CAPÍTULO 8

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Al día siguiente fui directa de casa de mi abuela  a la universidad, no pude disimular mi cara, me había quedado despierta sin poder dormir y llorando.
Las semanas pasaron, sin noticias de Hunter, no volvió a escribirme, mucho menos a llamarme y estaba bien con eso, después de todo solo era la amiga de su hermana y solo por eso me hablaba.
Así pasaron varias semanas, para ser exactas 3  sin saber nada de él, ya no pensaba tanto en él, mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí la voz de Azzura, había quedado con ella para ir  ala playa.
-Ey.
-Hola.- Entonces lo vi,  habían dos toallas más en la arena, supe que él estaba aquí. Las ganas de vomitar se hicieron presentes, pero el dolor de garganta ya era demasiado. Tenía que controlarme, hacer como si no existía, me levanté y me fui al agua , recogiendo mi largo pelo en un moño alto, fui entrando al agua de a poco, ya que estaba muy fría, luego me quedé allí por mucho tiempo, dejando que las olas me llevaran a su antojo, cerré mis ojos y me dejé ir.
Sentí algo rozándome, sabía que no me lo había imaginado cuando miré el fondo del mar y no pude ver nada.

Seguí flotando hasta que a lo lejos divisé una aleta, el pánico me invadió, si no me equivocaba, eso era un ¿tiburón?.

Cuando vi que se acercaba a mi, empecé a chillar y a nadar lo más rápido que podía hacia la orilla, luego las personas que estaban cerca comenzaron a chillar también y nadar rápido hacia la arena, pude oír los gritos de Hunter a lo lejos, pero no podía escucharlos con claridad. Cometí el error, de mirar hacia atrás, ya no se veía el tiburón. Entonces pasó, algo tiró de mi pie hacia abajo y yo de la sorpresa grité y al gritar tragué agua, intenté luchar contra lo que fuera que estuviera tirando de mi pie, pero entonces me atraganté con el agua  y poco a poco sentí como me iba quedando sin aire, mis ojos se cerraban de a poco, dejé que la oscuridad me invadiera.

Me desperté escupiendo agua, esa sensación jamás la podría olvidar, no estaba muy consciente pero noté que alguien me abrazaba ,  supe que era él  por el olor de su pelo y por la electricidad que desprendía su cuerpo al mío.

-No sabes lo mal que lo he pasado Keyna, no me vuelvas hacer esto por favor.- me dijo entre susurros en el hueco de mi cuello.
Luego de estar así un rato, me despegué de él, entonces vi al idiota de su amigo con la aleta de tiburón en la mano.

.-!!!Pero eres gilipollas o que te pasa¡¡¡.- No me podía creer que fuera ese idiota, luego de darle un buen golpe, me fui a la orilla donde vi que habían dos toallas más aparte de las nuestras, los idiotas de sus amigos también habían venido. No les hablé a ninguno en el tiempo que estuvimos ahí, me dediqué a coger sol, a nadar y hablar con Azzura, hasta que se hizo de noche y llegó el momento de irnos. Hunter insistió en llevarme pero me fui en guagua a casa, el idiota de su amigo me pidió perdón pero solo lo miré mal y me fui a coger la guagua. Luego de despedirme de Azzura con beso y abrazo, de los otros me despedí sacudiendo la mano y diciendo adiós.

Al llegar a casa, me encontré a mamá y a Daniel en una especie de cita en el sofá viendo una peli. Quise pasar inadvertida para no estropear su cita, por lo que me fui a mi cuarto de puntillas para no hacer ruido.
Luego de entrar a mi cuarto, cogí mi ropa interior y mi pijama, entré al baño y me duché. Luego de eso me fui a dormir, no tenía ganas de secarme el pelo por lo que me hice una trenza para dormir.
No sé que hora era cuando me despertó el sonido del móvil, alguien me estaba llamando. Dejé que sonara pero cuando me volvieron a llamar me levanté eran las 3 de la mañana y era un número desconocido pero sabía a quien pertenecía.
LLAMADA
-¿Quién es?.- como si no supiera quien es, mi voz sonaba muy ronca, al otro lado de la línea solo podía escuchar música.-
-Hola , ¿eres Keyna?.- esa voz no me sonaba de nada.-
-Si
-Tengo aquí al propietario del móvil, muy muy borracho y solo decía tu nombre, me dijo que te llamara y que vinieras a por él. El bar se llama The Rulles.
-Sí, sé dónde está pero ¿Podrías llamar a su hermana Azzura?.
-Ya está aquí, intentando que se levante pero no quiere irse hasta que tú no vengas.
-De acuerdo, y disculpe las molestias, intentaré llegar lo más pronto que pueda.
FIN DE LA LLAMADA
Me puse  un chándal negro nike y unas playeras nike , cogí   mi móvil, las llaves y dinero. Llamé a  un taxis, estaría aquí en 10 minutos. Sin hacer mucho ruido salí de casa, cerrando lo más silencioso posible la puerta principal para que ni mamá ni Daniel que estaban dormidos en el sillón se despertaran.
Cuando llegué al bar, fui en busca del troglodita de Hunter, al verme dejó de comportarse como idiota y se quedó callado, entre el chico que me llamó, Azzura y yo lo subimos en un taxi como pudimos. Cuando me fui a ir a tomar otro taxi, Hunter me pidió que me quedara, ya le iba a decir que no, cuando vi sus intenciones, estaba tan cansada que solo le dije que sí. 

Al llegar a su casa, entre  Azzura y yo lo acostamos en su cama, y junto a él caímos las dos.

-Creo que me quedaré dormida aquí,- La voz de Azzura hizo eco en la habitación oscura.

.-Creo que yo igual, tengo demasiado sueño.

Me acomodé como pude en la cama y Hunter hizo lo mismo, le di la espalda y él aprovechó para rodearme la cintura con su abrazo, por ende mi cabeza estaba apoyada en su pecho, no tenía fuerzas para discutir con él, tenía mucho sueño, por lo que me dejé llevar.

Una vez más me quedé dormida en la cama de Hunter.

Me desperté con mucho calor, vi el panorama y no pude evitar reírme, parecíamos latas de sardinas, Azzura abrazaba a Hunter y Hunter me abrazaba a mí.

Salí de la cama como pude, fui a la cocina, porque mis tripas rugían, mira la despensa y vi la masa de las tortitas. Me puse a ello.

Una vez el desayuno estuvo listo, fui a despertar a los hermanos.

Desayunamos en completo silencio, eso sí la mirada de Hunter iba a taladrar mi  piel si seguía mirándome.

Luego me puse a fregar y dejé todo limpio. Fui al cuarto de Azzura, cogí la ropa interior que tenía aquí, de las veces que me quedaba a dormir , un pijama corto y me fui a bañar, me lavé los dientes y salí al salón donde los hermanos estaban en silencio mirando la tele.

-Azzura, me puedes explicar que coño pasó anoche.- mi voz sonó algo dura.

-Este idiota, que parece que no sabe beber, me explicas porqué la hiciste venir.- La mirada ahora recaía en Hunter, me permití observarlo, seguía tan guapo como siempre, pero se notaba cansado, estaría trabajando mucho...

-No sé.- Dicho esto se levantó y se fue a su cuarto, al rato salió con el cabello húmedo y un chándal corto gris, que le hacía un culito espectacular  y un pullover negro, junto a unas nike negras. Y sin más se fue.

Yo me quedé con Azzura, viendo  Netflix , cuando menos me di cuenta el idiota ya estaba entrando en la casa con dos cajas de pizzas grandes y una cocacola. 


KeynaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora