Capítulo 9

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A pocas cuadras de allí, Fernanda esperaba ansiosa una respuesta del comisario. Después de relatar todo lo ocurrido gentilmente el hombre se dispuso a buscar en el sistema alguna posibilidad de ubicación o quizás algún dato esencial que podría ayudar a encontrar a Claudia.

-Tranquila, mi amor. -Héctor acarició la espalda de Fernanda dulcemente.

-Siento que no puedo más. -Suspiró- Parece como si cada segundo que pasa se hiciera eterno.

-Lo sé, pero todo estará bien. -Besó su mejilla.

-Gracias mi amor. -Sonrió apenas.

El comisario de repente levantó su mirada y observó fijamente a Fernanda, los resultados estaban y por lo que pudo ver, eran buenos.

-Encontré una persona con la identidad que usted me dio, y se encuentra registrada como persona que aún vive. -Pronunció el comisario.

El corazón de Fernanda se aceleró de una forma inexplicable, sus piernas temblaban y sus lágrimas amenazaban con salir expulsadas de sus ojitos en cualquier momento.

- ¿Neta? -Emocionada- Dígame todo ya, por favor.

-Claudia Meade, 21 años. Se encuentra en un pueblo de aquí, a bastantes kilómetros de la Ciudad de México.

- ¿Puede anotarme el nombre por favor?

-Claro. -Tomó un pequeño trozo de papel y le anotó todos los datos.

-Muchas gracias. -Con una sonrisa tomó el papel en sus manos.

-Ha sido un placer.

Fernanda y Héctor salieron bastante emocionados de la seccional policial, por fin había algún dato que los ayudará a encontrarla, por fin después de tanto intentarlo habían conseguido la información más importante de todas. La morena con miles de sensaciones dejó caer sus lágrimas y abrazó fuertemente a Héctor.

-Lo logramos mi amor. Por fin pudimos conseguir el dato que tanto queremos.

-Te dije que todo saldría bien. -Sonrió acariciando su espalda.

-Después de tantos años, mi amor. ¡Después de tanto!

-Estamos a un paso mi reina. -La besó dulcemente.

-Te amo.

-Yo también te amo, más de lo que imaginas.

Mientras tanto en la casa de Isabel todo era conmoción y sorpresa. Mayte seguía parada frente a ella esperando la posibilidad de poder ingresar y poder hablar con su hermana y sincerarse por completo.

-Sí, yo. -Mayte la miró fijamente- ¿Podemos hablar?

-Volviste... -Susurró.

-Necesitas saber mi verdad. -Con lágrimas- Por favor.

-Está bien, entra. -Se corrió de la puerta.

-Gracias. -Sonrió y entró al living.

Lisa bajó y al ver a su tía completamente emocionada la abrazó. Unos minutos después la pequeña por pedido de su mamá volvió a subir a la habitación dejando solas a las dos hermanas.

- ¿Quieres algo de tomar? -Preguntó Isabel mirándola.

-No, muchas gracias. -Sonrió cálidamente.

-Siéntate.

Ambas se sentaron en el sillón e Isabel clavó su mirada en Mayte. Eso quizás fue demasiado incómodo y la hacía poner más nerviosa de lo que ya estaba. En los ojos de la castaña sólo había confusión y sorpresa, era sumamente raro volverla a ver después de tanto tiempo. Pero también otro tipo de sentimiento comenzaba a aflorar en su interior, no podía negar cuánto la había extrañado y que la seguía queriendo con su vida a pesar de todo lo que había sucedido en el pasado. Su lazo de hermandad era más fuerte que todo, y eso le daba la fuerza a cada una de poder arreglar las cosas.

-Se que en el pasado todo fue confuso, y que cuando decidí irme a Europa en ti quedaron más dudas que certezas sobre todo lo que había ocurrido. -Mayte suspiró- Y te pido perdón por eso, sé que me equivoqué, pero no podía enfrentar la situación porque sentí que no ibas a creerme, porque en ese momento tú estabas muy enamorada de Él.

-Tan sólo necesitaba tu versión, May. -La miró- A pesar de mis sentimientos yo te hubiera creído, hubiera creído todo lo que me hubieras dicho. Me quedé en la nebulosa cuando te marchaste, pero dentro mío sabía que necesitabas irte.

-No te das una idea cuanto lo necesitaba. Creí que estarías mejor sin mí, que si no te enterabas de esto iba a ser lo mejor pero lamentablemente todo salió a la luz. -Una solitaria lágrima rodó por su mejilla.

- ¿Sabes cómo me enteré verdad?

-Sí. -Mayte agachó su mirada.

-Ahora quiero escucharte a ti, y quiero que seas completamente sincera May.

-Lo haré, te lo prometo. -Clavó su mirada en ella. 

Mi deseo eres tú. (Primera Parte) 《TERMINADA》Where stories live. Discover now