Cuento19

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Tomaste fuertemente mi mano cuando escuchamos a la patrulla detenerse fuera de mi casa, me abrazaste y hundiste mi frente en un tierno beso el cual sentí que sería el último, derribaron la puerta y entraron aquellas bestias salvajes teñidas de verde, te tiraron al suelo, comenzaron a golpear tu cuerpo de una forma inhumana, te levantaron y pude ver tu cara ensangrentada con tus ojos penetrantes mirando fijamente los míos como aquel día en que nos enamoramos y me dijiste que si no te veía mañana en aquel lugar de siempre a la misma hora prometiera nunca dejar de buscarte.
Y aquí estoy, a 40 años de ese día suplicándole a la muerte que no me llevé sin antes encontrarte.

Uno que otro cuento de amor y desamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora