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Pase saliva, tratando de ordenar las ideas en mi cabeza y aclarar mi garganta, abrí la puerta de golpe, él se dio la vuelta y me miró asustado, guardó silencio unos segundos, me dio una sonrisa fingida y siguió hablando

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Pase saliva, tratando de ordenar las ideas en mi cabeza y aclarar mi garganta, abrí la puerta de golpe, él se dio la vuelta y me miró asustado, guardó silencio unos segundos, me dio una sonrisa fingida y siguió hablando.

— Tengo que irme, hermanita —volvió a guardar silencio, supuse que estaba escuchando al interlocutor—, aquí está Jungkook, yo le doy tus saludos, sí, él también te manda saludar, un beso y mañana hablamos —agregó y finalmente colgó—. Buenos días cariño —dijo dándome un beso pero yo moví la cabeza y me lo dio en la mejilla—, era Leah, está de vacaciones en Seúl.

No le respondí nada, sólo asentí con la cabeza, ¿desde cuándo Taehyung le llamaba princesa a su hermana? ¿por qué me sentí mal al escucharlo? Si me engañaba yo le estaba haciendo lo mismo, creo que al final lo que duele es el orgullo o quizá yo solo era el que me seguía haciendo rollos extraños en la cabeza por el peso de la culpa, la pregunta era ¿qué sentía yo por Taehyung? Tenía que encontrar la forma de averiguarlo.

Tomé su cara con mis manos y lo miré a los ojos, se veía nervioso, trataba de esquivar mi mirada y entonces lo besé dulcemente, él titubeo, pero al final puso sus manos en mi cintura y yo corrí las mías hacia su cuello, terminó por abrazarme completamente y el beso se intensifico un poco, yo bajé mis manos a su espalda y de pronto, se escuchó un fuerte carraspeo que nos hizo romper el beso, pero permanecimos abrazados.

— Lamento interrumpir —dijo Yoongi visiblemente molesto, con el ceño fruncido, recargado en la puerta con los brazos cruzados y los puños cerrados.

— No te preocupes Yoongi, lo dejaremos para después, ¿verdad amor? —respondió Taehyung sin soltarme y me dio un nncorto beso en los labios.

— Pueden aprovechar más tarde cuando Hobi y yo vayamos al supermercado —exclamó en tono sarcástico y pude notar como apretaba más los puños.

— Voy a preparar café —dije separándome de Taehyung y pude sentir la mirada asesina de Yoongi aún cuando estaba de espaldas.

— Taehyung, ¿me puedes dar las llaves del Volvo? Por favor, ya que tú fuiste el que lo guardó en el garaje.

— Claro, voy por ellas, las dejé en la habitación.

En cuanto Taehyung salió de la cocina, Yoongi me sujetó fuertemente por el brazo y me hizo girarme para mirarlo.

— ¿Qué parte no te quedo clara de que no permitieras que te tocara? —recriminó furioso.

— Es mi novio, no puedo rechazarlo todo el tiempo.

— Eres mío Jeon, sólo mío y si no quieres que le tumbe los dientes al imbécil ese, vas a buscarte un pretexto muy bueno para que ni siquiera te mire.

— Suéltame, me estás lastimando, no eres nadie para exigirme nada, recuerda que lo nuestro es sólo sexo sin compromiso, fue fácil conseguirlo y con esa misma facilidad puede acabarse.

— Estás muy equivocado si piensas que te voy a dejar ir con facilidad, me perteneces, no lo olvides.

— No soy un objeto Min, puedo tomar mis propias decisiones, no lo olvides tú.

Se escucharon los pasos fuertes de Taehyung y entonces me solté. No supe de dónde saqué fuerzas para decirle eso, lo que había entre Yoongi y yo no era sólo sexo, al menos no de mi parte, y debía reconocer que por un lado me sentía feliz por los celos de Yoongi, aunque no sabía si los provocaban un sentimiento afectivo o sólo era su orgullo de hombre herido.

Taehyung y Hoseok entraron a la cocina, él abrazó de nuevo muy efusivo a Yoongi y sentí un dolor en el pecho, después me saludó a mí muy entusiasta como siempre, yo le sonreí, pero la tensión se sentía en el aire.

Desayunamos ahí, casi en silencio, sólo Hoseok y Taehyung hablaban de vez en cuando. En cuanto terminé, subí a mi habitación a cambiarme, me puse unos jeans y un suéter ligero. Taehyung subió después y me abrazó por detrás, pero me separe argumentando que no estábamos solos y que no era nuestra casa. Él aceptó sin recriminaciones, empezó a cambiarse de ropa y yo bajé.

Escuché las risas de Hoseok provenientes de la parte trasera de la casa, resoplé y caminé hacia allá, estaba jugando ping pong con Yoongi, quien se puso serio al verme.

Minutos después llegó Taehyung y entonces Hoseok propuso que jugáramos los cuatro.

El juego empezó tranquilo, pero de repente, Yoongi empezó a golpear la pelota demasiado fuerte mandándosela a Taehyung que le respondía de la misma manera, Hoseok y yo nos quitamos al ver lo agresivo que se estaba poniendo esto. Yoongi miraba con rabia a Taehyung y se notaba que tenía todas las intenciones de golpearlo con la pelota y si no hubiera sido porque Taehyung era muy hábil para regresársela, lo habría conseguido.

Hoseok me sugirió que entráramos a la casa y no muy convencido lo hice ya que él prácticamente me arrastró al interior, pero yo estaba sumamente nervioso por lo que pudiera pasar entre ellos si se quedaban solos.

Él encendió el televisor y empezó a cambiar de canal en canal hasta que encontró algo que le llamó la atención, era un partido de hockey sobre hielo y gritó emocionado porque su equipo favorito estaba jugando. Más tarde entraron Yoongi y Taehyung, y éste también se entusiasmó porque era gran aficionado de ese deporte, así que se sentó al lado de Hoseok en el sillón.

— ¿Te gusta el hockey? —preguntó sorprendido.

— Sip, desde niño, mi papá lo jugaba, aunque nunca estuvo en un equipo profesional.

— ¿Y a qué equipo le vas?

— A Chicago Blackhawks.

— ¿Bromeas?, yo también.

— Chócala amigo —exclamó entusiasmado y le extendió la mano que Taehyung se la chocó—. Ojalá que ganen, acaba de empezar el partido.

— Hoseok, ya habíamos quedado en ir al supermercado —dijo Yoongi serio.

— Pero Yoonie, sabes que cuando los Blackhawks juegan el mundo desaparece para mí, vamos cuando termine, ¿sí?

— Y tú sabes que a mí eso me aburre.

— A Jungkook también —intervino Taehyung.

— Entonces ustedes, par de aburridos, vayan a hacer las compras mientras Taehyung y yo vemos el partido.

— Sí, es buena idea y de paso traen unas cervezas —agregó Taehyung

Yoongi me miró y entró a la cocina por las llaves del coche, que había dejado ahí cuando se las entrego Taehyung. Yo no estaba muy seguro de ir, lo que menos quería era que empezara con reproches otra vez, pero al ver que Taehyung y Hoseok estaban ensimismados viendo el televisor y yo no encontrar otra cosa que hacer, decidí acompañar a Yoongi, al fin que iríamos a un lugar lleno de gente.

Ardiente Tentación  「Yoonkook」+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora