CAPITULO 2

13 1 0
                                    

EL DOCTOR DANIEL

Desperté por el ruidito molesto de la máquina del hospital, sin recordar como acabé aquí y con el culo fuera. No tuve mucho tiempo para si quiera pensar cuando entró la belleza de mi madre.

Una cabreada Miranda, me observaba desde la puerta.

-Hola mamiii.- Que voz más falsa me salió.

Entonces pasó, yo lo vi claramente, como su pelo ondulado y largo se volvía como el Rey León y sus ojos se convertían en un rojo intenso. Me mató con su mirada, su aura oscura me atacó, haciéndome sentir pequeña.

-De hola mami nada, Keyna Santana, eres una irresponsable. No te prohíbo  absolutamente nada y ¿así me lo agradeces?  Lo único que te he pedido es que te cuides, que si estas tomando medicamentos, no bebas y si vas a beber, no te la tomes. Que comas al menos.

Justo cuando sentí que iba a gritarme entró mi salvación, como si de un ángel se tratase, mi querido doctor Daniel.

-Buenos días Miranda.- Le sonrió y mi madre volvió a ser esa mujer bonita y  amable. Luego dirigió su mirada a mi.- Keyna.

-Doocc.- le di mi mejor sonrisa. 

-No tengo nada que hablar contigo, solo te diré que estoy decepcionado.-Dicho esto me dio la espalda y salió junto a mi madre, para que pudiera vestirme.

Cuando se fueron me puse mi chándal Nike negro y unas playeras negras nike, me hice un moño. Entré al baño y vi mi cara.

-Dios mio.- la risa me invadió. Me lavé la cara y los dientes. No tenía idea de donde estaban mis cosas por lo que no pude coger nada, Salí de la habitación y me dirigí a esperar a mi madre en los aparcamientos. Iba sumergida en mis pensamientos que no me d cuenta que andaba por alguna parte del  hospital y que acababa de chocar con alguien, con un chico bastante atractivo, nunca lo había visto, iugh que cara de culo.

-Disculpa, iba distraída.-Dije rápidamente, el por su parte solo bufó y siguió de largo.

-Grosero.- dije lo suficiente alto para que se girara y me enseñara su dedo del medio.

Llevé de forma dramática mi mano hacia mi pecho y abrí la boca en forma de o.

-Keyna vamos.- La voz de mamá me hizo  girarme y mirarla, cuando volví a mirar al tipo grosero ya no estaba. Indignada me giré a mi madre y fui con ella hasta el coche. El paseo fue corto, con el sonido de la lluvia acompañándonos  hasta llegar a casa. Iba sumida en mis pensamientos como de costumbre, hasta que mi madre frenó en seco y me comí la ventana , iba a quejarme cundo en mi cabeza se iluminó una luz, con lo que había pasado anoche, ya entendía esa cara de culo, ¿Cómo era su nombre? a sí Hunter, Hunter el chico sexy  al que había vomitado encima, que horror.

Felices 19 Keyna.


KeynaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora