LET ME. [ZIAM]

Extra. Parte 1.

— Amor, en serio no quiero que vayan.— El moreno, que había dejado crecer su cabello y había vuelto a su color natural, se giró dándole la espalda al espejo para mirar a su esposo, quien se encontraba poniendo un vestido color rosa a su pequeña hija de dos años.

Casi tres años habían transcurrido desde el momento en que habían escapado de las manos de Matthew, y Zayn había ascendido en el negocio del narcotráfico. Justo ahora tenía una fiesta de cumpleaños de uno de sus recientes socios y Liam había decido ir con él. Presentarse ante todos los grandes como el esposo y padre de la hija de Malik. Obviamente el mayor había intentado sacarle esa idea de la cabeza, y es que no quería que le conocieran a los dos más grandes amores de su vida. Tenía miedo, pero el niño seguía igual de caprichoso que cuando lo conoció, y no podía mantenerlo encerrado más tiempo. Era la primera vez después de todo este tiempo que Liam se presentaba públicamente.

—Es que no te estoy preguntando, mi amor. Soy tu esposo, y Dulssurie es tu hija, nos merecemos estar a tu lado y que sepan que tienes una familia. ¿Es que acaso te avergüenzas de nosotros? Es eso lo que estoy pensando. La niña necesita conocer más personas que sólo a tus matones y las sirvientas. Estás conciente de eso, ¿verdad?— El de ojos miel dejó a la pequeña sobre la cama mientras terminaba de acomodar su traje de un color rosa bastante oscuro y ajustado al cuerpo.

—Amor, ¿cómo puedes siquiera pensar eso? ¡Es por su protección! Y obviamente sé que está mal tenerlos encerrados aquí, pero sabes que estoy en mi mejor momento. Mi cabeza tiene precio. La tuya y la de nuestra hija tendrá precio después de esto. ¿Estás seguro de que es lo mejor?— Malik caminaba de lado a lado moviendo sus brazos con exasperación y en ocasiones, jalaba su cabello con ligera rudeza.

Liam se dejó caer sobre la cama y posó a su pequeña hija de grandes ojos mieles, que pestañeó preocupada al ver a su padre llorar, y con aquella inocencia que caracteriza a los ángeles de su tan corta edad, imitó su acción. Ambos lloraban abrazados y Zayn rodó los ojos, dejando caer sus brazos a cada uno de sus lados con enfado.

—Liam. En serio basta de tus malditos berrinches. ¡Mira la niña, va a ser igual que tú! No puedo creer esto.—

—¡Vete ya, hombre horrible! Vete, vete. Vete con las zorras. Pero no te atrevas a tocarme ni a dormir en mi misma cama.—

Liam dejó a la pequeña nuevamente en la cama. Ambos habían dejado de llorar y el de ojos mieles se encontraba desnudándose para ponerse su tan común pijama.

—Esto lo hago por el bien de ustedes. Métetelo en la cabeza, Liam. No quiero que les hagan daño.—

Liam concentrado en vestirse con sus ropas de cama no respondió nada, y cuando ya estuvo listo se dispuso a salir de la habitación para dirigirse a la de su hija, en donde buscó uno de sus pijamas de cuerpo completo que tan adorables le parecían y volvió a donde su esposo y su hija, pero se quedó apoyado en el marco de la puerta de brazos cruzados cuando vió que el mayor le cantaba aquella dulce canción que le había escrito y dedicado a él el día de su casamiento. El ojimiel jamás se imaginó que su hombre pudiera cantar tan bonito, y menos que fuera capaz de escribirle una canción. Siempre se preguntó el porqué de que Zayn había entrado a ese mundo. ¡Pudo ser un gran cantante!

Su hija se encontraba dormida entre los brazos del moreno y Liam dejó escapar un pesado suspiro.

—A veces me pregunto si hice una buena decisión quedándome contigo. Matthew no nos tendría escondidos. Él hubiese hecho hasta lo imposible por que todos vieran que tenía una familia con el chico que amaba.— Liam dejó que de sus labios se escapara una muy pequeña risa sarcástica y lanzó la ropa de su hija a la cama, quedando así frente a Malik con sus brazos cruzados. Zayn con el ceño fruncido dejó a su hija con mucho cuidado sobre la cama y la cubrió con una manta, justo antes de tomar una de las muñecas del menor y jalarlo con fuerza hacia fuera de la habitación. Cuando estuvieron fuera cerró la puerta y azotó con fuerza a Liam contra la pared, escuchándose un quejido por parte de este al mismo tiempo.