Del Juego A La Realidad [REESCRIBIENDO]

Capitulo XII: Farra y Soledad

Kazuto Kirigaya

"¿Que le pasa?"

"Ni idea"

Dijimos Asuna y yo, confundidos ante la escena que acababamos de ver, Shino bromeando luego de vernos basándonos, era raro.

En fin; no le dimos demasiada importancia y retomamos la plática, dándome cuenta apenas que ella me había besado.

"¡A-asuna!, ¡¿porqué me besas de la nada?!"

Ella me da una sonrisita traviesa.

"¿Entonces puedo hacerlo si te aviso?"

"¡Claro que no!, eso me tomó por sorpresa"

"Pero te gustó"

Ella pasa sus brazos por mi cintura y se me acerca de forma coqueta.

"B-bueno, no me desagradó"

Estaba tan nervioso que no podía articular una oración, ¿cuándo Asuna se volvió tan agresiva?.

"Me alegra que te gustara"

Pega su cabeza en mi torso, envolviendome completamente en sus brazos, yo solo suspiré y me resigné, parecía desganada hace un rato, pero al menos pude hacer que se alegrara.

"¿Entonces qué es lo que seremos de ahora en adelante?"

Buena pregunta.

"Pues amigos, ¿no?"

Ella lo piensa un poco.

"¡Mejor seamos amigos con beneficios!"

"No en esta vida, mujer"

"Ahhh, eres tan aburrido"

Ella se da la vuelta cruzada de brazos e inflando sus mejillas, un berrinche adorable, me sacó un par de risas.

"Muy bien, entonces seamos mejores amigos"

"Mejores amigos con beneficios"

Estira su mano y resignado la estrecho.

"Trato"

Ella corre y me da un abrazo, al menos ya no me siento tan culpable, pero aún así, intentaré tener el menor contacto posible, siento que eso me traería problemas.

La hora de reunión había llegado, Asuna me pidió que pasara por ella, así quedé de llegar a su casa a las 2:45, previendo el tráfico.

"¡Hasta que llegas, quedaste a las 2:45!"

Miro mi reloj y vi que eran las 2:46, no quise reclamar así que simplemente le di su casco y subió a la motocicleta, manejé por alrededor de unos quince minutos y por fin llegábamos, estaba empezando a hacer frío.

"Todavía no llega nadie"

Quedamos de vernos en el estacionamiento, pero no pasaron ni dos minutos hasta que llegaron dos conocidos nuestros, Alice y Eugeo, raro.

"Hola"

Alice saludaba, estaba extraño, los veo juntitos desde hace unos días, así que decidí molestar un poco.

"¿Ustedes llegaron solos?"

Eugeo se puso nervioso en cuanto lo dije.

"Así es, Eugeo pasó por mi a mi casa"

Dijo Alice sin pena mientras avanzaba con Asuna, el pobre Eugeo estaba más rojo que un jitomate. Al poco tiempo llegaron los demás, Shino, Agil, Klein, Keiko y la odiosa de Rika.