Capítulo 1

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—¡Regresa aquí mocoso!

—¡Alcancenme si pueden! ¡jajaja!

Por las calles de Japón, unos oficiales perseguían a un chico de tan solo 20 años de ojos azules y cabello rubio, su apariencia no es como la de cualquier joven de su edad, era perseguido por llevar en sus manos una cesta con comida que había robado a una cafetería.

La razón es simple... es un chico que ha tratado de sobrevivir en las calles desde los 12 años, pues su madre había muerto por una enfermedad incurable quedando en la orfandad, su padre lo abandonó apenas era un bebé y no tenía a nadie más que a él mismo.

—¡Rayos! ¡si qué son rápidos!, me será imposible esconderme— el rubio aumentó su velocidad de sus pasos y se dirigió a un callejón el cual para mala suerte no tenia salida, pero eso no iba a detenerlo, a como pudo se subió a la pared logrando saltar y poder escapar de los oficiales.

—¡Qué no escape! — dijo el oficial a sus colegas.

—¡Ups, ya lo hice! — aquel chico hizo un gesto de burla y siguió su camino.

—Eso ya lo veremos muchacho — el oficial iba a seguirlo pero su compañero lo detuvo.

—Déjalo... de todas formas, es solo un simple mocoso.















...

En otra parte

—¡Mira hermanito! este es el traje qué usaré para esta noche, ¿te gusta?
De seguro que a los clientes les encantará mi nueva canción.

—Te aseguro que sí pero... ese vestido es un poco corto y sabes muy bien que a papá y a mi no nos gusta que uses ese tipo de vestidos

—Hermano, no le veo de malo a este vestido.

—Puede qué tu no le veas lo malo... en mi opinión, no quiero que ningún hombre se te quede viendo como un depravado. Eres mi hermana menor y tengo que estar al pendiente de ti.

—Si, si, ¡esta bien! mejor me pondré mi vestido favorito, señor sobrrprotector.

—Esa es mi hermanita— el mayor se acercó a aquella chica alborotando sus hermosos mechones verdes

—¡Jajaja! ¡ya para! desarreglas mi cabello.

—Claro que no, lo estoy dejando como nuevo.

—Ya veo... pero eso no significa que me quedaré de brazos cruzados— dicho esto la peliverde le hizo cosquillas a su hermano haciéndolo reír a carcajadas

—Ya... ya... me rindo... ¡me rindo!

—Esta bien hermanito

—Por cierto Shun, no me has dicho que piensas hacer con Sorrento — la joven dejo de sonreír y se puso a pensar un momento.

—Ni me lo menciones por ahora... quiero terminar con él de una vez por todas, no soporto sus estúpidos celos

—Ya veo... ¿No lo amas? ¿verdad? — la azabache respondió sin rodeos.

—Honestamente... no, salgo con él porque lo aprecio mucho pero... creo que no es el indicado para mi

—¿Y cuándo piensas terminar con él?

—Cuando sea el momento, por ahora.. debo enfocarme en que todo saldrá muy bien esta noche— la peliverde se puso de pie y observando hacia la ventana.

—Sabes Shun... tú eres libre para escoger a esa persona especial, te aseguro que encontraras a un hombre que te quiera y te respete tanto y el cuál... te hará feliz

¡Bailemos! (completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora