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Busco y busco, no hay hallazgo que encienda
El caldero que una vez ardió.
La poesía, como arena, se escurre entre mis dedos,
La esperanza enterrada ya está.

La música se ensordece, oculta en la oscuridad,
Teme callar el cántico mudo y doloroso.
La pintura, invidente se torna. Heme aquí, dice ella,
Traigo buenas nuevas, miel y primavera.

Las letras no bastan, los acordes arritmicos, los colores se evaporan,
Trae el amanecer aquí, que la noche ya aterra.
La libertad, en prisión se ahorca.

El desespero ya ahonda, tersa oscuridad,
La incertidumbre penetra, triste soledad,
Un ínfimo atisbo de esperanza , aproximándose,
Porque tu presencia es volver a nacer.

El fin cerca está, el abismo se retuerce,
Los cielos caen, Tu m'appertiens.
Los santos se ahorcan, la luz oscurece,
The hell burns by your hand.

CartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora