IX

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Era de noche, habían llegado a un punto desconocido del bosque, todo estaba oscuro y el burro se negaba a seguir caminando, había estado caminando por un buen rato, normal que estuviera cansado. YoonGi no podía estar más enfadado con TaeHyung y consigo mismo por haber llevado a TaeHyung a las compras.

-¿Q-Qué haremos?-Preguntó con nervios TaeHyung sentado en una piedra.

-Vamos a vivir aquí ahora, y tú ya no volverás a salir-Contestó molesto.

YoonGi sabía que a este paso iba a desmayarse pero era su única manera de sobrevivir y no ser buscado. Puso otra carta y un polvo sobre esta, se alejó unos pasos y comenzó a susurrar palabras. El menor por su parte impresionado comenzó a ver partículas brillantes salir de la carta y a su vez una luz saliendo de ambas manos de YoonGi. Se asustó cuando la tierra comenzó a moverse y de esta comenzaban a salir tablones de madera y demás cosas.

-Woah-Sé tambaleó perdiendo un poco el equilibrio.

De la tierra siguieron saliendo cosas y finalmente estas formaron una cabaña simple de madera, él ya estaba bastante, muy impresionado. La tierra paró de temblar y se apresuró en atrapar a YoonGi en sus brazos cuando estuvo a punto de caerse.

-Increíble, YoonGi tu magia enserio es impresionante-Le miró con asombro y ojos brillantes.

-Cállate y llévame adentro-Ordenó.

TaeHyung levantó a su mayor al estilo nupcial y lo llevó dentro de la cabaña pero incluso estaba más impactado y asombrado, la cabaña por fuera era muy pequeña pero entrando a esta era muy grande y habían varias puertas con diseños y colores distintos, decía algo encima de estas pero la letra era extraña, no podía leerla si quiera. Dejó a YoonGi en un sofá, si, la cabaña estaba amueblada, era una cabaña más linda que la anterior la cual era fría y oscura.

-Ni se te ocurra abrir las puertas, o te mueres-Amenazó-Solo yo tengo permiso a abrirlas-Jadeó por el cansancio.

-¿Son cuartos?, ¿A dónde llevan y por qué no puedo abrirlas yo?-

-Ya te dije, solo yo puedo, esas puertas pueden matar a cualquier humano que no posee magia, y te llevan a varios lugares los cuales solo yo puedo ver-Explicó, sino lo hacía, TaeHyung no se callaría en toda la noche.

El menor asintió asombrado, incluso la cocina era más amplia y linda, tenían una sala y cuadros lindos, cortinas que podías abrir para ver el exterior y demás. Esa cabaña le encantaba, aunque...

-¿La has hecho colorida para mi?-Jugueteó con sus dedos con timidez y con una sonrisa.

-Es para que te calles, siempre te quejas y estoy harto de tus quejas-

TaeHyung asintió aunque agradecido con YoonGi, enserio amaba a ese tipo por más que fuera toda una piedra con él. Se levantó y fue por las únicas dos bolsas que alcanzó a tomar y las metió a la cabaña. la cual se cerró con seguro por sí sola. Rió y fue a la cocina de lo más feliz a preparar algo de comer para YoonGi. El de tez pálida se extrañó, ese chico nunca dejaba de sonreír, incluso si alguna vez se le iba el efecto de la poción. YoonGi había estado observando, así que ahora dejaría a TaeHyung tomar un baño, solo era un pequeño agradecimiento porque le había ayudado a ahuyentar a esos guardias en vez de entregarlo....un segundo, ¡eso era!, no debía de buscar cura para TaeHyung, porque mientras estuviera enamorado era indefenso y le cubría, incluso le obedecía en todo, eso podría ayudarle con su venganza, sería más fácil controlar su cuerpo en ese caso. El mayor sonrió con malicia, ahora solo debía de enfocarse en hacer el veneno perfecto para Jeon JungKook. 

El pequeño Taenieves no sentía su mirada maliciosa, tenía el corazón noble, estando enamorado menos pensaría mal de Min YoonGi. Cortó la zanahoria la cual después puso a hervir con las demás verduras en aquel caldo de pollo hirviente con un poco de agua.

[...]

Después de haber cenado junto a YoonGi a quien no había dejado de mirar con adoración desde que sus ojos se tornaron color rosado. Pero finalmente ya estaban listos para dormir, solo había un pequeño detalle, YoonGi se le había olvidado poner una habitación extra en la planta de abajo y solo había una cama, el mayor no tenía energía ni fuerza ahora para poner otra cama aunque sea.

-Yoonie, durmamos juntos ya que solo hay una cama-Se acercó al mayor abrazando su cintura por detrás.

-No me toques-Se alejó de él.

No podía dejar a TaeHyung durmiendo en el suelo, se movía mucho y podía tirar cosas, pero él se negaba a dormir en otra parte que no fuera su cama. Suspiró, estaba cansado de este día, así que no quería gastarse más su tiempo de descanso en una discusión por ver quién se ganaba el dormir en la cama. Solo podía pensar en unas pequeñas condiciones para dormir con TaeHyung.

-Bien, dormiremos en la misma cama pero, tienes prohibido abrazarme, hablarme mientras estoy dormido y no tienes derecho a despertarme, yo me levanto solo a trabajar, ¿entendido?-le miró en espera de su afirmación.

Obviamente Taenieves se sintió decepcionado con aquellas condiciones que era lo que más esperaba hacer con YoonGi, pero terminó por asentir a sus condiciones y echarse junto a él en la cama, cubriéndose con las mantas al igual que el mayor. Por otra parte el de tez pálida solo cerró los ojos y se durmió, estaba bastante cansado así que era obvio que dormir sería muy rápido para él. La condición no pareció funcionar pues vaya, cuando ambos estaban dormidos TaeHyung y YoonGi ya se encontraban abrazados de cucharita, a decir verdad, bastantes cómodos, YoonGi en especial, hasta parecía ronronear del gusto.

Para la mañana siguiente ya fue toda una pelea por parte de YoonGi, se veía avergonzado, aunque su rostro revelaba todo, al ser pálido le era imposible ocultar su sonrojo. TaeHyung le enternecía verlo así de sonrojado, era todo un gato, pero adoró poder abrazarlo durante toda la noche, era suave y cálido, le llenaba de un sentimiento de felicidad el corazón. 

-Eres adorable-Pronunció TaeHyung.


Taenieves [Taegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora