La maldición que nos une [SasuNaru/Yaoi/Incesto] [TERMINADA]

Ultimo Capitulo

Naruto~

Miro la blanca habitación y luego una brisa entra desde la ventana. 

Escucho unos murmullos y miro al frente. Sasuke estaba ahí. Sentado al frente del gran vidrio que nos separaba mientras dormía. No se como lo hará... pero desde que caí hospitalizado cada vez que abro mis ojos ahí esta... Lo entiendo, también tengo miedo... no quiero morir. 

Pensé que mi partida sería distinta... pensé que moriría en mi cama por vejez... junto al amor de mi vida al lado, pero como si el destino buscara separarnos... empecé a sentirme mal con el paso de los años... 

Llegamos a este pueblo hace 23 años...

Veintitrés años viviendo juntos y disfrutando nuestro tiempo juntos. 

En ese tiempo íbamos a visitar a nuestra familia a la aldea hasta él día que ambos partieron al mas halla. Luego de eso dejamos de ir... vivimos en la aldea hasta que Orochimaru nos encontró y cuando quiso apoderarse de Sasuke descubrió el poder de Susano y no pudo arrebatarle el cuerpo a Sasuke, por lo cual no le dio mas tiempo y falleció a los meses después. 

Mentiría si dijera que Sasuke no lloro. La verdad esté creció pensando que Orochimaru era su padre, así que a pesar de todo el dolor que le causo, igual lo quiso. 

Luego de enterrarlo y volver a nuestro hogar las cosas comenzaron a cambiar. Sasuke bebía mucho últimamente... era entendible, tal vez intentaba ahogar sus penas en alcohol, saber que nuestros padres mas Orochimaru habían muerto... lo iban dejando... 

Ahora solo le quedaba yo... 

Pensé en mantenerme saludable siempre, comiendo sano, entrenándome y yendo a chequearme a medico cada mes que pasaba, pero cuando Sasuke cayó en el alcohol deje de cuidarme y solo me dedicaba a cuidarlo.

Durante las noches Sasuke se levantaba cuando me dormía y se iba a emborrachar al bar. Cosa que a las cuatro de la mañana tenía que estar saliendo al frío invierno de las calles en búsqueda de mi amado

Eso paso en mas de una ocasión... 

Este al despertar por las mañanas pensaba que volvía solo de lo borracho que estaba. 

Ni si quiera se acordaba que era yo él que siempre iba por él.

Hasta que un día se dio cuenta que era yo y dejó de hacerlo. 

Los días felices volvieron y volvimos a ser felices