O5.

275 43 15
                                    

5:12 am
2 horas para que concluya
la depuración anual.

- ¿Nos vamos a volver a ver después de esto?.- preguntó jun, quién se encontraba acariciando los cabellos castaños del contrario.

Aquella pregunta hizo sacar a minghao de sus pensamientos y tranquilidad, su corazón dejó de latir unos milisegundos para reaccionar y poder responder.

- Obviamente solo y cuando tú quieras y puedas.- dirigió su mirada a la del pelinegro, la cuál venía acompañada de una sonrisa que contagio inmediatamente.

- Siempre quiero y siempre puedo.- dijo acunando el rostro ajeno entre sus manos, apreciando lo adorable que se podía ver apesar de la horrible noche que estaban sucediendo.- podría ser como antes, cuando puedas me vas a buscar al trabajo y cuando yo pueda voy a tu universidad.

Minghao recordó todos aquellos momentos con el contrario que le brindaban felicidad, el solo ver al mayor feliz de tenerlo en su trabajo llenaba su corazón.

Un sonido de motoneta los distrageron de su pequeño momento de felicidad, decidiendo arracar desde un principio antes de que los encontraran; corriendo con total velocidad tomados de la mano lograron llegar a las escaleras, escapando completamente de los contrarios.

Se sorprendieron que no hubiera nadie en aquel sector, mirando para todos lados por precaución de cualquier cosa, minghao no se dio cuenta que pisó una trampa, jun entrando en pánico completo sin saber que hacer al ver que se activaba una alarma y sentía como se alejaba debido a un hilo proveniente de la alcantarilla.

- Suelta a mi novio.- habló mientras de dirigia con una roca de por ahí, golpeando a la persona con total intensidad que estaba en aquella alcantarilla la cual atraía al contrario hasta ella, dejándolo notablemente muerto o inconsciente, intentó desatar aquél nudo en su pie antes de que llegara otra persona y los matara sin piedad alguna, llevando consigo la roca por cualquier tipo de precaución.

- Nunca dije que quería volver a ser tu novio, jun.- mencionó una vez podían caminar de manera tranquila por el lugar.

El pelinegro sin saber que decir, avergonzado por aquello, llevó su mano libre hasta su nuca, rascando está como acto de nerviosismo.

- Pero tampoco nunca dije que no.- volvió a hablar ming para tomar la mano del mayor y dedicarle una tierna sonrisa, la cuál el contrario no dudó en responder de vuelta.

Apesar de ser la peor noche para declarar todo aquello, la compañía del uno y el otro era completamente grata para ambos, aquella química que existe y nunca se fue hace que todo a su alrededor sea completamente tranquilo, podían escuchar como el corazón de cada uno latia al mismo ritmo, solamente por su simple compañía, y es que para ellos no hay mejor compañía que los dos.

Nuevamente aquella escena fue interrumpida por una pandilla que se acercaba a ellos en motonetas, no tenían donde esconderse y aún se encntraban un tanto lejos de la estación de autobuses, solo quedaban dos horas para que su pesadilla terminara.

Jun se dio cuenta que estaban cerca de un colegio, así que tomó la mano del castaño para proceder a correr en la dirección que el indindicaba, mientras sentían el ruido de las motos atrás de ellos.

thᥱ purgᥱ : 준호 ₊˚ ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora