Guerra De Sultanas©

Capítulo 48

—Haz venido todo este tiempo a decirme lo mismo, siempre es eso madre

—Es por el bien de tu hijo y hermanos, piensa en ellos y en el dolor que me causará si alguno llega a morir —gritó y tocaron la puerta

—No pasará madre—suspiró —¡pase!

—Su  majestad, el Şehzade Selim—dijo Süleyman agha— esta muy enfermo

—¿Que tiene mi hijo?—gritó Neslihan

—Tifus—dijo la Kalfa y se escuchó un grito de Neslihan

—¿Cómo ha sucedido?—dijo yendo tras su madre

—Dice el Efendi que lo está revisando que puso haberse contagiado por estar cerca de alguien infectado, pero nadie lo esta

—Por allah—suspiró y Escucho los gritos de su madre y hermanas, era verdad Selim había muerto por Tifus.

—Allah no, ¡Selim! Despierta, hijo, Selim —gritó Neslihan — Hijo

—Ya está hecho —dijo Firial

—Allah nos proteja—dijo Nazikeda sonriendo

—Eres cruel y eso me agrada, esperó que Azad no nos descubra

—No lo hará si tu guardas silencio—suspiró

—No diré nada

El funeral del Şehzade se llevo acabo, Neslihan estaba destrozada mientras que Azad ponía en su cabeza las palabras de su madre, mata a tu hermanos o a sus hijos, era cruel pensar en eso, pero si quería a sus hermanos o hijos a salvo tenía que tomar una descicion pronto.

—Su Majestad, ¿me llamaba?—dijo Isa paşa

—¿Recuerdas lo que hablamos hace días?

—Si su Majestad—dijo

—Ha llegado el momento, confió en ti—dijo suspirando

—No se preocupe no se arrepentira de nada.

—¿No haz ido a ver a nuestra madre?—dijo Orhan

—No, ni Kaya,ni Turhan, ni Mahienver o yo podemos ir, nos tienen incomunicadas, no me han permitido ni si quiera pasar tiempo con Halil— dijo Nazikeda

—Pronto está tormenta pasará y veremos a nuestra madre cómo la cabeza de esté harén —dijo Murad

—Allah lo quiera—susurró Mahienver

Al llegar la noche, se sentía un aura extraña, no era la misma de siempre llena de intrigas y odio, no estaba estaba llena de sangre, lágrimas y dolor.

Eran aproximadamente las tres de la madrugada cuando Nazikeda sintió un leve presentimiento, estaba incómoda y sentía que se asfixiaba, algo malo iba a pasar y estaba segura de eso.

—Ayperi Hatun—gritó

—¿Que pasa sultana?— entró corriendo

—Ve por mis hermanos, siento que algo malo va a pasar, ya sabes dónde queda la puerta secreta, ve ya—susurró yendo a vestirse.

Por otro lado, un gran grupo de guardias se acercaba a los aposentos de los pequeños Príncipes, todo el palacio estaba rodeado y cada puerta sellada y llena de  aghas,  no había salida.

—¿Que tiene sultana?—dijo Gul y sintieron un Click en la puerta

—No, no, allah algo van hacer esos malditos—dijo ella tratando de abrir la puerta—Abran

—Los Príncipes sultana —dijo Gul—Trabemos la puerta y vayamos por el pasadizo —recomendó y ella asintió para comenzar a ayudarlo

—Allah ayúdame, Gulperi hatun, quédate aquí, Umut trata de ir con mi madre y  luego con los jenizaros, ese tunel lleva a una salida secreta del palacio, este otro con mis hermanas y hermanos, Gul ve con ellas —ordenó y comenzó a correr hacía los aposentos de Orhan el más cercano.—¡ Orhan!—grito

—¿Que haces aquí? ¿cómo llegaste?

—No es momento de explicar, trabaron la puerta de mis aposentos, algo piensan hacer, vamos por mis hermanos—lo jaló

—No, mis hijos —se soltó y se acercó a la puerta

—Ellos estarán bien, necesitas venir conmigo ahora—siguió insistiendo—Ya están cerca  —se escucharon pasos

—Vamos—fue tras ella y juntos cerraron el pasadizo —vamos por Murad

—Los de  Yusuf están cerca, sigue derecho y ve por Murad,  por nada del mundo lo dejes —dijo nerviosa y cada quién fue por su lado.

—¡Murad!—dijo Orhan—vamos despierta, tenemos que irnos

—¿Que pasa?

—Vienen a matarnos, vamos Murad

—Mis hijos—trato de ir a la puerta

—Sólo allah puede protegerlos, ahora por nuestra madre vamos a salir de aquí

—Mis hijos van a morir—le gritó

—Igual morirán si te atrapan, vamos ya

—¿Eres capaz de dejarlos?

—No, pero quedándome no hago nada—dijo—los perdere igual

—Vamos—dijo serio y en el camino se encontraron a Nazikeda y Yusuf

—¿Dónde iremos?—dijo Murad

—Al cuartel de los Jenizaros, ellos nos ayudarán, mi madre ya fue avisada y mis hermanas deben de estar yendo con ella—paro en seco

—¿Que te pasa? Avanza —dijo Yusuf

—Bayaceto, no puedo dejarlo, no—trato de regresarse pero Orhan no la dejo