🌺Dieciocho🌺

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Más tarde, antes de que amaneciera Laito se despidió de Irupé y volvió al campamento, mientras tanto Irupé fue al baño, para mirar su cuello en el espejo.

Su pequeño cuello, tenía marcas de dos puntos pequeños que se hicieron hematomas, por toda su piel, llegando hasta la clavícula. Las mordidas del castaño eran placenteras pero a la vez dolorosas.

Tapó su cuello, con sus prendas y cabello, se miró fijamente al espejo, mirando su rostro pálido.

— Tal vez Laito-kun sea cruel, normal como los vampiros, pero yo siento que tiene un lado sensible, puede ser amable... Debería confiar en él, de todos modos Kou-kun y Laito-kun se llevan mal, es normal que Kou-kun me haya dicho tales palabras, tal vez los dos tengan razón y a la vez no. — Exclamó Irupé en voz alta, para soltar un suspiro —. ¡Ay chicos a veces me pregunto cómo fue que llegaron los dos a mi vida!, Es...tan increíble... ¿Cuándo fue qué toda esta situación llega aquí, al monte? Parece...que después de todo la luna si me escucho.

La joven dejo de observarse para ir a su habitación, al llegar abrió su boca ligeramente de sorpresa, al ver al Mukami acostado en su cama.

—¡Hola Mneko~chan! ¿Qué pasó que no fuiste al lago?

— ¿¡Kou-kun qué haces aquí⁉— preguntó Irupé, asombrada.

— No estabas en el lago, así que decidí buscarte. Pero no has contestado mi pregunta Mneko~chan. — Habló Kou, con una sonrisa alegre.

— Eh.....¿Qué pregunta? — dijo Irupé, haciéndose la desentendida.

Kou suspiró pesadamente y exclamar:

— No te hagas Mneko~chan ya sabes a qué me refiero.

— Lo siento, no te puse atención, todavía estoy sorprendida por tu visita. — Habló Irupé, con seriedad.

— Lo repetiré solamente una vez ¿Entendido? ¿Por qué no fuiste al lago Mneko~chan? — preguntó Kou, sentándose en la cama.

Ella se quedó en silencio, desviando la mirada hacia un rincón de la habitación, perdiéndose en sus pensamientos.

Kou la siguió observando, estudiando su rostro, mientras Irupé buscaba una excusa para no decirle la verdad.

— No tenía ganas de ir, hoy. Así que...me quedé para descansar. — Respondió Irupé con firmeza.

— Entiendo, tienes muy linda habitación Mneko~chan... aunque el olor que habita aquí es desagradable. — Exclamó Kou, con seriedad.

— ¿Olor? — repitió la rubia, para empezar a olfatear el aire—. Yo no siento nada —. Agregó, alzando una ceja confundida.

— ¿Él estuvo aquí, cierto? — preguntó Kou, de repente incomodando a la muchacha.

«¿Cómo lo supo?» Se preguntó Irupé, asombrada.

— ¿Él? ¿De quién hablas? — preguntó Irupé, haciéndose la desentendida nuevamente.

Kou la miró con seriedad y enojo, cruzándose de brazos.

— No te hagas la tonta Mneko~chan, sabes a quien me refiero. — Respondió Kou.

— ¡En serio no me hago la tonta! Solo que no me doy cuenta de quién hablas, ni que fuera Merlin para saber de quién me hablas. — Contestó Irupé, frunciendo el ceño.

— ¿Merlin? — repitió Kou, alzando una ceja confundido —. ¿Quién es Merlin, Mneko~chab?

— ¿¡Acaso no sabes quién es Merlin?! Es el mago, el de la literatura para niños...ya sabes el hombre anciano de barba larga color blanca que siempre viste de azul... — Respondió Irupé, mirando la expresión de confusión de Kou, que crecía con cada palabra de la rubia —. ¡No jodas es enserio! ¿¡No sabes?! Dios...estoy orgullosa de mi infancia entonces. — Agregó.

Flor Cautiva ||Laito Sakamaki - Diabolik Lovers|| Libro №1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora