Al llegar a la casa de Isabel sin decir nada Lisa subió a su habitación intentando ya no llorar, aunque no podía evitarlo, cuando un corazón se rompe es muy difícil de reconstruir y de disimular el dolor. Todo pesa más, y ya no se puede visualizar un camino posible para seguir adelante.
Isabel abrazó a su hermana y quebró en llanto, ya no podía más. Aquella decepción que José Manuel les había causado ese día fue la gota que rebalsó el vaso.
-Tranquila Isa. -Mayte suspiró y acarició su espalda.
-Ya no puedo más May. -Dijo Isa llorando- Lo que hizo José Manuel hoy es imperdonable.
-Lo sé, y no hay justificación alguna.
- ¿Qué hare May?
-Lo que siempre hiciste Isa, estar con ella, protegerla y amarla.
- ¿Crees que podré lograrlo?
-Sí, porque eres la mujer más fuerte que he conocido y podrás con todo esto, porque el amor que tú sientes por tu hija es mayor a cualquier adversidad.
-Por ella sigo aquí, May. -Suspiró con tristeza- Y hoy me doy cuenta que, haber apostado a una ilusión inútil fue lo peor que pude hacer.
En ese instante comenzaron a sentir el impacto de cosas que eran tiradas contra la pared, los gritos desesperados de Lisa y un llanto desgarrador. Sin dudarlo dos veces Mayte e Isabel subieron corriendo las escaleras y se dirigieron a la habitación de la niña. Al abrir la puerta pudieron observar todo el desastre que en un ataque de nervios Lisa había hecho. Su mamá corrió hacía ella y la abrazó fuertemente dejando caer sus lágrimas.
-Tranquila mi niña, tranquila. -Isabel acarició su espalda tratando de contenerla.
- ¡No fue! -Dijo Lisa en medio de un mar de angustia- No le importó ir a verme, yo lo espere y no vino.
-Lo sé mi amor. -Llorando.
-No me ama, mami. Fue todo mentira, estos días para Él fueron una mentira.
-Tranquila, princesa. -Isabel apoyó sus manos en las mejillas de su niña y la miró a los ojos- Todo estará bien y serás feliz, te lo prometo.
-No me dejes mami. -Volvió a abrazarla- Tú no, por favor.
-Nunca princesa, jamás te dejaré. Te lo prometo.
Lisa se aferró a su mamá y en medio de lágrimas descargó toda la angustia que sentía ante la decepción de su papá, que le rompió el corazón y le derrumbó las ilusiones. Ya no volvería a confiar en él, ni en ninguna palabra que provenga de su boca. Así como fue capaz de mirarlas a los ojos y prometerle muchas cosas y luego no cumplir con ninguna de ellas lo creía capaz de todo.
Mayte acomodó lo más que pudo, junto los vidrios rotos para evitar accidentes y una vez que terminó se sentó al lado de Isabel y de Lisa abrazando a su pequeña sobrina.
- ¿Estás mejor mi amor? -Mayte acarició la mejilla de la niña.
-Sí. -Secó sus lágrimas- Quiero dormir.
-Está bien, hija. -Isabel besó su mejilla.
- ¿Se quedan hasta que me duerma? Por favor.
-Claro que sí, princesa. -Mayte le dio otro beso y la ayudó a cambiarse.
-Las amo. -Susurró Lisa acomodándose en la cama.
-Y nosotras a ti, hija.
Lisa pocos minutos después quedó profundamente dormida, tomada de la mano de su mamá. Luego de ese ataque se sentía exhausta, y ya no quería pensar más.
Isabel al mirar el rostro de su pequeña comprendió que ya no podía exponerla más a un sufrimiento continuo por culpa de las ilusiones que mantenía. Se había propuesto que su hija sería su prioridad de ahora en adelante, que ya no importaría nada solo su bienestar y su felicidad. Sus ilusiones se habían derrumbado y ya no había nada porque luchar en esa relación y eso significaba una sola cosa... Adiós José Manuel Álvarez.
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Hola a todos. Bueno, hemos llegado al final de la primera parte de "Mi deseo eres tú". Le doy las gracias a cada uno de ustedes por acompañarme, y apoyarme en esta idea que me gusto muco escribir. De igual forma... ¡Esto aún no termina! A partir del día lunes 4/2 subiré el primer capítulo de la segunda parte. Espero que disfruten de este capítulo, les quiero!
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Mi deseo eres tú. (Primera Parte) 《TERMINADA》
FanficTe convertiste en mi deseo en el momento que supe que podrías hacerme la persona más feliz del mundo.