Capítulo 3: Una semana Herida.

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Después de una semana sin ir a clases, ahí estaba ella, Ina, entregando una excusa a su profesor de historia por faltar una semana de clase, el profesor la abrazó y se le salieron las lágrimas, el profesor lee susurró un "¿Estás bien? ¿Te sientes bien? ¿Segura quieres dar clases?" La chica respondió a esas preguntas con la cabeza afirmando todas esas preguntas, los alumnos en especial Meiro se extrañaron por aquella acción del profesor más duro y frío del colegio, los alumnos no pudieron escuchar lo que hablaban por lo cual morían por tener los oídos como un gato o un perro pero no pudieron, Ina se sentó en su antigua banca la cual se encuentra detrás de el, al instante le llegó una hoja de Meiro.

Oye... ¿porque no viniste a clases por una semana? ¿Estás bien? ¿Porqué tu mano está con esa cosa... venda blanca? ¡¿y ro... roja?! ¿Porqué el Profesor más frio y duro te abrazó y se le salieron las lágrimas? - AT&T: El chico rubio teñido.

La chica no pudo evitar sonreír por lo último que escribió Meiro, rápido le contestó un:

Oh! Sabía que podía crear celos pero no pensé que a ti, el chico con miles de chicas y chicos detrás suyo, está celoso del mejor profesor.

Se lo entregó al chico para poner atención, así pasó, cada hora que cambiaba tenía que entregar la excusa y así como reaccionó el profesor de historia así reaccionaron los demás, al tocar el timbre de receso Ina lo agradeció y fue la primera en salir por primera vez pero la verdad es que tenía que limpiar las heridas que tenía en el brazo para colocar una venda nueva, ya lista salió del baño para dirigirse a la terraza, es su lugar favorito.

El primer día de clases cuando fue la primera chica ignorada por casi todos menos los profesores ella decidió ver la institución por ella misma así encontró esté lugar que llamaría "Suyo" o "Lugar favorito" Se encontraba tan tranquila sentada en una banca que encontró, se levantó de donde estába y se dirigió al borde de aquel edificio, miraba al suelo... los recuerdo le venía uno tras otro sacudió su cabeza intentando olvidar algo, miró de nuevo a otra direcciones desde ahí se podía ver el edificio donde trabaja su padre.

─ Está vez no intentes Saltar, Please. Estoy demasiado lejos de ti para ayudarte─Dijo el chico mientras se acercó a ella.

─Ya veo que no le tienes miedo a las alturas...─Dijo mirándolo algo sería y fría.─Oye acosador con el cabello Rubio teñido... ¿Que haces aquí?

─Te estaba buscando, hay preguntas que no me contestaste.─Contestó el chico.

─¿Y porque debería contestarte aquellas preguntas?─Dijo la chica mientras se sentaba en La banca para cubrirse del sol.

─Pues... eh....─Empezó a balbucear Meiro sin saber que decir─Soy Tu amigo!

─Que me hayas salvado la vida una vez no te hace mi amigo. ....─Miro al chico mientras el se sentaba al lado suyo─Pero en fin te las contestaré.

Meiro sonrió, la chica sólo rodeo los ojos el chico sacó la hoja para preguntarle pero rápidamente ella le quitó la hoja, el la miró extrañado ya que la chica guardó la hoja en vez de leerla.

─Ok, 1- No vine a clases porque estaba enferma.─"Más que enferma" pensó la chica.─2- Estoy más o menos─Señaló su brazo.─3- pues mi brazo está así porque...

Y se quitó las vendas haciendo visible su brazo lleno de moretones, cortadas y por lo visto agujero de ajugas, Meiro agarró la mano de la chica con cuidado y aparte de todo pudo notar que siempre se le había notado las venas, ella vendó de nuevo su brazo.

─Y si, si era sangre... y 4- el profesor lloró por la excusa que le entrege y la verdad sólo los profesores y yo sabes el porque es como es y porque lloró al saber mi verdad─Ina miró a Meiro nuevamente.─¿Porque sigues detrás de mi?

Decírselo a Cupido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora