Canto 20.

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rEITERO mis disculpas por la tardanza y la falta de edición así que, mil perdones por la ortografía y demás. 

3/4

pd.: drama time

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Canto 20. 

"Romeo y Julieta" Canto final I prt 1.


La decisión estaba tomada: Louis iba a confesar toda su verdad y esperaba ser exonerado de toda culta y quedar limpio para lo que sería la ceremonia de los votos finales.

Entró con el alma desbaratada hasta la sacristía encontrándose con el padre y Fermín quién luego de unos minutos fue despachado. Le había costado tomar tanto la decisión así que cuando se dispuso a comenzar hablar pareciera parte del universo cósmico o una broma de la vida cuando el dueño de su corazón había entrado interrumpiendo lo que estaba pronto a decir.

Su corazón se apretó incluso más al volver a verlo luego de lo que había sucedido entre ellos. Los recuerdos le azotaron como flash back de novelas románticas, la noche de pasión dónde se conocieron en medio de besos y caricias, la forma en que Harry le había convertido en un humano real con errores y virtudes. Dónde se sintió tan amado y cálido. Allí estaba con el final de él perdido en las calles de Verona llegando hasta el lugar en dónde había tenido su prima borrachera con éxito y consentimiento logró conseguir la segunda llegando a gatas al convento. No sabía cómo había entrado, pero lo que sí sabía era que de pie había llegado al cuarto de Niall llorando por su trágico amor.

—Harry. Es una sorpresa verte por aquí. –Saludaba el padre Miguel con una sonrisa-. Hombre, me alegra enserio verte. Tengo unas cosas que hablar contigo. –Le escaneaba con la mirada-. ¿Vienes de algún viaje con Emma? –Preguntaba al notar que el muchacho traía en su hombro un bolso-.

—Uhm, no exactamente. —Contestó firme- Venía a hablar contigo una cosa. —

—Bueno, estoy hablando con Louis. Puedes esperar –Le indicaba-. Estas con un rostro complicado. ¿Estás enfermo? —Preguntó al ver los ojos apagados y ojeras que le rodeaban-

—No. –

— ¿Seguro? Puedo ofrecerte algún medicamento —

—No. —Contestó sin poder dejar de mirar lo que podía ver de Louis. Estaba dándole la espalda pero sentía en el aire que el ojiazul deseaba voltearse a verle-

—Bien si no quieres nada, me esperas unos minutos fueras, el hermano aquí presente necesita hablar conmigo un asunto ¿Sí? —Un asunto... ¿Qué asuntó? Se atrevió a preguntar mentalmente el ojiverde. Asintió sin remedio ante lo que el religioso le había dicho y salió no sin antes lanzarle una última mirada al novicio viéndole girar en dirección al padre, podía verle el perfil, el hermoso perfil. Sabía que Louis le miraba de reojo-. Adiós entonces. —

—Uh, sí, permiso. –

Harry terminó de salir de la sacristía y se sentó en una de las banquetas que había allí. Sus ojos vagaron por el recinto y no evito sonreír con melancolía, haber estado allí había sido lo último que quisiera vivir en su vida pero la experiencia final le había regalado uno de los milagros más hermosos de la vida; el amor.

Necesitaba terminar de comprender a Louis. Entendía sus traumas, entendía lo complicado que era pedirle que dejara la sotana por él un muchacho sin mundo y sin dinero. Prácticamente un vago. Pero aún así con todos esos factores necesitaba saber al menos que había sido correspondido. No podía simplemente olvidarse de unas palabras que había dicho tiempo atrás.

Bendito Casanova «ls»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora