Estoy Yo [Ereri] ||Mpreg||

2.

Había escuchado que cuando uno termina una relación larga con una persona que en su vida tuvo mucho significado duele demasiado. A veces se reía de esas personas que "sufrían por amor" pues para él era una completa estupidez que alguien fuera dependiente de otro individuo de manera sentimental. Eso fue porque nunca pensó que se vería de esa manera, porque de algún modo, Levi pensaba que estaría solo hasta el último de sus días, que no habría alguien que fuese tan importante para él como para llorarle.

Estuvo de regreso en Japón un miércoles y para el sábado que tendría su reunión con Eren, no había dejado de llorar. Claro, no era todo el tiempo ni a toda hora. Hacía las cosas de la casa, compraba en el supermercado, miraba por posibles empleos e incluso se reunió con viejos amigos, pero era en la soledad de su habitación por las noches que su corazón se estrujaba y unas ganas inmensas de llorar llegaban a él. Era todo tan feo, porque no tenía alguna persona cerca a la cual poder acudir en sus momentos de desesperación.

Sus padres estaban en su casa y atendiendo las panaderías que tenían en la ciudad, Mikasa estaba de novia con no sabía qué tipo y llegaban a visitarlo de vez en cuando por las tardes, pero por las noches era difícil contactarla porque posiblemente estaría de guardia en el hospital. Tenía amigos, pero no tan cercanos, y a los que consideraba casi sus hermanos no estaban en Japón.

Era viernes por la noche, al rededor de las diez. Levi estaba acostado en el sofá del living acariciando su abdomen mientras miraba el techo fijamente. ¿En qué pensaba? Bueno, en nada realmente. Estaba meditando varias cosas, pero era como si realmente no lo hiciera. Necesitaba un consejo, unas palabras de aliento, algo que no le hiciera perder la cordura y decidir abortar. Necesitaba a alguien que le dijera que olvidara al estadounidense, que con lo que hizo le demostró que no estaba listo para tener a alguien como él.

Cerró los ojos y frunció el ceño, la radio estaba sonando con una canción romántica de un grupo del país. Estaba un poco molesto. Bueno, más bien muy molesto. Había platicado con una vieja amiga hacía unas horas y le comentó superficialmente lo que le ocurría, confiaba en que le diría cosas "sabias" pues cuando aún estaban en el colegio ella fue como su "psicóloga personal". En vez de decirle cosas coherentes para él, ella terminó enojada porque había desperdiciado la oportunidad de salir de la rutina japonesa solo porque había decidido hacerse responsable de su embarazo.

—Si tu ex novio no quería, es porque no está listo, pobre de él que te perdió por tu necedad. Y si de todas maneras lo vas a dar en adopción, es mejor que lo hubieses abortado. ¿De verdad Levi? Has desperdiciado la oportunidad de salir del pozo en el que estás aquí.— le había dicho Hanna cuando estaban tomando una malteada en la tarde. —Debiste cuidarte si sabías que podías concebir.

Y es que él lo había hecho, se había cuidado y tomado pastillas desde que supo que podía quedar embarazado. Pero fue el mismo Jason quien le dijo que no era totalmente necesario y que el utilizaría otros métodos anticonceptivos. Justo había tomado un descanso de las pastillas un par de semanas antes de irse a Estados Unidos, semanas en las que tuvieron relaciones sexuales al menos unas tres o cuatro veces.

—Ya basta, carajo.— se dijo a sí mismo sentándose en el sofá. Sentía algo, pero no sabía qué era. Su corazón se aceleraba cúando tocaba su vientre y se imaginaba cargando a un pequeño bebé. —Bien, vamos a hacer esto, ¿ok? Voy a tratar de quererte y tu no me harás la vida imposible, ¿si?— le hablaba a su barriga, riendo tontamente cuando se dio cuenta de lo que hacía. —Tus abuelos se tienen que enterar, y también tu tía, y no sé quien más, pero ya no podemos ocultarte.

Estaba a punto de ir a la cocina por un vaso de leche y galletas cuando el timbre sonó. Asomó la cabeza por la puerta de la cocina con una ceja levantada pues no esperaba a alguien a estas horas. Dejó lo que se había servido en la mesa del comedor y salió rumbo a la puerta de entrada.