Mi deseo eres tú. (Primera Parte) 《TERMINADA》

Capítulo 26.

Los días pasaron de forma efímera y con grandes cambios. En cuanto a Fernanda su vida se llenó de felicidad, desde que Zoé y Claudia volvieron a su vida. A pesar de ser días cansadores yendo de acá para allá eran maravillosos.

En cuanto a José Manuel su vacío existencial continuaba, pero para entonces ocupaba sus días trabajando y haciendo actividades con Lisa. Esa niña sin dudas tenía el poder de llenarlo de felicidad y lograr que se olvidé de todo, al menos esas horas que pasaban juntos.

En cuanto a Isabel en esos días se había convertido en una espectadora de aquella hermosa relación mientras su corazón deshilachado le pedía un respiro para poder sanar. Aún no entendía razones, por ende, seguía amando a José Manuel perdidamente.

En cuanto a Mayte ella se había convertido en el sostén de su hermana. Podía notar esa mezcla de sensaciones que estaba viviendo, y por un lado le dolía mucho verla sufrir, pero por el otro, la llenaba de felicidad verla tan feliz a su sobrina viviendo la relación con su papá que siempre había soñado.

-Estoy nerviosa mami. -Lisa miró a su mamá- No sé si lo haré bien.

-Lo harás increíble, princesa. -Dijo Isabel mientras acariciaba su mejilla- Confía en ti y en todas las veces que ensayaste. Cierra tus ojitos, imagina algo hermoso que más te guste, y deja que tu voz haga el resto.

-Lo haré. -Sonrió y la abrazó- Te amo muchísimo mami.

-Yo a ti princesa. -La abrazó fuertemente.

- ¿La tía May vino?

-Si hija, está ya en la sala, esperando por verte.

- ¿Y papi? -La miró a los ojos.

-Supongo que ya llegó mi amor, hace un ratito hablé con Él y me dijo que estaba en camino.

- ¡Genial! -Exclamó la niña entusiasmada.

-Ahora ve y brilla mi amor, lo tienes todo para lograrlo. Ve y demuéstrale al mundo quién eres y lo que tanto te gusta hacer.

-Eso haré. -Sonrió y besó su mejilla.

La niña de la mano de su maestra se fue a ultimar detalles mientras que Isabel con una gran sonrisa fue hacía la sala del teatro a sentarse al lado de su hermana.

Unos cuántos minutos después se pudo observar la abertura del telón, una tenue luz iluminaba el centro del escenario, y con el aplauso de todos los presentes Lisa caminó hacía allí y buscó con su mirada a Isabel, una vez que la encontró le sonrió encontrando la misma respuesta de parte de su mamá.

Cerró sus ojos una vez que escuchó la melodía y comenzó a hacer lo que tanto amaba, cantar.

"A veces pienso que estoy perdido amor
que no tengo corazón.
Y a veces pienso en abandonarte amor
pero no es la solución.
Quiero quedarme para saber
quiero quedarme para entender."

Durante toda su vida Lisa había buscado comprender cada misterio que la vida le ponía en su camino, incluso intentó entender porque su papá nunca la quiso, porque la falta de interés. Nunca obtuvo respuestas, aunque se esforzará por encontrarlas. Por suerte esa ausencia pudo llenarla con la presencia de su mamá, y aunque no fuera igual agradecía tenerla. Pero, a medida que fue creciendo, el vacío que su papá le dejaba en su alma comenzó a hacerse notar y, por ende, la niña comenzó a sufrir en silencio.

"Si todo lo que busco está en vos
todo lo que quiero vivir
tenes cosas que me hacen bien
cosas que no me hacen tan bien.

A veces pienso si estoy confundido amor
si el problema no soy yo
y a veces pienso en abandonarte amor
pero no es la solución."

En aquellas palabras dio a entender todo lo que durante su corta vida quiso decir y no supo cómo hacerlo. Ella buscaba cosas que sólo José Manuel podía darle como su papá, y a pesar de sus errores, él tenía cosas buenas que le hacían bien y que llenaban ese vacío que sintió desde que la niña tiene uso de razón. ¿Cómo pudo comprobar esto? Muy fácil, en estos días que había compartido con su papá pudo descubrir todas esas cosas tan lindas que le hacían bien.

Pero, todo comienzo tiene un fin y así ocurrió con la canción. La sala se llenó de aplausos y toda la gente se puso de pie incluyendo su mamá y su tía quién completamente orgullosas derramaban lágrimas de emoción. Lisa abrió sus ojitos y sintió una alegría inmensa al ver esa escena. ¡Lo había logrado! ¡Había podido vencer su miedo y cautivar a las personas que allí estaban!

Observó a toda la sala y en ese instante todas esas hermosas sensaciones que la invadieron se desvanecieron por completo al notar que la persona que más anhelaba que esté no había asistido.

Su corazón se rompió en mil pedazos y sin dudarlo salió corriendo del escenario quebrando en llanto.

Isabel y Mayte notaron aquello y no lograron comprender el porqué de lo que ocurría, hasta que se dieron vuelta y comprobaron lo que tanto temían, José Manuel no había llegado.  

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Todo esta en vos - Abel Pintos. 

¡Que lo disfruten!