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Grecia, 2019.
Me desperté por algunos maullidos de mi gato, Lex. Le había puesto así por Alex, amaba a los gatos. Solté un suspiro y me levanté, lo tomé en mis brazos y le vertí comida sobre su plato.
Solté un suspiro y amarre mi cabello mientras veía a algunos compradores entrar a la tienda. Tenía una tienda de frutas y verduras frescas, Leia una señora muy amable me ayudaba con la distribución de las cosas, tenía una hija pequeña, Nadia. La cual estaba obsesionada con ser un vampiro, había visto mucho crepúsculo.
-Miranda, buenos días-Leia entró y acomodó algunas frutas -buenos días- bostecé y dejé a Lex en el suelo-¿como amaneces? -bien, Nadia quedó con su padre hoy -¿después de tantos meses?-sonreí- genial -es temporada de turistas, tendremos un buen día hoy -esta bien-suspiré- iré a la playa un rato con Cedric y Halsey -esta bien, yo me encargo- me dio un beso en la mejilla.
Cedric y Halsey eran una pareja de brujos que me topé la noche que llegué a Grecia. Ellos me ayudaron con mis poderes y mis ansias de sangre; acomodé mi cabello y corrí hacia ellos que se encontraban en la orilla del mar.
-¿cómo estás?-habló Cedric -bien- suspiré- la ansia es difícil de controlar pero lo estoy consiguiendo -menos mal- dijo Halsey y me entregó su short para después meterse en el mar junto a Cedric. Llevaban años juntos, se les veía el amor y eso me arrugaba el corazón. Después de tanto luchar no pude salvar a Matt, todo había sido mi culpa.
Después de que ellos salieran del agua nos sentamos en la arena.
-tenemos pistas del híbrido -¿si?-pregunté preocupada -mando a algunos vampiros anoche, los encontramos en la frontera, todos murieron. Pero uno de ellos gritó que Bonnie Bennet necesitaba ayuda -¿Bonnie?-fruncí el ceño -tu prima-dijo Hals- Miranda, no te puedes esconder toda la vida. Hay gente que te necesita -no puedo volver-mis ojos se cristalizaron-todo lo que dejé allá fue dolor -¿y si tienen problemas?-preguntó Cedric- eres poderosa, tal vez te necesiten -la última vez que alguien me dijo eso...mi esposo murió- suspiré.
Klaus Mikaelson.
Rompí la mesa frente a mi cuando Elijah me mostró las fotos de mis vampiros muertos.
-simplemente no quiere volver-dijo -tienes que volver -¿para que?-esta vez fue Rebekah quien habló -Bonnie la necesita-respondí -tu también, tienes que derrotar a Lucian y sabes que Freya no puede sola -es por que la ama-habló Elijah. Tensé mi mandíbula y salí del recinto a verme con los Strix.
Jessica Bennet.
Tomé un sorbo de sangre mientras Lex estaba en mis piernas y miraba el atardecer desde el mirador de mi casa.
-a Matt le hubiese gustado esta casa-dije y Lex maulló- y Alex también, fueron mis mejores amigos y ambos están muertos- acaricié su cabeza -¿qué hay acerca de Klaus?- la voz de Bonnie inundó mis oídos. Me volteé y la miré, llevaba el cabello corto y venía con Enzo- hola Jess... o Miranda, como te llamas ahora -lindo gato-dijo Enzo -¿qué haces aquí?-tomé una estaca que tenía cerca -necesitamos tu ayuda -¿con que?-fruncí el ceño -tienes que sentarte -no pienso volver a Mystic Falls -¿ni por Matt? -Matt está muerto Bon, no me queda nada -Matt murió, pero volvió...-suspiró- como vampiro -¿qué?- solté un grito y sentí mi magia descontrolarse.
Trataba de calmar mis lágrimas pero no podía creerlo. Klaus me había mentido, y Matt no estaba muerto.
-¿donde está Bonnie?- sollocé mientras metía alguna de mis prendas en mi maleta -no tan rápido- habló Enzo- Matt no tiene humanidad, Caroline volvió al pueblo y están juntos. Por eso necesitamos que vayas, eres la debilidad de Matt y de Caroline nos encargamos nosotros -creo que la matare, me lo debe por Alex-sorbí mi nariz- Matt debe odiarme-suspiré- debió pensar que lo abandoné -Klaus me ayudó a encontrarte -voy a matar a Klaus por mentirme, jamás hubiese dejado a Matt solo. No cuando se convirtió en su peor pesadilla -tu no sabias- tomó mi mano, no te culpes por eso. Tú también quedaste mal de ese ataque y Klaus solo quería salvar al amor de sus vidas -odio a Klaus, Bonnie- empecé a llorar de nuevo y ella me abrazó.
~.~.~.~.~
Tomé un gran suspiro y entre a mi tienda donde Leia y Nadia me esperaban, les había regalado la tienda, se lo merecían, Leia fue como mi mamá en todos los años que estuve ahi.
-prometo volver- le dije a la niña, después le di un beso en la frente -te quiero Miranda -yo a ustedes-les di un abrazo y salí con Bonnie y Enzo.
-¿y ustedes?- los miré mientras paraba un taxi que nos llevara al aeropuerto -¿de que?- preguntó Bonnie nerviosa -a ver...no hay que ser ciego para saber que si andan... y me criticas a mi por Klaus y a Elena con Damon -no tienes que recordarselo-habló Enzo y luego se dieron un corto beso -me dan ganas de vomitar -¿que harás cuando veas a Matt? -no tiene humanidad, creo que va a querer matarme. Primero debo llegar a Nueva Orleans, Klaus me debe una -vamos contigo- dijo Bonnie -no, necesito hacer esto sola- suspiré-Klaus y yo tenemos que hablar -¿como terminaron las cosas con él? -me salvó, estuve unos meses viviendo en Nueva Orleans con él pero no pude aceptar todo, Camille y él...una camarera que ugh-rodé los ojos- sus problemas con Hayley, Hope su hija...yo simplemente no podía, y lo de Matt...me sentía tan culpable -vámonos señoritas- Enzo nos interrumpió y nos embarcamos en el auto.
Después de muchas horas, llegué al aeropuerto de Nueva Orleans. Bonnie y Enzo se habían ido en auto hacia Mystic Falls. Pensaba aterrorizar un poco la ciudad para que Klaus supiera que el que había llegado no era su amigo.
Tomé impulso y me monté en una de las casas para poder admirar la ciudad, habían muchos turistas. Gracias al cielo, se habían olvidado del robo ya que maté a cada uno que pudiera recordarme; me tiré del techo para caer al lado de un chico para después hipnotizarlo y beber de el dejándolo para que todos lo vieran.
Ya era tarde asi que tenia que buscar un lugar donde dormir. Marcel y Klaus ya no se hablaban y no tenia a donde ir; toqué su puerta unas cuantas veces y me abrió la camarera.
-¿con ambos?- me reí- pensé que eras mas santa Camille -Jess -Miranda...ahora me llamo Miranda-entré al lugar- ¿donde está Marcel? -aqui- su voz resonó detrás de mi y me voltee para verlo descamizado-¿que te trae hasta aquí? -bueno- miré mis uñas- Klaus me debe una cosita, pero necesito estar escondida por unos días mientras lo hago creer que soy alguien más -eso no va a salir bien Jess -lo sé, pero quiero darle una lección al maldito -Camille...creo que es mejor que te vayas- ella suspiró y salió del recinto enojada.
