Taenieves [Taegi]

IV

Nuevamente ahí estaba un aburrido TaeHyung aburrido y cocinando.

-Me tratan como si fuera una mujer, ahora entiendo porque existe el feminismo y esas cosas-gruñó mientras cortaba una manzana para el pastel que estaba haciendo.

-Pero al menos eres un hombre que puede hacer las labores de la casa-argumentó un pálido sentado en la ventana.

-¡¿Quién eres tú?!-dijo algo asustado por su presencia.

-Calmate, gritas como una mujer-frunció el ceño-Soy Min YoonGi, desde ahora tu secuestrador-

El de cabellos grises arqueó una ceja sin entender. El pálido sopló un polvo brillante y este tosiendo se empezó a marear finalmente cayendo al suelo desmayado. El de cabellos azulados lo cargó como si fuera un costal y fue hacia el bosque donde solamente pudo quejarse y acabar con un dolor de hombro, ese chico guapo pesaba bastante.

Al llegar a la casa saludó a su amigo peludo, Holly, un perro de cabellos castaños.

-Voy a amarrarlo, mantener alerta por si vienen esos tontos a buscarlo-fue adentro de su casa bastante oscura y bien oculta entre los arboles del bosque oscuro.

Holly se puso alerta entonces.

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-¡Sueltame! ¡¿Dónde estoy?!-dijo exageradamente el de cabellos grises frunciendo el ceño, sin poder liberarse ya que estaba amarrado con magia, y ser cazador no implicaba algo que enseñara a contradecir magia.

-¡Ya callate! Mierda, trato de concentrarme, gritas mucho-dijo el de baja estatura mientras leía el libro.

-¿Qué estas haciendo? ¿Una poción para matarme?-arqueó una ceja.

-Callate ya-siguió en lo suyo.

Añadió algunos líquidos a la caldera mientras seguía leyendo, estaba practicando el hechizo de la manzana envenenada pues aún no salía del todo bien, no era letal, y debía perfeccionarla para que el príncipe muriera a la primera mordida.

TaeHyung siguió preguntando hasta que YoonGi se hartó.

Respiró hondo y acercándose al de piel tostada le tomó del mentón del mentón y le dio un beso.

TaeHyung abrió sus ojos como plato y se ruborizó moviéndose entre las cadenas de magia tratando de separarse.

YoonGi se separó serio, y se fue como si nada. TaeHyung iba a reclamarle pero notó algo, no podía mover su boca, no podía hablar.

-Te acabo de dar un hechizo para que cierres la boca-explicó y siguió en lo suyo.

El de hebras grises frunció el ceño odiando no poder hablar, ¿cómo lo había hecho? Bueno, era obvio que era porque era un hechicero.

-Idiota, mis labios son mágicos, no te diste cuenta del brillo que tenían, por eso no puedes hablar, es algo básico y fácil de controlar, y solo podrás hablar si yo aplaudo-

Cierto, se me olvidó mencionar que YoonGi también tenía la habilidad de leer mentes, pero casi nunca lo hacía, solo en esta ocasión.

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El de tez tostada estaba muy aburrido y solo miraba a YoonGi haciendo lo mismo, así que solo se le ocurrió un soborno, algo que hiciera para dejarlo ir y que pudiera hablar. Por su mente le empezó a molestar para que le hiciera caso y le dijo que si lo dejaba ir él le daría lo que quisiera.

-No soy tonto, sé que quieres escapar, además, ¿por qué iba a dejarte ir si tú eres a quien necesito y por eso te secuestre?-arqueó una ceja.

TaeHyung hizo un ruido en desaprobación.

-Si dejas de gritar y molestar dejare que hables-revolvió todo en la caldera.

Entonces el de cabellos grises asintió sonriendo, YoonGi aplaudió dos veces y la boca de Tae fue liberada del hechizo.

-¿Por qué me has secuestrado?-preguntó.

-Te dije que sin molestar, guarda silencio- frunció el ceño.

-Amargado, al menos deberías darme algo de comer, me vas a matar de hambre y no podré servir para tu poción mágica o lo que sea que estés haciendo.-

YoonGi iba a reprocharle pero en parte era cierto, él como sea podía sobrevivir sin comer, pero TaeHyung no, era un simple mortal.

Le hizo aparecer una manzana enfrente y solo liberó sus manos, los pies no, ya que intentaría huir. El de mayor estatura sonrió su boca salivando y tomando la manzana para comenzar a comerla haciendo ciertos ruidos y al final se le salió un eructo, a lo que se disculpo.

-Agh, que asco me dan los humanos-

Finalmente YoonGi acabó su práctica sin tener éxito y se dispuso a subir las escaleras a su habitación.

-Hey, ¿me vas a abandonar aquí? No pienso dormir en el suelo-se quejó.

-Como molestas-

Sin mucha paciencia le acomodó entre el montón de paja que tenía ahí.

-Ahí vas a dormirte y no te quejes que ya hice bastante-regañó.

-Sí mamá-dijo con fastidio el de cabellos cenizas rodando los ojos.

No le hizo caso por no querer perderle la paciencia y fue a su habitación, ¿cómo se supone que iba a aguantar a ese idiota en su casa? Tal vez fue un mal plan lo que ingenió, pero ya lo había hecho después de todo y no podía simplemente devolverlo porque lo contaría todo. Ni modo, era su responsabilidad ahora encargarse de ese gran problema.

[•••]

Los chicos fueron a buscar a TaeHyung, pero ninguno fue valiente como para adentrarse al bosque a buscarlo, solo pudieron quedarse preocupados, ya que a pesar de que era un completo desconocido, les caía bien, y no podían abandonarlo nada más así, ¿y si ya lo habían matado? Eso les helaba la piel de solo imaginarlo.

-¿Qué haremos?-dijo el segundo mayor de la casa sentado en la mesa dialogando con el líder, los otros dos estaban ya durmiendo en sus camas.

-No lo sé, pero será mejor armarnos de valor paa mañarla y buscarlo en el bosque aunque posiblemente acabemos muertos-

-¡¿Te volviste loco?!-

-No, estoy muy seguro, tenemos que hacerlo Jin, no hay otra opción-

Jin se negaba rotundamente, no podían entrar, a parte, dejarían solos a los otros dos, y eran cono familia, definitivamente no quería cometer esa locura.

-Vamos a dormir, si tu no vas, entonces iré yo-se levantó el líder y fue subiendo las escaleras.