🌺Cuatro🌺

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La rubia se agachó a levantar su vestido blanco, hasta que escucho una voz masculina que la hizo estremecer, con movimientos rápidos se puso el vestido, y volteó sorprendida mirando al castaño que observaba con una mirada perversa.

— ¿Quién es usted? — preguntó Irupé asustada.

— ~nfu~ Me llamó Laito Sakamaki ¿Y tú? — Respondió Laito, esperando a que ella reconociera su apellido.

Pero ella solamente lo miraba asombrada, ya que era la primera persona que veía, aparte de su padre y madre.

— Me llamó Irupé mucho gusto. — Exclamó ella, con una sonrisa de timidez, sonrojándose levemente.

— El gusto es mío bitch~chan, ¿Pero que hace una mujer como tú por aquí tal lejos? — preguntó el castaño con curiosidad.

— Es que yo vivo aquí, bueno realmente vivo en la cabaña de atrás. — Contestó.

—¿Sola? — preguntó el castaño alzando una ceja, manteniendo su expresión lésbica.

— No, vivo con mi padre, pero no comprendo ¿Qué haces tú aquí?, Yo jamás he visto a nadie por aquí, más que a mi padre. —Exclamo Irupé.

El castaño se quedó callado escuchando sus palabras, y le asombro que no lo reconociera como la mayoría de las chicas que lo conocen por ser hijo de un político muy importante en Japón, pero lo que más le sorprendió fue lo que dijo la rubia, que jamas había visto a ninguna persona más que a su padre.

Eso le asombró, pero no lo demostró, al verla en esas situaciones anteriormente, lo único que pensaba en ese momento era conquistarla y conseguir lo que siempre buscaba, y eso era sexo.

Pero no se daba cuenta que aunque Irupé pareciera una chica inocente y fácil de manipular, no era específicamente así, era muy inteligente y a pesar de no tener vida suficiente en la calle, o tener más experiencias en la vida con la sociedad, la crianza de su padre, lo poco que le enseño su madre y los libros escolares, podía tener un poco de astucia.

Irupé era muy bondadosa e inocente, pero hasta un punto, en eso se parecía a su padre, tenía el mismo carácter, de que cuando alguien lo quería subestimar enseguida sacaba su maldad para defenderse.

— Yo vine de excursión, y me perdí por el bosque, y justo escuché tu hermosa voz, bitch~chan, es muy linda. — Comentó el castaño.

— Gracias... — Agradeció sonrojada —. ¿Eso quiere decir que hay más de los tuyos? — preguntó, mirándolo fijamente.

— ¿De los míos? — preguntó confundido.

En ese momento el castaño se preguntaba si Irupé se había dado cuenta de que era vampiro o hablaba en sentido figurado.

— Lo siento, me refiero a personas... Es que no estoy acostumbrada a hablar con personas... — Comentó apenada.

Laito la observó estudiando su comportamiento, y se había dado cuenta que ella jamás había hablado con alguien, que tenía un comportamiento distante pero sociable a la vez, algo que lo confundía pero al mismo tiempo le atraía.

— Tranquila bitch~chan lo comprendo. — Hablo con tono coqueto, la rubia le sonrió con amabilidad —. ¿Te gustaría ir a otro lugar? ¿Cómo una carpa? — agregó, esperando a que la chica se entregué.

Irupé frunció el ceño confundida, e hizo una mueca de desagrado, negando con la cabeza.

— Lo lamento pero yo no me iré a ningún lado y menos a una carpa, disculpe pero debo de retirarme, creo que usted se está confundido. — Exclamó Irupé con seriedad, mientras sus ojos celestes brillaban con intensidad por el reflejo de la luna.

El castaño se asombro más al escuchar las palabras de la chica, cosa que le atrajo más, porque se dio cuenta que sería más difícil atraerla como él quería, en ese momento, le dio curiosidad por conocer aquella chica misteriosa.

Porque no solamente le atraía su físico, si no también su personalidad distante, su mirada, su forma de ser, al fin iba a conseguir un reto, una obsesión en la vida que duraría más de dos horas.

— Oye bitch~chan no te lo tomes a mal, era una broma ~nfu~ — comentó riendo, para tranquilizar a la joven.

— No fue gracioso para mí. — Comentó con el ceño fruncido.

Ella se había molestado un poco, ya que eso le había acordar a su madre con amante, y al escuchar las palabras del castaño que fueron como indirectas, le molestó más, porque se sintió como una mujer vulgar y no como realmente es, una mujer decente, como la había criado sus padres.

— Está bien bitch~chan te prometo que no lo diré más. — Dijo el muchacho.

Ella asintió y sonrió.

— Eso espero... Pero de todas formas me debo de retirar, está noche a sido muy rara, me siento incomoda con tu mirada y de qué me estabas viendo casi desnuda, me da ganas de correr. — Confesó Irupé.

El castaño rió, por la sinceridad de la chica, jamás había escuchado que una chica le sea tan sincera y no actuará como si no le importará.

—Bitch~chan es mi mirada, no puedo cambiarla, y además no debes tener vergüenza tienes un hermoso cuerpo, tanto que me excita. — Rió el castaño.

— Ok eso fue incómodo, ¿Siempre dices esas cosas?— preguntó ella, alzando las cejas.

Él volvió a soltar una carcajada, le daba risa la sinceridad de la chica, algo que le gustó enseguida.

— Si bitch~chan ¿Te molesta? — preguntó él.

— No, solo me incomoda es que nadie me lo dice. — Ríe.

— Eres muy divertida bitch~chan. — Comentó el castaño.

— Gracias... Pero debo de irme, adiós. — Se despidió Irupé dándole un beso en la mejilla al castaño, para voltear y caminar hasta la cabaña.

Laito se asombro por la acción de Irupé, y se sonrojo levemente al sentir el delicioso aroma que desprendía de su cabellos, un delicioso olor a almendras mezclado con el aroma de su piel y sangre, algo que lo hipnotizó atrayéndolo más.

— ¡Alto espera bitch~chan! ¿Mañana estarás aquí? — preguntó con curiosidad.

— Claro, como todas las noches, hasta mañana que descanses. — Saludo, agitando la mano para entrar a la cabaña, desapareciendo del campo de visión del castaño.

Laito sonrió con aquella sonrisa que lo caracteriza, estaba feliz por a ver encontrado un desafío nuevo, pero también estaba atraído hacia ella de una forma u otra, por la manera de ser de la rubia y por su físico, definitivamente ella lo había atraído de las dos maneras, hasta el punto de despertarle la curiosidad al vampiro, haciendo que espere con ansias volverla a ver.

Flor Cautiva ||Laito Sakamaki - Diabolik Lovers|| Libro №1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora