Camino de rosas

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¿Qué es está enfermedad que me infecta el alma? No lo sé, pero siento que camino sobre rosas que hieren mis pies. Voy dejando un camino de sangre que no sé si es seguido por ese ser. Me asecha una y otra vez, aún hay veces que puedo oír su voz tenebrosa. Estoy infectada con su veneno, uno que aún no puedo sacar de mi sistema después de tomar todos los días un antídoto. Es como si a través de mis pies botara toda la medicina...

Me cuesta respirar cada vez que una espina penetra mi piel. Tengo miedo de quedar anémica y desmayarme, aunque hay veces que siento que caer en un colchón de rosas sería bueno. Aquel fragante aroma que embelesa a todos distorsiona mi juicio. Me siento débil por ese veneno que me hace temer por mi alma. Cada paso es más doloroso. Sin embargo, hay algo que me hace seguir a pesar de caer ante ese aroma. De repente siento sus ojos fijos en mi espalda. ¿Podrá alcanzarme a esta velocidad? Intento correr, pero la debilidad me lo impide. Debo seguir me digo con la esperanza de que el antídoto hará efecto y limpiará las heridas. No debo temer, aunque duela, porque siempre hay luces en el cielo. Duele y huelo sangre, también te huelo a ti. ¿Puedes dejar de envenenarme? Aunque no haya respuesta sé que llegará el día en qué dejarás de mirarme y la medicina te vencerá. No me importa seguir sangrando, pero necesito avanzar y poder mirar el cielo. Un respiro, dos respiros, tres respiros...

Piso una nueva espina y mi alma se agita... Dame esperanza y limpia mi alma, es lo único que pido. 

Relatos del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora