La bóveda

5 2 0
                                    

~En la bóveda del banco~
Las sirenas policiales sonaba a la distancia. Ellos llegarían pronto. Kentervury llegaría pronto. Cinder-Wolf entró en desesperación. No había agujero por el cual escapar. Ella retrocedió hasta chocar con una pared y se dejó caer al suelo quedando en posición fetal. Se sentía derrotada y estúpida por sus malas decisiones. Ahora se vería obligada a luchar con la misma policía para escapar. Le preocupaba la opinión pública. Atacar a la policía no le ayudaría a su reputación.

Menudo problema en el que la había metido el tipo de los rayos. Él tenía una habilidad impresionante y era… por cierto, ¡¡Ni siquiera sabía su nombre!!!

Las sirenas se oían más cerca. Pero ella tenía un plan. Era tan tonto como no haberle hecho caso al profesor. Abrió el metal como n sus dagas, pero no logró atravesarlo por completo. Entonces puso en marcha su idea. Multiplicó sus poderes por quince. Así salió de la bóveda, antes de que la policía llegara.

Saltó sobre un automóvil y salió disparada sin ningún control.

Su cabeza estaba completamente abombada. Todo se sentía rápido. Sus sentidos estaban más agudos que nunca. Podía oír las conversaciones de los transeúntes y entender lo que decían. También sentía el olor a jabón de la lavandería. Era realmente rápida y pudo esquivar todos los obstáculos que se le atravesaban de forma impresionante. Era una sensación de poder emocionante, pero a la vez aterradora. Sabía que con el descontrol que había en su cuerpo podría hacerle daño a alguien accidentalmente, y por qué no, a ella misma.

Se acercó a su barrio bufando de cansancio. Con desesperación en en la mirada buscó su casa. Tenía la necesidad de descansar. Sus músculos ya estaban atrofiados por el uso excesivo. Su habilidad, le había costado caro y no quería saber cómo estaría al día siguiente.

Su puerta estaba cerrada. Olvidó que traía el traje. Por fortuna Canela no estaba en casa, había ido donde una compañera de universidad.  Cuka entró por la venta de su habitación. La función especial del traje acabó y ella cayó rendida sobre la cama, sin quitárselo siquiera.

El sol entró por la ventana iluminando el traje de la chica. Ella despertó medio aturdida y sintió que traía el traje encima. Miró a la puerta y su hermano estaba parado allí. Ella le lanzó una almohada. El niño huyó. Ella entró en desesperación. Canela sabría quien es ella. Todo porque el mocoso entró al cuarto sin permiso. Miró por la ventana. Canela había llegado de la universidad y entró en la casa.
Cuka bajó por la ventana y se quitó el traje de Cinder-Wolf. Tocó la puerta. Canela le abrió y detrás de ella estaba el niño.

-Hola Canela ¡ Ya llegaste, me alegro!- dijo sonriendo- hola enano.

-Amelia!- dijo el niño- Cinder-Wolf vino a visitarnos, y ustedes dos se lo perdieron.

-¿De qué hablas enano?- preguntó Canela- deja de ver tanta televisión.

-¡¡Es verdad!!

Ignorando a su hermano Canela miró desconcertada a Cuka.

-¿Dónde estabas? Tú tienes clases en la hoy tarde.

-Fui a trotar un rato.

-Ya veo, si lo estás haciendo a diario te está funcionando. Has bajado mucho de peso esta semana.

-Sí! Vida saludable!! Ya era hora de que me cuidara un poco más.

-¡Pues me alegro mucho Cuka!

-Bien, ahora me iré a clase. Que tengan buen día.

El cuerpo le dolía como nunca. Y se sentía mareada a no más poder. Después se acordó de algo muy importante, no fue a la presentación de su mejor amiga.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 14, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cuka!Where stories live. Discover now