Aquella noche mi alma se sumergió en un lago oscuro, era obvio que era de noche. El agua estaba fría y extrañamente podía respirar sin problemas. ¿Qué es este liquido en el que me hundo? Entonces una luz se va acercando a mi, es como si poco a poco mi alma se fuera calentando. Un rostro angelical aparece ante mi, sus manos toman mi cintura y me acercan a él. Sus oscuros ojos agitaban mi alma como un tambor que no dejaba de ser tocado para que todos danzaran. Entonces el aire comienza a faltar, una fuerte opresión me rodea. Cierro mis ojos por el dolor, pero un cálido beso me da aire. Abro los ojos mientras el aire ingresaba a mis pulmones. ¿Quién eres? Pienso sin cesar. ¿Por qué me ayudas? ¿Por qué me das aire? Ya nada importaba más que esos ojos y ese abrazo que sostenía mi cintura. Poco a poco me dejo de hundir, deshace el abrazo para tomar mi mano y llevarme a la superficie. Es en ese momento que mis ojos pueden ver luz, había una hermosa luna reflejada en el agua. Él sonríe y se acerca. Intento modular palabras, pero estaba embelesada. Un nuevo beso me llena el alma, aunque esta vez no era para darme aire ahora sentía nuevamente energía en mi. La verdad es que ya no me importa quién eres mientras este beso se repita una y otra vez, porque te necesito...
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Relatos del Alma
RandomCada alma tiene millones de historias que contar, más si nacen desde lo más profundo de uno. Particularmente, en mi alma hay grandes y pequeñas historias nacidas de mi imaginación en los mundos oníricos. Dejo aquí una serie de historias cortas que...