Capítulo II: ¡Es una promesa!

1.9K 119 51
                                    

Shu dormía profundamente, pero luego despertó.
Constantemente, tocaban las puerta y esto hizo que saltase de la cama con mala cara.
Illumi, la sirvienta, era quién tocaba fuertemente. Cuando abrió la puerta le sonrió.

—Buen día señor.

—¿Tienes que venir tan temprano?

—Son las 7:00 de la mañana señor, ya es muy tarde para su madre.

Estaba cansado, quería seguir durmiendo pero si lo hacia, probablemente lo arrastrarían por las escaleras.

—Su madre lo espera en el salón.

—Dile que ya voy.

—Así será.

La mujer salió de la habitación, cerrando la puerta tras de si.
Shu se tumbó en la cama, pero no pudo dormir, por lo que volvió a levantarse.

Solo pasaron unos instantes, bajó hasta el salón aún adormilado.
Su madre notó su presencia y fue hacia él.

—¡Buen día Shu!

—No es necesario que me despiertes tan temprano.

—¿Qué dices? Claro que sí, te recuerdo que tenemos una fiesta está noche.

¡La fiesta! ¡Lo había olvidado!
Era un evento que se hacia cada año, donde las familias más ricas y poderosas se juntaban a festejar su avaricia. Él no disfrutaba de éstas, puesto que había algunos invitados que detestaba.
Por ejemplo, el hijo más pequeño de los Shirosagi: Lui, o el único hijo de los De La Hoya: Free.
Esos dos grandes hijos de... No le gustaban.

—No quiero ser parte de esa fiesta, sabes que detesto a los invitados.

—Lo sé hijo pero —le tomó el rostro con sus manos— es importante para nosotros.

—Exacto, para ustedes. Yo no quiero estar ahí, además —se soltó del agarré de su madre y se alejó— tengo que ver a Valt, ya debe haber despertado.

Su madre le tomó del brazo, y lo giró para que la viese.

—No puedes irte, tienes que ayudarme.

Y ante esas palabras, no pudo hacerla cambiar de opinión.
Tuvo que pasar toda la tarde ayudando a su madre a dar órdenes y de vez en cuando, decorando algunas cosas.

[…]

La noche ya reinaba en el cielo, los invitados comenzaban a llegar y Shu seguía ahí, solamente observando.

—Sonríe y parate derecho —le dijo su madre.

No sonrió ni un poco, estaba harto de permanecer encerrado.
Pudo divisar que a lo lejos, Lui y Free llegaban, esto hizo que se le arruinará más la noche.

Fue a una mesa y se sentó, la música estaba a todo volumen —y además era clásica— y quería simplemente salir de ahí.
Miró por la ventana, no había visto a Valt en todo el día y esto lo hacia sentir triste.
Pero su tristeza se fue cuando Lui se le acercó.

—No te vez muy bien Kurenai.

—Callate.

Él joven se sentó al lado del albino quién le dio la espalda.

Mi prometido | Shu x Valt | BeyBlade BurstDonde viven las historias. Descúbrelo ahora