capítulo 38

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Una tormenta se acercaba, la calma había durado más de lo que esperaban todos, Mahidevran y Gülbahar han tenido varios encuentros y uno que otro golpe de parte de ambas, Mahfiruz y Neslihan también peleaban, llegaron a los golpes.

Los hijos de Mahidevran día a día crecían, su niñez se iba poco a poco y la guerra entre madres se acercaba más rápido de lo pensado.

—Mahidevran —dijo Gülbahar viéndola —¿Cómo haz pasado la noche con su majestad? Upss si es cierto, ya no te llama— Mahidevran la miró con odio y se acerco a ella

—Por lo menos mi hijo está más cerca del trono que el tuyo— susurró y siguió su camino, Menekşe criada de Beyhan se acercó a ella con lágrimas y temblando —¿Que pasa Menekşe? ¿Bayaceto está bien? Habla

—La sultana, Ha sido envenenada, ha muerto—sollozo y Mahidevran la miró asustada

—No,no puede ser, allah— sollozo y corrió a los aposentos de la sultana, el pequeño Bayaceto estaba en la cama abrazando a su madre y gritándole que despertará —Príncipe

—Mahidevran, dile a mi madre que despierte, quiero jugar con ella— sollozo y Firial y şah ingresaron a los aposentos a ver a su madre

—Vamos príncipe —se acerco a el y beso su cabeza— Yo me haré cargo de el, Kardelen Avísale a su majestad y prepara todo— miró a Bayaceto con tristeza

—¿Mamá me ha dejado?— la miró y ella negó

—Tu mamá se ha ido a cuidar de tu hermano Azad— lo miró — yo te cuidaré a ti y a tus hermanas

—¿No nos dejarás?—dijo con lágrimas en los ojos

—Por nada del mundo —susurró y lo llevo a sus aposentos —Menekşe,  trabajarás conmigo ahora, cuidaras con tu vida al príncipe— la Hatun asintió y se llevo al Şehzade



—Su Majestad —dijo Mahidevran

—¿ya se esta preparando todo?—la abrazó y ella pensó en alejarlo pero lo necesitaba

—Así es—susurró

—¿Cómo te sientes?

—Primero la madre Sultana, luego Beyhan sultán, ¿por que ellas? Ellas me dieron alegría y un hombro amigo—recosto su cabeza en el regazo del sultán

—Allah sabe lo que hace, nos queda resignarnos, mandaré a Bayaceto, a Şah y a Firial con Raziye o Atike—dijo y ella negó

—Le prometí a la sultana cuidarlos con mi vida —lo miró —deje que se queden con nuestros hijos

—¿Estas segura?— ella asintió —Está  bien, desde hoy Bayaceto, şah y Firial están bajo tu cargo, cuidalos mucho

—Eso haré —se levantó y hizo una reverencia

—Sultana—dijo Firial haciendo reverencia —¿Qué  pasará con nosotros?

—Se quedarán conmigo, yo las cuidaré, velare por su futuro — las miró —Vayan al harén —suspiró terminando de vestirse para luego salir a despedir a Beyhan sultán, otra alma pura se iba de ese palacio que sólo  lágrimas y dolor le trae a sus habitantes.


Se acercó y detuvo a los aghas que llevaban el ataúd con el cuerpo de la sultana, suspiró con tristeza,  el Palacio de nuevo cobraba la vida de personas que ella quería.

Se acercó y detuvo a los aghas que llevaban el ataúd con el cuerpo de la sultana, suspiró con tristeza,  el Palacio de nuevo cobraba la vida de personas que ella quería

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Dos  año después.


Esperó que tus clases vayan bien — le sonrió a Orhan

—Lo van madre, cada día mejoró más —Murad y Bayaceto ingresaron a los aposentos

—Madre— dijeron ambos, después de un año Bayaceto comenzó a decirle madre y ahora todos respetaban eso. 

—¿Les fue bien?


—Así es madre, nuestro sultán está pensando en mandar a Azad a su provincia—dijo Bayeceto y Yusuf bufo bajo

—Te falta mucho para ir Yusuf, mientras tanto estudia mucho, demuestra que tu mereces ir a manisa
—les indicó que se sentarán





Guerra De Sultanas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora