Lágrimas

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Sus lágrimas recorrían sus mejillas manifestando el dolor que la aquejaba. Grita desoladamente por no poder detener el llanto, los recuerdos la acosaban sin cesar causándole punzadas en su pecho. En su nublada mente deseaba que más que un dolor emocional se tratara de uno físico, uno pasajero. Vuelve a gritar con todas sus fuerzas buscando que alguien la escuchará, pero nada. Tras pasar horas sentada en aquel prado se levanta y comienza a caminar, pero cada paso era una espina en su corazón. Se estaba cansando. Mira sus temblorosas manos buscando aquel anillo que alguna vez la protegió de los males, pero ya no estaba. Se pregunta qué hará de ahora en adelante, porque estaba desnuda ante los devenires de los recuerdos y del universo. Siempre pensó que todo sería perfecto y que el castillo en el que estaba nunca se derrumbaría. Sigue caminando sin rumbo por un largo tiempo hasta que las lágrimas cesan, pero de repente un espejo de cuerpo completo con marco dorado aparece ante ella. Se comienza a mirar e identifica lo demacrada que estaba, ella ya no era lo que solía ser, se desconocía por completo. Entonces imágenes de su pasado se reflejan en el espejo, imágenes que iban agrandando la herida de lo que había decidido olvidar, era como si alguien quisiera que siguiera sangrando. ¿Qué pasaría si te diera en el gusto?, se pregunta. Las lágrimas vuelven a fluir y hacen que se agache para abrazar sus piernas. La idea de que todo se detuviera la hace gritar nuevamente. Se toma la cabeza mirando al oscuro cielo, pide piedad con ella y qué debía hacer. Pero ninguna señal aparece ante ella. Vuelve a mirar los recuerdos en el espejo y más dolor la embarga, solo quería volver a su castillo, pero ya no estaba. De la nada una señal llega, un hermoso búho comienza a escrutarla. La idea de que fuera su salvación la calma, pero prontamente el solo pensar que estaba hablando con un animal la hace sentir tonta, porque no era posible que le entendiera. Sin embargo, algo mágico sucede y el ave comienza a volar sobre ella trayéndole una paz por la belleza de sus alas. Al cabo de un rato la idea de que estaba pensando demasiado las cosas hace que vea nuevamente el espejo. Susurra que debía detener el dolor. Toma una piedra y comienza a romper el espejo mientras gritaba que ya no más. Cuando termina siente tal libertad que el solo respirar la hacia sentir liviana. Una vez calmada el ave la mira en señal de despedida y se va volando, a medida que se va desvaneciendo el peso de sus recuerdos queda atrás. Entiende que el universo la había enviado para liberarla y sanarla. Lágrimas vuelven a brotar, sin embargo, esta vez eran por alegría. Cierra los ojos y comienza a alejarse de aquello que trató de fortalecer el dolor del pasado.        

Relatos del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora