Albus severus ,James sirius,Narcisa Minerva y el gira tiempo ilegal,drarry

el gira tiempo ilegal

La mansión de los Black gozaba de un ruido hogareño aunque el niño que vivió y el príncipe de las serpientes no se encontrasen ahí, sus 4 bastagos llenaban el silencio. El segundo primogénito de la familia descansaba en el sillón de la Sala principal, postrado en el asiento mientras leía ese libro de opciones que uno de sus padres le regaló, disfrutando del táctica de las antiguas hojas y del cuerpo viejo de la tapa gruesa del manuscrito. Para pena del rubio, la tranquilidad en el hogar duraba poco, sobre todo por el mayor de los hermanos, que llegó de la nada y empezó a llamar repetitivamente a su hermano menor para que atendiera a sus llamadas

-Sev, Sev, Quejicus, cola gusano, Al, Al, Albus, Albus

Albus severus ya estaba molesto y no le aparecía seguir escuchando a su hermano, sabía que la mejor forma de librarse de él era complaciendolo y escuchandolo, dejando atrás su lectura dijo:

-Que quieres? Estaba haciendo algo, no deberías ser tan insistente, sabías?

-Lo mismo me dice Narcisa todos los días, si me respondieras a la primera no sería tan persistente, a lo que iba, necesito que me ayudes en una cosi -

James estaba decido, con esa mirada de Gryffindor que tanto caracterizó a sus descendientes, sin embargo el albino lo interrumpió

- No, james, la última vez que te ayude, acabe en el hueco de la chimenea en casa de los tíos Weasley, sol recurres a mi cuando todos los demás te dijeron que no

- Hey! Eso fue tu culpa, te dije que tenias que llevar tu varita por si te atascabas, yo solo queria ver si habia un animal mágico en la chimenea, y lo habia

- si, y ahora Lily tiene de mascota a un escarbato - respondió Albus, recriminado, a él nunca le apasionaron los animales mágicos, no era el mejor dando amor a mascotas, totalmente contrario a su hermana más joven, la pequeña Lily acogería a cualquier see necesitado de afecto que viera, era gracias a su padre que la casa no se llenaba de animales callejeros

-Es mejor que pedir una serpiente, eres demasiado Slythering - contrataco el azabache, experto en responder a su hermano

- Y tu muy idiota, tan Gryffindor....

Ambos hermanos rieron, imitando las discusiones entre Gryffindors y Slytherings en Hogwarts, dos grupos que prácticamente se mataban entre ellos, discutían y se insultaban. Ambos eran puntos fáciles para las burlas, cada hermano quedó en una casa diferente, en sus respectivos años, sin embargo todos habían aprendido ha hacer una coraza sobre la situación, poco importaban los comentarios que pudieran ofender, tener un hermano en último año en Gryffindor, tenía sus ventajas frente a los abusones de 5 año

- Pero en verdad, lo que te quería pedir es.... Quiero que juntos robamos el giratiempo de papá y viajemos al pasado con él

Albus enmudeció, el giratiempo de su padre? Aquel que como auror tenía que cuidar? Del que había escuchado de que además de peligroso y desconocido, podía retroceder años en el tiempo?

- Para que vas a usarlo, cuando lo tomemos? Que quieres hacer con un objeto tan... Peligroso? - preguntó, dudando de las intenciones de su hermano

-quiero saber la historia de nuestros padres, la historia del niño que vivio, la historia de el principe de Gryffindor y el principe de Slythering, la historia de-

Albus calló a su hermano, temiendo que sus hermanas escucharan las endiabladas ideas del mayor, Albus sabía que James era impulsivo, y que iba a hacer con o sin su ayuda, sobretodo aprovechando que sus padres no estaban en casa, así que prefería ayudarlo, no iba a dejar a su hermano correr tanto peligro él solo

-si, ya entendi, te ayudare

Una jóven entra a la habitación, había estado escuchando con el sigilo de un puma, su larga melena negra y sus ojos grises fijos en ambos objetivos, sus padres podían adivinar a cual de las dos familias había salido

Narcisa:ayudarlo en que?

La cara de los chicos se transformó, de una euforia procedente del sentimiento de riesgo, ahora se enfrentaban al terror de confrontar a su hermana intermedia, una mujer tan despiadada como hermosa, la princesa de Draco.

Albus decidio contarle la verdad, era su hermana al fin y al cabo, y ella lo acabaría averiguando de todas formas

-Yo tambien quiero acompañaros! -anuncio - no voy a dejaros solos con esa preciada y valiosa reliquia

James y Albus guardaron silencio, su hermana, la princesa de papi, la consentida, la misma que se chivaba de todo lo que hacían, la que los regañaba, la que servía de niñera aunque James fuese mayor. Esa chica ahora quería acompañados.

-Segura? Es decir, es peligroso - pregunto el rubio, antes de que el azabache se negara rotundamente

-Lo se Albus, no soy idiota, soy una Ravenclaw, y si James y tu vais yo tambien - respondió, con ese tono condescendiente y orgullosa de su propia casa, como siempre, ella valoraba sobre todas las cosas la inteligencia y la sabiduría, como anillo al dedo le quedó ser una Ravenclaw

Los tres se apresuraron al despacho de su padre Harry, sin saber que han pequeña pelirroja los miraba a la distancia ,debían encontrar el giratiempo y rápido, sus padres volverían en unos 10 minutos. Buscaron en los cajones, la mesa, la estantería, donde sea que Harry pudiera haberlo guardado, la oficina era pequeña, pero aún así no encontraron nada, hasta que Albus se fijó en algo, su padre se había dejado la gabardina. El chico rebusco en sus bolsillos y en el derecho al fin encontró el pequeño reloj con cadena, a lo que llamó la atención de sus hermanos. Los tres adolescentes se miraron y decididos, se pusieron el gira tiempo en el cuello, empezando a darle vueltas mientras sus padres habrán la puerta de la casa ellos contaban cada una  de ellas por cada año en el que tenían que retroceder, Lily, ni corta ni perezosa, al ver lo que hacían sus hermanos mayores  no pudo quedarse quieta como una observadora más de la historia, entrando al círculo que los tres habían formado antes de que un alo de luz les envolviera impidiéndoles ver que ocurría a su alrededor

Los cuatro desaparecieron del despacho de harry

Los Potters aparecieron en un despacho finamente decorado, el cuál, a pesar de su aturdimiento, reconocieron como el de su directora. Los tres empezaron a regañar a su hermana más pequeñas, esto había siendo peligroso, muy peligroso! Sobre todo para ella, una niñita de primer año

Después de un largo tiempo de discutir escucharon una puerta abrirse, los cuatro se giraron al mismo tiempo encontrandose con la mirada del viejo director de Hogwards, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.

- Quiénes sois muchachos? Que hacéis en mi despacho - habló el anciano, una leyenda para los cuatro chicos que enmudecieron, no sólo porque el viaje funcionó, sino por tener enfrente a básicamente un héroe para ellos, una figura tan imponente como sabía, de la que sus padres poco habían hablado respecto a lo que merecía

- Soy James Sirius Potter, señor! Es un honor poder conocerlo! No sabe cuanto -

Su hermano lo calló al ver la reacción de asombro del viejo hombre

Albus Dumbledore abrio los ojos como platos cuando escucho su nombre, James Potter , no lo habia escuchado en mucho tiempo, vio los ojos cafes y el pelo incontrorable de color negro. Buscando una solución poco descabellada se fijó en los demas, sobre todo en Albus . Sonrio y habló:

-Ohh ya entiendo, y tu eres Lucius Malfoy verdad? - dijo el anciano, mirando a Albus, ese cabello rubio era imposible no recordarle a los Malfoy, y mirando mejor a las hermanas, también parecían extraños disfraces de Lily y Narcisa Black de jóvenes, en diferentes épocas- Buenos hechizos de disfraz, me confundisteis durante unos segundos muchachos, venga, quitaros eso, es un poco de mal gusto

- No creo que nos entienda... Señor Dumbledore.... -habló Albus, dudando de sus palabras - soy... Albus, Albus Severus Potter, señor... Y ellos son mis hermanos