"Matt"
Me bajé del auto cuando sentí los rayos del sol en mi piel. Solté un suspiró y miré el Grill. Mystic Falls ya no era lo mismo. Solté una sonrisa cuando vi a Elena y a Bonnie acercarse a mi.
-hola-dije y Elena me abrazó-¿como están?
-mal, necesitamos a Matt de vuelta. Caroline lo está manejando- habló Elena mientras Enzo tomaba mis cosas del auto
-necesito una ducha-suspiré- viajé toda la noche. ¿Donde está Stefan?
-esta en la casa- respondió Bonnie y todos caminamos hasta la mansión Salvatore.Saludé a Stefan pero de inmediato subí a lo que iba a ser mi habitación, miré la habitación de los hijos de Elena y me sorprendí cuando me dijo que los había mandado a un internado; bajé las escaleras para reunirme de nuevo con ellos.
-¿quien fue el primero que vio a Matt cuando volvió?
-yo-habló Bonnie- se veía confundido y lloraba mucho- el también pensó que tú estabas muerta
-¡Dios! Que desastre-suspiré- ¿por que Caroline volvió?
-al parecer nunca se fue, solo que nadie lo había notado-respondió Stefan- ahora está más loca que antes, tiene a Matt por delante
-maldita perra- mordí mis uñas y me levanté
-supongo que te acompaño- dijo Enzo- no puedes hacer esto sola
-no tienes que- rodé los ojos- todavía no me caes bien
-también voy- dijo Stefan- veré que no se maten en el camino- Elena y Bonnie. Ustedes quédense aquí y nos avisan cualquier cosa-ambas asintieron y salí con los dos vampiros a buscar a Matt.No sabía exactamente lo que iba a decirle, qué explicación darle. Seguro Caroline había dañado su cabeza por completo, habían pasado alrededor de unos seis años de haberme ido de Mystic Falls. Seis años donde Matt tuvo que luchar por sí solo con su peor pesadilla, ser un vampiro. Ser lo que mató a su hermana.
-¿cómo está Elena? ¿Ha podido sin Damon?
-si...pero aún lo oigo llorando cada noche en la habitación. Los niños vienen para las festividades- respondió Stefan
-pobre...pero si quiera tuvo su amor que la consumió- me reí al igual que el-¿y tú? ¿Cómo estás?
-estoy bien perfectamente soltero...tal vez cuando salve a Caroline podamos arreglar las cosas
-tienes que dejarme darle una paliza, se lo merece- rodé los ojos y seguimos buscando.Llegamos a su casa pero no había rastro de él, también a la de Caroline y nada, no estaban por ningún lado. Nos sentamos en el grill para ver si llegaban pero después de unas cuantas horas no aparecían.
-creo que se donde están-suspiré
-¿donde?- preguntó Enzo cansado
-a las afueras de Mystic Falls...Matt construyó una casa para mi, hace años.Deben estar ahí- salimos de ahí y emprendimos hacia la cabaña.Quería creer que Matt no había hecho eso, no había cogido nuestro lugar para meter a esa maldita perra, pero entendía. No tenía humanidad y también odiaba. Iba a matar a Caroline, claro que lo haría y no me importaba nadie. Ella no tenía remedio, arruinó mi vida matando a Alex y ahora con Matt, no iba a permitirlo.
Solté un suspiro antes de bajarme del auto y ver la camioneta de Matt afuera. Claro que estaban aquí.
-¿estas segura que quieres entrar?- yo asentí y tomé una pistola de verbena que nos había prestado Alaric quien no estaba en Mystic Falls pero había dejado sus cosas allí.
Stefan tumbó la puerta y entramos. Caroline estaba sobre Matt besándose y Matt la sujetaba por los glúteos.
-¿en serio Caroline? No te cansas de recoger lo que yo boto?
-¿Jess?- la voz de Matt sonó tan diferente, estaba llena de rabia. Pero antes de que pudieran hacer algo a ambos los cedé. Tomé a Caroline del cabello y la saqué de la cabaña mientras Stefan llevaba a Matt en su hombro.Llegamos a la mansión Salvatore y los metimos en celdas diferentes.Matt estaba dormido todavía, al parecer le había dado una dosis muy grande en cambio Caroline no, Caroline estaba despierta.
-cuando salga de aquí voy a despedazarte- dijo del otro lado de la puerta
-si es que llegas a salir algún día de ahí, maldita perra- me reí y luego con mi magia le rompí el cuello. Gracias a Dios hice que se callara
-me recuerdas mucho a Damon ¿no te entrenó para ser vampiro?- sonreí
-¿lo extrañas?
-todos los días- suspiró- Elena y los niños es lo único que me queda, tengo que quedarme con ellos... y Caroline, si es que no la matas
-tal vez haga una excepción para ti- sonreí y lo abracé por la espalda- también me tienes a mi Steffy...también eres mi familia
-lo se- besó mi frente- ¿qué hay de Klaus?
-esta bien con su imperio en Nueva Orleans. De regreso de Grecia estuve allá. Me mintió tanto y aún así no puedo odiarlo, después de tanto golpearlo terminé en la cama con él
-bueno... que se puede hacer, Klaus se te coló hasta en los huesos- ambos nos reímos- ¿pero y Matt? ¿Por que volviste?
-estoy en deuda con él-lo miré desde la reja- amo a Matt, claro que lo amo. Pero no puedo estar con él ni con Klaus por que todo lo qué hay es dolor
-Matt es un gran chico. Ojalá podamos ayudarlo
-lo sé- suspiré- vamos arriba, se me antojó una pizza.Horas después.
-¿saben que fue lo mejor de todo? Es que en realidad viví sin estrés. Con culpa y todo, pero tenía la vida perfecta. A Matt le hubiese encantado esa vida- dije mientras todos estábamos sentados en el sofá de la sala de los Salvatore.
Después de charlas acerca de nuestras vidas, bajé junto a Enzo a cuidar a los bebés. Matt ya estaba despierto y me miraba con rabia.
Entré en la celda y él me miraba incrédulo, como si estuviera viendo un fantasma.
-¿qué haces aquí?- preguntó con rabia-¿no estabas muerta?
-bueno...no, yo pensé que tú estabas muerto- me crucé de brazos
-¿y volviste después de 6 años a que? ¿Por que no seguiste siendo la perra de Klaus?
-no es lo que piensas Matt- traté de acercarme pero fue más rápido y me clavó una estaca en el estómago. Me la saqué y se la tiré a la espalda- qué cálida bienvenida, querido esposo
-yo no soy nada tuyo- gritó
-Matt...enciéndela
-¿encender que? ¿Para recordar a todas las personas que hemos matado? Caroline y yo hemos tenido tanta diversión de esta manera y me encanta
-claro que no, tú no eres así- suspiré y con mi magia recreé un recuerdo pero no le fue suficiente.Se abalanzó sobre mí y comenzamos a forcejear. De un momento a otro sentí mi cabeza arder y caí desmayada.
Eso iba a ser más difícil de lo que pensaba.