Faded Love » Im Jaebum

When I met him

Algunas veces conoces a alguien
y es tan claro que de alguna forma están destinados a estar juntos.
Ya sea como amigos, como amantes, o como algo totalmente distinto. Simplemente funcionan bien juntos, ya sea porque se entienden el uno al otro
porque están enamorados o porque son compañeros en un crimen. Conoces a personas a lo largo de tu vida, de la nada, bajo las circunstancias más extrañas, y te hacen sentir vivo.

No sé si esto me hacía creer en las coincidencias, el destino 
o en los golpes de suerte, pero 
definitivamente me hacía creer en algo.

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Mi historia de amor con Jaebum había comenzado hacía dos años atrás.

8 de enero de 2015.

—Bien, comenzarás hoy mismo y más te vale que te acoples enseguida. —Me advirtió lanzando una mirada dura en mi dirección.

Tragué duro y asentí sin rechistar, definitivamente no creía poder hacerlo.

Vi que se mordía el labio y miraba para otro lado, cuando seguido de eso soltó una carcajada.

—Lo siento, estoy bromeando, solo te digo como a los demás pero contigo no puedo ir en serio —dijo—. Mi pequeña mariposa ya tiene trabajo —replicó posando su mano en mi cabeza, logrando que me despeinara por completo.

—¡Jinyoung! —chillé con verguenza—. Ya no soy más pequeña —dije de mala gana y con ganas de darle un golpe por llamarme así.

—Lo siento, no me voy a acostumbrar a llamarte de otra forma.

—Por dios, nos llevamos cuatro años. —Me encogí de hombros y lo miré molesta.

—Por eso mismo —dijo acercándose más a tal punto en que pude ver su rostro de cerca, muy de cerca. No, no me iba a intimidar—. Eres mi pequeña. —Recalcó haciendo que rodara los ojos y me alejara de él.

—¿Te dije que eres el rey de los idiotas? —siempre que se ponía así me gustaba decirle eso.

—¿Te dije que tu eres la reina? Por eso somos amigos. —Sonrió truinfante y me dio la espalada yendo en direccion a la barra.

—Eres un...

—Comienza el trabajo, ahora soy tu jefe y tú —se dio la vuelta y me apuntó con su dedo—, me tienes que obedecer en todo.

Se estaba aprovechando el muy idiota, pero ya me las iba a pagar.

Le mostré mi dedo medio y me arrepentí al instante cuando vi el rostro de mi amigo.

Estaba muerta...

—¡Ven aquí! —gritó cuando yo ya estaba corriendo alrededor de las mesas.

—Sorry, bro —dije poniendo en practica mi pobre ingles.

Traté que no me alcazara, sin embargo fue demasiado tarde.  

Siempre que le hacía algo así no se quedaba de brazos cruzados y me torturaba con hacerme cosquillas, pero este no fue el caso. Jinyoung, de un rápido movimiento me tomó como si fuera un saco de papas, de modo que quedé mirando todo al revés mientras que él decia algo que no logré entender por lo confundida que estaba.