DREAM ➻Jjk

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—Se llama Hye —Jin se acomodo en su lugar —Y sorprendentemente —se detuvo al decir las siguientes palabras —Te conoce —me miro.

Sonreí instintivamente y le pregunté como había dado con ella. Jungkook estaba demasiado atento a la conversación que algo me hacía presentir que el también ya la conocia.

—¿Hye? —preguntó Jungkook a lo que Jin asintió —abrió los ojos de repente y de un salto se paro —¡Mi cachorro!

Eso me sorprendió —¡¿Que tu cachorro que..?! —grito Jin —espera un momento —se paro de la cama y fue a ponerse enfrente de Jungkook —No me estarás diciendo que tienes una...  —Jungkook abrió los ojos como pudo y nego

—¡Claro que no! Me gusta alguien más —dicho esto se quedo callado por un momento y volteo a verme

Sabia de su sueño.

—lo que pasa es que eh adoptado a un cachorro y... —sus manos se abrían y cerraban, estaba nervioso —en fin, lo tiene alguien más —hizo una pausa —y si... Es una chica

A pesar de como me encontraba, no quería arruinar el momento, claramente se veía el esfuerzo que hacían todos los chicos por no entrar en un ambiente.... De tristeza. Ellos son unas grandes personas con un corazón enorme

—Esa chica debe ser muy afortunada
—hablo por fin Yoongi viendonos a los tres

—¿Por que lo dices Hyung? —Pregunte confundido

—No me hagas caso, ni yo se por que lo dije —Sonrío —Necesito conocerla —Y miro a Jungkook con esa sonrisa que daba bastante miedo. No entendia a lo que decía y ni siquiera por que veía a Jungkook de esa manera, pero lo que si vi fue, como Jeon apretaba la mandíbula.

—Bastante tengo con Yugyeom —Jungkook dijo por la bajo, aun así lo escuché.

No entendí... ¿Qué tenía que ver ese chico problemático en todo esto?

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—Los estas haciendo sufrir —lloraba —¿cómo puedes ser tan mala?

—Que conste que yo te lo advertí —le dije mirándolo con reproche —Ellos aun así lo harían, el libro lo dice —di golpecitos a este

—¡No se puede repetir la misma historia! ¿Qué si nunca se conocen?

—Lo harán, sólo espera un poco más

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Hye Sook

La Universidad cada vez se ponía más pesada, apenas empezaba y ya me pedían informes sobre las prácticas. Desde muy pequeña tenía la idea de defender a las personas, así que, con el dinero que me fue dando mi...
En realidad no sabía como llamarla, la señora Sung, como ella decía que se llamaba, en fin; ahorraba lo que ella me iba dando. Para los estudios de la secundaria recuerdo que saliendo de esta, tenia que ir corriendo a mi trabajo de medio tiempo, no tocaría ese dinero por nada del mundo. Este dinero sería para mantenerme en lo que terminaba mi carrera de derecho.

Así que, lo único que me quedaba era ir y ver los lugares en donde podía realizar las prácticas, una opción era ir a la empresa Seok, la verdad es que no sabía si me aceptarían, es la más grande en el país.

No estaba segura de lo que haría ahí, probablemente conozca a gente muy amable y buena como también desagradable y terriblemente mala.

El edificio era enorme, unas iniciales adornaban en grande la parte de arriba "KSJ". Gente iba y venía, todos corriendo por todas partes. De solo imaginarme en ese entonces que algún día yo estaría así me emocionaba y aterraba. Al entrar me pidieron mi credencial y unos cuantos datos. Me acerque a la señorita que se encontraba justo en la entrada. Me sentí algo incomoda, toda esa gente estaba llena de trajes y vestidos muy lindos mientras que yo solo iba con unos jeans gastados, una sudadera color rosa y mis converse blancos. Si me aceptaban en esa empresa debía vestir casi como ellos, digo casi por que yo no era muy buena arreglandome.

El ascensor estaba por cerrarse, tuve que correr para poder llegar, por suerte alguien puso su mano entre las puertas para que estas no cerrarán

—Lo siento mucho de verdad —me disculpe —Venía algo lenta — solté una risilla nerviosa y me incline.

—Trata de organizar tus tiempos y todo saldra acorde a como tu quieres —Ese comentario no se escuchaba pesado, su voz era calida, me sonó a un pequeño consejo.

—Gracias por eso —voltee a ver a la persona que me había dicho eso y mi sorpresa fue grande al notar quien era.

—Mucho gusto, mi nombre es Kim Seok Jin —me extendió la mano y yo apenas y pude sostenerla.

La mañana paso volando, con ese chico alto, amable y gracioso se te iban las horas. Kim Seok Jin era un chico muy lindo. Jefe de la empresa en donde queria hacer mis practicas y lograr mis sueños.

Hablamos por horas, el ascensor siempre tiene algo para mi. Me contó como fue que pudo alcanzar todo lo que en día tenía, gracias a sus padres y seis chicos más, sus ojos eran de pura alegría cuando contaba anécdotas de ellos, cuando recordaba algo, su rostro era de pura felicidad.

—debes conocerlos Sookie, les agradarás bastante —no sabía que decir, pero apuesto a que ellos son buenas personas

Jin era esa persona en la que sin duda podías confiar, yo que apenas conocía un poco de él en ese entonces podía decir eso con seguridad. Una persona con un gran corazón. Le conté acerca de Jimin, lo conocía, una persona esencial en su pequeño grupo de amigos

—Se esfuerza cada día más por alcanzar lo que quiere —Dijo con una sonrisa en su rostro —a pesar de todo, sigue de pie —sus ojos tenían una pisca de triste, pude notarlo.

¿Estaría pasando por un mal momento?

Termine pidiendo su número, dijo que quería volver a verme. Tenía que resolver unos cuantos problemas y se marcharia.

Logré conseguir el permiso para las prácticas.

El problema era el dinero, ya no contaba con mucho. Mi pequeña nubecita no se alimentaba de aire.

Ese pequeño cachorro sin duda hacia que recordará a ese chico que tanto hacia que me dieran nervios.

—¿no has hablado con ella? —Sooha preguntó

—Ni una sola llamada

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Jungkook

La mañana llego, Jimin tenía que ver a unos oficiales y visitar aquel lugar donde fueron los hechos.

—Ella no está muerta, y creeme Madre que si yo voy a ese lugar no es para declarar y aceptar la muerte de mi hermana, por que no será así. Si voy es solo para buscar más pistas sobre donde podria estar en este momento, solo eso. ¿Me escuchaste? —los seis estábamos en su habitación escuchando claramente las palabras de Jimin —más vale que tu también lo hayas escuchado Padre —y salió por la puerta enfurecido.

Jimin no tardaria en volver a ponerse de pie poco a poco, era fuerte, el podia con todo eso.