamos a ver.~

-Sinceramente -pensó Cuka- yo también lo espero.

Cuka!Where stories live. Discover now