¿Un nuevo comienzo?

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Todomatsu regresaba hacia el atrio, sus delgadas piernas temblaban cual gelatina, su cuerpo no estaba adiestrado para tal cantidad de ejercicio; nunca lo estuvo— ¡¡¡ODIO SUDAR!!! —grito enfadado a tiempo que las estructuras volvían a crujir. Tenía que regresar rápido o no habría escapatoria. tomo un último respiro y siguió con su camino— ESTUPIDO KARAMATSU!! ¡IDIOTA! ¡IDIOTA! ¡¡¡IDIOTA!!! ¿PORQUE NADIE ME ESCUCHA!!?

<<No es tan sencillo como suena. Se supone que al crecer y tener una edad más "madura" debíamos recuperar todas nuestras memorias y llegar JUNTOS a este lugar, el frio haría presencia, las tinieblas se agitarían y la luz aparecería, junto a nosotros en un nuevo amanecer listos para escuchar nuestra última sentencia y ver que el castigo había hecho efecto... ¿QUE LES COSTABA ESPERAR UN POCO MAS!? —Gruño hacia sus adentros— Ah... cierto>>

— Esto me gano por creer que ya estaban list... — detuvo su andar de manera abrupta. Miró detenidamente un gran muro, Todomatsu podía jurar que hace unos momentos había una puerta de madera gigante— Estúpido Kusomatsu... por favor, no tardes...

Con un nuevo temblor las paredes poco a poco comenzaban a agrietarse y el estar de pie era casi imposible, solo había una forma de terminar con todo esto.

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— Os-osomatsu-nisan? — titubeo, momento en que la sonrisa del contrario se ensancho de tal manera que lograba que un escalofrío recorriera cada extremidad de su hermano, si es que ese era aún su hermano.

— ¿Por qué ese miedo Karamatsu, acaso te aterra saber que tu hermano siempre fue un demonio? o el hecho de que fueras arrastrado a todo esto es lo que te inquieta? —La tierra volvió a temblar y el crujir de la estructura les ensordecía. pero, ninguno se movió, ambos se mantuvieron firmes y con la vista siempre en el contrario— Le temes a la muerte?... porque yo no.

las palabras se enredaban cada vez más en su cabeza y se negaban a salir, Karamatsu estaba apostando en un juego que tenía las de perder; TODO O NADA.

— No sé a qué rayos estas jugando, pero ahora no es el momento —Juntando todo el valor posible corrió a su lado y en un intento de tocar a Choromatsu sintió el ardor en su mejilla, retrocedió unos pasos y lentamente alzo la vista a su hermano.

Osomatsu le había golpeado con tanta fuerza que parte de su piel comenzaba a tornarse morada y la inflamación hacia presencia ¿Siempre había tenido tal fuerza? — Osomatsu, por favor tenemos que ir con los demás!

— Que finalidad tiene si a fin de cuentas moriremos... ¡El cielo y el Infierno nunca perderán, nosotros sí!

— La petición dice...

— Sé lo que dice — interrumpe al menor. deja con cuidado el frio cuerpo de Choromatsu en el suelo y camina hacia el ex-sacerdote— Todomatsu no es el único que lo sabe; el castigo, su petición, nuestra supuesta "libertad" ¿Sabes a cuantas almas inocentes aniquilamos justo en este monasterio? ni siquiera se comparan con aquellas que perecieron en el pueblo. Lo que el cielo quiere es vernos sufrir y el infierno por igual lo desea. tan solo son unos bastardos que odian trabajar de más, y te lo dice quién fue el hijo principal de ese pelmazo...

Los temblores eran cada vez más intensos y las campanas eran tan solo un aviso de que su tiempo estaba corriendo. Si Karamatsu quería sobrevivir tenía que hacerlo ya— Si es cierto lo que dices no queda más, sin embargo, no me quedaré de brazos cruzados para averiguar la verdad.

—No me digas que tenías la ligera esperanza de que el cielo nos dejara en paz!? ¡HA! ¿Qué esperas que pase? ¿Llevarme a la iglesia, rezar como un perro al santuario de sus mentiras? —Karamatsu retrocedió, aquel que hablaba no era aquel estúpido hermano al que tanto admiraba, aquel flojo, convenenciero, tacaño y oportunista osomatsu—Pff por favor quieres dejar de ser tan ingenuo? —Comento con voz cantarina— Ya no existe perdón alguno para nosotros, todos fuimos pecadores, nos opusimos a las leyes divinas. Yo mate a todo el que se cruzara en mi camino por amar a mi enemigo y ustedes... El supuesto perdón que les concedió el cielo son solo palabras al aire y No caeré de nuevo en su maldito juego.

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