eleven

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Cuando eres pequeño crees que el mundo te pertenece, que todo lo que pasa por tu cabeza se va a hacer realidad, que nunca sufrirás nada malo y que el único problema que tendrás en tu vida será qué ropa ponerte o decidir si la dieta qué estás haciendo está bien o está mal. Y para Seulgi no era distinto. Al encontrarse ahora con la morena en la puerta de su casa, sosteniendo un bol de sopa caliente y con una sonrisa que le alegraría el día cualquiera, la pelinaranja sabía que todas las ilusiones que había tenido de niña de encontrar el amor, no tenían nada que ver con esto. Porque esta vez se sentía bien y se sentía real.

Joohyun por su parte tenía miles pensamientos en su cabeza. Al igual que deseaba poder confesarle sus sentimientos a Seulgi sabía que quizás era demasiado pronto para ello. Sí la morena tenía que describir en pocas palabras lo que sentía por la más alta de las dos, diría que sus sentimientos eran como las flores; habían crecido poco a poco y al florecer habían llegado a su punto máximo y aunque supiera que quizás su amor pudiera marchitarse, esperaba que aquella flores fueran como las de un sueño, que se vieran brillantes y duraderas para siempre porque desde que pasaba los días con la menor, ahora ya no se imaginaba vivirlos sin ellos.

─Sin duda alguna eres un regalo del universo, Joohyun ─La morena se sonrojó al escuchar las palabras de la chica y negó levemente.

─El verdadero regalo aquí eres tú, Seulgi.

Ambas chicas se adentraron en la casa de la pelinaranja y esta le indicó que dejara la sopa en la cocina y al momento la invitó a subir a su habitación, ya que allí había montado su búnker repleto de mantas y dónde también había puesto el pequeño radiador que mantenía caliente el cuerpo y el cuarto de la menor. Era la primera vez que la mayor entraba en la casa de Seulgi, así que a medida que iba subiendo por las escaleras se fijaba en cada detalle de la casa de la chica, percatándose por la cantidad de cuadros y pinturas que había colgados en las paredes, también de los muebles que eran algo antiguos y al llegar a la habitación de Seulgi, la miró alzando una ceja, preguntándole si realmente podía entrar en ella porque aunque no conociera a Seulgi de toda la vida, sabía cómo era la chica y sabía que su habitación era un sitio sagrado al que no todo el mundo entraba.

─No preguntes y entra ─Y la morena asintió con una sonrisa en la cara.

En lo primero que se fijó la mayor fue en la cantidad de mantas qué había en la cama de la pelinaranja, al igual que el cuaderno que había abierto en un lado de la esta junto con un par de pinceles y colores. Si girabas la cabeza hacia tu lado derecho podías divisar el escritorio el cual estaba repleto de folios con dibujos y un ordenador apagado y si volvías a girar la cabeza para el lado izquierdo podías observar algún que otro cuadro colgado de la pared de la menor y tres fotos en las cuales Seulgi salía en todas y Joohyun había deducido que la encargada de pintar aquellos cuadros había sido ella.

─Me lo esperaba mas...

─¿Artístico? ─Preguntó entre risas y Joohyun la miro rodando los ojos.

─No de esa forma pero es extraño, parece como si estuviera viendo tu alma─Dijo no muy segura de sus palabras.

─Realmente lo estás haciendo─ Contestó mirando a la morena y esta la miró curiosa.

─Depende del sitio al que mires vas encontrar una parte de mí. Si miras hacia la derecha podrás darte cuenta que pintar es mi forma de vida, que pintar para mí significa más que coger un lápiz y trazar un par de líneas que quizás pueden venderse en un museo por un millón de euros, pintar es la forma que tengo de expresarme, la única forma que tengo de decirle al mundo como soy─ Hizo una pausa mirando al otro lado de su habitación.─ Si mirás hacia la izquierda podrás darte cuenta que también soy un desastre y que aunque esté mala o no, también soy un poco friolera y que bueno, estoy todo el día pintando y qué mis amigas y mis cuadros tiene un lugar especial en mi habitación ya que la pared está repleta de ellas. Así que sí, en cierta parte tu habitación es como tu alma, porque está llena de las cosas que verdaderamente te hacen ser tú.

try again ✧ seulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora